XALAPA ENCARECIÓ SU VIDA ECONÓMICA, CUANDO LEA INSTALÓ AQUÍ EL INMECAFÉ

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

XALAPA ENCARECIÓ SU VIDA ECONÓMICA, CUANDO LEA INSTALÓ AQUÍ EL INMECAFÉ

                Fue el presidente Luis Echeverría Álvarez, el personaje que provocó el encarecimiento de la vida doméstica de los xalapeños, cuando hasta antes de 1985 la ciudad, destacaba por ser la más barata del mundo y sus 50 mil habitantes, se  dedicaban  a la burocracia, la academia y la prestación de los elementales servicios públicos.

                Los jerarcas de la construcción, evitaban abordar el tema de la necesidad de que la ciudad contara con un plano que  regulara su crecimiento poblacional, pues además, la capital  carecía de un mapa que distinguiera siquiera los espacios que se destinarían para la creación de los fraccionamientos habitacionales, mal llamados residenciales.

                En ese contexto, mucho tendrían que hacer personajes de la ingeniería y la arquitectura, que todavía viven y desempeñaron en el pasado,  cargos públicos importantes en tres, cuatro o hasta cinco sexenios gubernamentales, de manera ininterrumpida, para  que se decidan por una propuesta que alivie el crecimiento desordenado y olviden por un momento en  hacerse de fortunas personales, propiedades en fila india, ranchos, viviendas a los cuatro costados de la ciudad y edificios.

 Famosos, son los ex servidores públicos, que enriquecieron sus flotillas de automóviles, entre los  clásicos y los últimos modelo,  lo que le permite hoy día sentarse frente al televisor y recrearse con tramas de la novelística a la mexicana, de un pasado histórico, que bien reseñaron las cintas de la industria del celuloide, primeramente.

                Sin embargo, la luna de miel acabaría para los auténticos xalapeños, cuando sobrevinieron los sismos del 85, los cuales provocaron que miles huyeran del antiguo DF y se desplazaran hacia entidades del interior del país y los más ricos, optaran por irse extra-fronteras, pero específicamente a los estados más atractivos para las inversiones y la recreación, de los Estados Unidos de Norteamérica.

                Empero, hacia Xalapa como destino para asentarse en la atención sus empleos arribarían  alrededor de mil, que eran empleados y jefes del Inmecafé, el instituto que por órdenes  del presidente LEA dejarían la ciudad de México y se instalaría como órgano vendedor y para la exportación del grano, en esta capital.

                El Inmecafé ocuparía terrenos colindantes a la zona cafetalera de las Ánimas, a un costado de la actual plaza que lleva su nombre, con rumbo y salida al puerto de Veracruz. Entonces la vivienda además de barata, era escasa, así que a gestiones  de los burócratas del organismo paraestatal, a cargo de Fausto Cantú, se adquirirían terrenos y edificarían viviendas en cascadita, sobre el fraccionamiento Indeco Popular Animas.

                Allí donde algunos ex funcionarios públicos de diferentes sexenios gubernamentales locales y los propios burócratas del Inmecafé, compraron predios terrenos y levantaron construcciones, algunas fastuosas, otras viviendas llanamente confortables, con garajes para seis automóviles, personajes, todos ellos que si viven, ya no pegan una tecla en ninguna máquina  vieja Olivetti o en la computadora portátil de rigor.

                En efecto, la vida doméstica de las familias xalapeñas, encareció inmediatamente, porque el resto de casa-tenientes y propietarios de edificios de  apartamentos, elevaron sus rentas a la par de las tarifas como se cotizaban las edificaciones en las ciudades más caras existentes en el resto del país.

                Finalmente, el Inmecafé cerró sus puertas, su director Fausto, se fue a radicar a su natal Poza Rica de Hidalgo y la burocracia chilanga y los que huyeron tras el sismo registrado en la gran urbe del antiguo DF, en aquel fatídico año de 1985, y que aquí se establecieron, también fincaron  sus reales de manera definitiva.

EL KILO DE HUEVO SUBE HASTA CIEN PESOS Y  PULVERIZA EL NUEVO  SALARIO MÍNIMO

                No hay vuelta de hoja, el costo de vida para el grueso de amas de casa y sus demás familiares queda al borde del precipicio, pues el huevo, uno de los productos básicos en la dieta de las mayorías aplastante, elevó el kilogramo hasta en cien pesos, lo que radicalmente hace talco el salario mínimo recién autorizado para los trabajadores mexicanos.

                Da miedo ingresar a un súper mercado o  a cualquiera de las tiendas de abarrotes, porque todos los días hay un incremento en los alimentos básicos y hasta los de consumo generalizado. Cuesta arriba, las inspecciones del sector comercio, quedan cortas, porque  el grueso de expendios, tendrían que ser sancionados con severas multas, pero sus encargados, deben  advertir que el costo de la comida, no tiene freno, va al alza de manera arbitraria, al grado de que los precios que hace gala la Profeco, queda corta frente a la terrible realidad que se está viviendo.

                El salario mínimo no alcanza más que para adquirir los insumos elementales, sugiere doña Carmen Arias de Lozano, luego de salir prácticamente despavorida de la carnicería  que se ubica en la colonia donde radica junto con sus dos hijos y el padre de estos, tan solo porque igual, la carne pronto se está convirtiendo en un artículo de lujo, pues los filetes de res, ya dejó consumirlos una mayoría.

                 El incremento en los precios de la carne de pollo, está por las nubes  y no se diga algo acerca del pescado y los mariscos, productos ahora prohibitivos para la mayoría de consumidores en nuestras ciudades.

                Empero, a diferencia de otros tiempos, los sindicatos, organizaciones de trabajadores y líderes de colonos callan ante lo irremediable, consistente en un costo elevadísimo  de los productos de consumo cotidiano, no obstante, que se diga de manera oficial, que el país es  rico en  aras de la  explotación agropecuaria, que inclusive, se pone como ejemplo,  ante el acoso de los empresarios del resto del mundo.

                Las legumbres, las verduras y las frutas, están por las nubes y los mercados en donde se exhiben, allí gran cantidad de éstas quedan como piezas de museo, porque a la gente le resulta muy difícil adquirirlas, sus bolsillos se encuentran desforrados y las expectativas que  les ofrece el mercado son prácticamente nulas.

                La compra de básicos, se desploma y en esa caída, se deja a los consumidores sin las posibilidades de  consumir alimentos sustancialmente nutritivos, para ellos y sus demás familiares. Esta crisis, lleva cuando menos 40 años y las distintas generaciones que han vivido en este lapso, jamás han escuchado que los problemas derivados por una deficiente economía, hayan sido resueltos o tengan, alguna expectativa de verse superados. Al tiempo.

AUNQUE SE PRETENDA BORRAR LA IMAGEN DEL MÉXICO DELINCUENCIAL, ES IMPOSIBLE

                Para el común de los jóvenes alumnos más destacados de la facultad de Derecho, es imposible que pueda pasar desapercibido, después de presenciar el desfile de comparecientes en el juicio que se sigue en contra del ex poderoso secretario de Seguridad Pública, durante el régimen presidencial de Felipe Calderón Hinojosa, que la imagen del país delincuencial, necesariamente se va por la borda y remontarla, será poco menos que imposible.

                Cabe preguntar, cuál es la solidez  va a rendir en la argumentación con que se haya pretendido asestar el jaque mate al ex funcionario público, con las denuncias orales exclusivamente, al menos eso es lo que trasciende por la prensa estadounidense, interpuestas por los fiscales gringos, cuando de sobre es conocida la situación legal que enfrenta cada uno de los 28 comparecientes, lo que sí mantiene horrorizados a los miembros del gran jurado popular, que sigue de cerca el proceso en cuestión.

                Es decir, para el más incipiente alumno de cualquiera de las escuelas donde se enseña derecho, los argumentos esgrimidos en contra del zar antidrogas mexicano, sin pruebas, sencillamente tendrían que venir abajo. Acusar de millonarios sobornos al ex servidor del sexenio Calderonista, seguramente no es tarea fácil, sobre todo, porque la veintena de  comparecientes, de alguna u otra forma, fue conocida del señor García Luna, así que ambas partes se identifican plenamente, lo que cuesta harto imposible demostrar con pruebas testimoniales, las acusaciones que pesan sobre la humanidad del ex servidor público.

                Sobre todo, que el juicio en su contra arranca con la acusación de haber ejercido su cargo, por  delincuencia organizada y  un rubro  relacionado con el tráfico  de drogas enervantes hacia los Estados Unidos de Norteamérica.

                Razones, por las cuales hay mexicanos que aseguran que el juicio al final del día, no solamente se endereza en contra de un personaje responsable de la seguridad pública nacional,  sino que va más allá, al exhibir al México, nuestro país, como si sobre su territorio no radicaran  ciudadanas y ciudadanos honestos.

                El juicio que pudieran  esgrimir los denunciantes sacados de las cárceles estadounidenses, bajo la seguridad de que por participar en esta contienda  por la justicia, lo hacen, bajo la condición de ser testigos protegidos, no quita en los espectadores del mismo que se carece de los elementales soportes, pruebas testimoniales, fehacientes, sobre todo, que evidencien la condición de haber como un pillo más el señor García Luna.

                El calificativo que enderezan miembros de este jurado, necesariamente tiene que impactar en la imagen del pueblo y las instituciones públicas de este país, consolidado en el lugar 128 en lo que se refiere a corrupción e inseguridad pública, conforme al balance y análisis que lleva a cabo la firma empresarial de Perimetría, dedicada al sondeo de la opinión pública, la cual encontró que Dinamarca, es número dos y Suecia, primera en los rubros de educación, salud y seguridad pública. Es todo.