VIOLENCIA DETIENE EL FUTBOL

  • Debido al operativo que derivó en la captura de Ovidio Guzmán, y sus consecuencias, Mazatlán-León y Dorados-Correcaminos fueron reprogramados.

Notimex/Ciudad de México

La reprogramación de partidos de futbol, derivado de hechos violentos, no es nada nuevo en México, y el aplazamiento que se anunció hoy de los juegos Mazatlán-León en la Liga MX y Dorados-Correcaminos en la Liga de Expansión, alargan esta lista que comenzó a escribirse el 20 de agosto de 2011, durante un duelo entre Santos y Morelia en el TSM.

Tras la violencia que se vivió en Culiacán y otros municipios del estado de Sinaloa, provocados por la detención de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán y señalado como uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, la Liga MX pospuso ambos juegos de la Jornada 1 del Torneo Clausura 2023, sin fijar una fecha para su realización. No hay que ir tan lejos para situarnos en un escenario como el de hoy, pues el 12 de agosto del 2022 la Liga MX decidió reprogramar el juego entre FC Juárez y Pachuca, luego de varios hechos violentos en la ciudad fronteriza, que comenzaron la noche del jueves 11 de agosto; este juego que se jugaría el martes 13 se realizó un día después.

Ese mismo año, pero en julio, la Liga de Expansión suspendió el partido entre Correcaminos y Atlante que se jugaría en Ciudad Victoria, localidad que fue escenario de agresiones y enfrentamientos, por parte de grupos delictivos.

El 17 de octubre del 2019, en el llamado Culiacanazo, donde se detuvo y horas después quedó libre Ovidio Guzmán, la Liga de Expansión canceló el Dorados-Atlante, por los hechos de violencia que al igual que hoy, ocasionaron varias células a fines al Ratón Guzmán, como también se le conoce al hijo del Chapo Guzmán.

En aquella ocasión, incluso el portero Gaspar Servio, entonces guardameta de Dorados, fue separado del plantel, tras burlarse de lo sucedido en sus redes sociales.

Hace más de 11 años, se tuvo que detener el juego entre Santos y Morelia en el TSM cuando corría el minuto 39, debido a disparos fuera del estadio. Las imágenes de terror de la afición y los jugadores le dieron la vuelta al mundo.

Ese partido fue el inicio de algunos cambios en las medidas de seguridad en los estadios, como el retiro de los mallas entre la tribuna y el campo y la instalación de rampas que llevan directamente a las canchas, en caso de un incidente.