¿Qué es la fiebre amarilla? Síntomas, cómo se transmite y prevención

  • La fiebre amarilla es una enfermedad viral que puede causar síntomas graves y complicaciones potencialmente mortales

En un mundo cada vez más interconectado, las enfermedades transmitidas por animales e insectos representan una amenaza creciente para la salud pública global. Un ejemplo de ello es la fiebre amarilla; aquí te decimos qué es, cómo se transmite, cuidados, prevención y todo lo que debes saber.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral que puede causar síntomas graves y complicaciones potencialmente mortales. A través de este artículo, explicaremos todo lo referente a este padecimiento.

La fiebre amarilla y transmisión
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda causada por el virus de la fiebre amarilla, que pertenece al género Flavivirus y a la familia Flaviviridae. Esta enfermedad se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, particularmente de las especies Aedes y Haemagogus.

Cabe destacar que la enfermedad no se transmite de persona a persona por medio de estornudos o contacto, sino cuando un mosquito pica a una alguien con dicha enfermedad y así infecta con el virus a otros sujetos al alimentarse con picaduras. No obstante, en casos extraños la fiebre amarilla también podría transmitirse por transfusiones de sangre de sujetos infectados.
Ante esto, las personas más susceptibles a la fiebre amarilla son aquellas que viven o viajan a regiones endémicas sin la adecuada protección. Además, los viajeros internacionales que no han sido vacunados están en riesgo si se exponen a estas áreas.

Por ello, es importante saber de los riesgos de esta enfermedad, pues el virus se encuentra en áreas tropicales y subtropicales, especialmente en África y algunos países de América Central y Sur, donde favorece la proliferación de estos mosquitos.

Síntomas de la fiebre amarilla y cuidados
Los síntomas de la fiebre amarilla pueden variar en gravedad, desde formas leves hasta cuadros graves. En la fase inicial, es decir, a los tres o seis días después de la picadura, pueden aparecer estos signos:

Fiebre alta
Dolor muscular
Dolor de cabeza
Escalofríos y fatiga
En casos más graves, la fiebre amarilla puede llevar a la aparición de ictericia, es decir, coloración amarilla de la piel y los ojos; hemorragias, como sangrado de encías y vómitos con sangre, y daño hepático y renal severo. La fiebre amarilla también puede provocar insuficiencia orgánica, lo que puede ser potencialmente mortal si no se trata a tiempo.

¿Qué tan mortal es la fiebre amarilla y cómo prevenir la enfermedad?
De acuerdo con el Ministerio de Salud de Argentina, la fiebre amarilla puede ser grave en aproximadamente el 15 por ciento de los casos. Ante esto, la tasa de mortalidad podría ser del 50 al 60 por ciento en situaciones extremas.

De tal manera, es importante conocer algunos métodos de prevención de la fiebre amarilla, siguiendo prácticas que eviten ser objetivo de los mosquitos que transmiten la enfermedad. Aquí algunas de ellas:

Vacunas: La vacunación es la medida preventiva más eficaz contra la fiebre amarilla. La vacuna contra la fiebre amarilla ofrece una protección a largo plazo, generalmente se recomienda a quienes viajan a áreas endémicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la vacunación para todas las personas que viajan a regiones donde la fiebre amarilla es endémica o para aquellos que residen en estas áreas.
Eliminación de criaderos de mosquitos: Los mosquitos que transmiten el virus de la fiebre amarilla se reproducen en agua estancada. Por lo tanto, es crucial eliminar cualquier fuente de agua donde los mosquitos puedan reproducirse. Esto incluye vaciar y limpiar recipientes, cubos, y otros objetos que acumulan agua.
Uso de repelentes y protección física: El uso de repelentes de mosquitos y ropa protectora puede ayudar a reducir el riesgo de picaduras. Los mosquiteros y las telas tratadas con insecticidas son herramientas útiles, especialmente en áreas con alta actividad de mosquitos.
Fumigación y control vectorial: Los programas de fumigación y otras estrategias de control vectorial pueden ayudar a reducir la población de mosquitos y disminuir el riesgo de transmisión del virus. Estas medidas son importantes para controlar la propagación de la fiebre amarilla y otras enfermedades transmitidas por mosquitos.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave que requiere atención médica inmediata y medidas de prevención rigurosas. Mantenerse informado y seguir las recomendaciones de salud pública puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades transmitidas por vectores como los mosquitos.