Lucio Cabañas Barrientos, el héroe que la historia mató
|- La historia del agrarismo y la defensa de la clase humilde no hubiera sido la misma sin el heroísmo de Lucio Cabañas.
LUCIO CABAÑAS 1938-1974, LÍDER DE LOS GUERRILLEROS en Guerrero y símbolo de lucha para los mexicanos.
Lucio abañas Barrientos, de origen campesino, nace el 12 de diciembre de 1938 en El Porvenir, municipio de Atoyac de Álvarez. Estudia en la Normal de Ayotzinapa, en la cual es líder estudiantil y Secretario General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México en 1962. Obtiene el título de maestro rural e inicia su labor docente en Mezcaltepec, municipio de Atoyac, Guerrero. Ahí encabeza la protesta de los ejidatarios contra Silvicultora Industrial S. de R.L, que tala inmoderadamente los bosques sin dejar ningún beneficio a la comunidad; los madereros presionan al gobierno estatal y Cabañas es transferido a la escuela Modesto Alarcón de Atoyac, pero no se retira de la lucha agraria y funda la Delegación de la Central Campesina Independiente en esa región.
Participa con Genaro Vázquez en el Movimiento Revolucionario del Magisterio MRM encabezado por Othón Salazar, disidente del sindicalismo oficialista y en la Asociación Cívica Guerrerense ACG que provoca la caída de Raúl Caballero Aburto, gobernador de Guerrero. Asimismo, se acerca al Movimiento de Liberación Nacional y al Partido Comunista. Además, continúa asesorando y organizando la protesta campesina; trata de hacer comprender a la gente “que había maestros del pueblo que estamos dispuestos a orientar, no sólo en la educación, sino en su lucha como parte del pueblo; padres de familia, parte del pueblo contra todo el régimen, contra el gobierno, contra la clase rica”. En 1965, por sus actividades de oposición política, el siguiente gobernador Raymundo Abarca Alarcón logra que se le transfiera a la escuela rural de Tuitán en Durango, junto con el profesor Serafín Núñez. Ahí participa en la ocupación del Cerro del Mercado, por lo cual el gobernador duranguense Alejandro Páez Urquidi, promueve y consigue de Agustín Yáñez, secretario de Educación, su regreso a Guerrero. Cabañas prosigue su lucha contra los abusos de los talamontes, terratenientes, autoridades municipales y estatales, así como de los directores de escuelas que lucran con su puesto.
El 18 de mayo de 1967, en Atoyac, la Sociedad de Padres de Familia de la escuela primaria “Juan N. Álvarez» realiza un mitin en el que se pide la destitución de la directora de la escuela Julia Paco Pizá y de los maestros que la apoyan. Poco antes de las diez de la mañana, una comisión le solicita a Cabañas que funja como orador, porque el que iba a serlo no se presentaría. Lucio acepta, pero pide que lo esperen hasta las diez y media, para aprovechar el tiempo del «recreo» en su escuela, la “Modesto Alarcón”, cercana a la otra. Cuando Cabañas participa en el mitin, la policía judicial del estado de Guerrero trata de impedirlo. Los agentes se abren paso entre la concentración de manifestantes para detener o eliminar a Lucio, hay forcejeos y disparos hacia la multitud. El resultado es de 11 muertos. Como se intenta culparlo de los acontecimientos, Cabañas se ve forzado a refugiarse en la sierra para defenderse de la persecución que busca eliminarlo. En la tarde invita al ejido de San Martín a la lucha armada. “¿No hay condiciones para hacer la revolución? Qué me importa que no haya condiciones… cuando matan al pueblo, hay que matar enemigos del pueblo y de ahí parte la revolución, de ahí parte toda revolución.”
A partir de esta fecha y durante los siguientes siete años, Lucio se mantiene en rebelión, lucha por la transformación de las condiciones de vida, opresión y miseria de los campesinos mediante la organización de los pueblos de la sierra del estado de Guerrero. “…lo que sí es cierto, es que con una matanza nos decidimos a no esperar otra. Y hemos dicho aquí: para que un movimiento armado empiece, necesita varias condiciones: que haya pobreza, que haya orientación revolucionaria, que haya un mal gobierno, que haya un maltrato directo de los funcionarios. Todas esas cosas se pueden aguantar, pero lo que no se aguanta es que se haga una matanza, eso sí no se puede aguantar…La forma nuestra de lucha, es la guerra de guerrillas, nuestra manera de enfrentar a los caciques será venadeándolos, cayéndoles de repente; también para los guachos, los tiras, los traidores. Nunca presentarnos en combate frontal.”
A mediados de 1969, Lucio y su brigada ajustician al Ing. Fierro en el arroyo «Las Parotas», porque participó en los sucesos del 18 de mayo de 1967. A finales del mismo año, atacan a la policía judicial entre Atoyac y el «Rincón de las Parotas», en donde se reportan dos bajas de la policía judicial. Realizan asaltos como el del ‘Puente del Rey’, en donde se apoderarán de 23 mil pesos. En 1970 secuestran a Juan Gallardo, un rico ganadero de San Jerónimo, en el rancho de su propiedad ubicado en la carretera Atoyac-Acapulco. El 29 de junio de 1971, 16 miembros de la ‘Brigada Campesina de Ajusticiamiento emboscan a varios elementos de la fuerza pública, pero varios de ellos pierden la vida en el enfrentamiento. Al día siguiente, en otra emboscada cerca de Atoyac de Álvarez, resultan muertos 16 soldados y varios oficiales. En junio de 1972, secuestran a Cuauhtémoc García Terán, en lugar de su hermano Ulises.
El 30 de mayo de 1974, secuestran a Rubén Figueroa Figueroa, candidato a gobernador de Guerrero por el Partido Revolucionario Institucional PRI. Durante varios meses, el ejército mexicano dirigido por el comandante Eliseo Jiménez Ruiz desata, sin éxito, una intensa campaña militar en busca del guerrillero; finalmente, el 8 de septiembre, Figueroa es liberado en un sangriento encuentro cuyo saldo es de 23 rebeldes muertos y un soldado herido.
Pero los operativos antiguerrilla no cesan, por el contrario, se intensifican para dar muerte a Cabañas. El 30 de noviembre perecen 17 rebeldes más en un enfrentamiento con el ejército, y el 2 de diciembre siguiente, el general Cuenca Díaz, secretario de la Defensa Nacional, es informado de que en Otatal, Guerrero, varios grupos militares se enfrentaron con los rebeldes, resultando muertos Lucio y los alzados “Roberto”, “Arturo” y “René”, en tanto que el Ejército sufrió dos bajas. Fue sepultado en el panteón municipal de Atoyac de Álvarez, sus familiares y compañeros de guerrilla, afirman que su cadáver solo fue mostrado como un trofeo y nunca más se le volvió a ver.
Tras su muerte, Cabañas y su movimiento se convierten en una leyenda. Su bandera en favor de los pobres es tomada por otros grupos armados en Guerrero, que sigue siendo una de las regiones más pobres del país y sometidas a añejos cacicazgos, como el de los Figueroa.