Iván Martínez, un acercamiento poético
|IVÁN JOSÉ MARTÍNEZ FREDES. San Juan, Argentina, 1978. Arquitecto por la FAUD, Universidad Nacional de San Juan (2005), Maestro en Diseño arquitectónico, UNAM (México) (2015), Magister en Morfología del Hábitat UNSJ (Argentina) (2017). Doctorando en Filosofía en UNC (Córdoba). (2018) Ha publicado, Cuento y Poesía: Poetas en Arial doce, Cielo cerrado, Palabra (2015), Antología federal CFI (2016) Mención con “Semilla abierta” en categoría Lírica (2017) Premio Leónidas Escudero. San Juan Escribe 2017. Mención con “Brote”. En categoría Lírica (2018) Premio Leónidas Escudero. San Juan Escribe 2018 (2018), Primer premio en categoría cuento con “Cuerpear”. (2018). Premio Leónidas Escudero. San Juan Escribe 2018 (2018). Primer Premio Género No Ficción. Con “Forma desde el comienzo. Gestación, morfología y habitar humano”.
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Eduardo Cerecedo
Iván Martínez es uno de los alumnos que tuve en el Taller de poesía de la Facultad de Derecho en Ciudad Universitaria, UNAM, en 2016. Allí publicamos una antología de poesía titulada Poetas en arial 12, cuyo título nació por la forma en que les pedía, me entregaran sus trabajos. Aquí, Iván Martínez, cuya presencia en Argentina ahora ha ido en constante ascenso. Él se suma a los alumnos que han ganado premios nacionales, (13 a la fecha). Enhorabuena por su labor y que alegría que el taller le haya servido para desarrollar su escritura poética
DEMANDAS
Armémonos barcos para el desierto, con luces para el sol veraniego y anclas para clavar en nubes
Hagamos refugios de líquidos tibios que caigan gentiles sobre pieles y lenguas de susurro
Tejamos con manos los alientos mezclados de amantes dormidos
Cometamos, o sea, salgamos a volantinear
macerémonos en brazos con derecho de habitación
efemeroptericémonos
que estamos menos mal muriendo, salvados de eternidad.
Rompamos arcas y busquemos la ola grande que nos muestre la inmensidad
Digámonos unas consistencias de frente, sin medir, aunque sea una vez
Y caigámonos juntos por los desfiladeros
Tal vez amanezca distinto nuestro pecho abierto
en una arcillosidad zonda plantados velas, luz venerada y viento rehén, pues ayer nos espera en las vueltas de los relojes que ya no cuelgan ni para fundirse.
DESTIERRO DE LA SEMILLA
Hora de germinar desigual
Horadar la tierra negra no puede ser más así mismo
No puede ser la obviedad de buscar el sol desde el agua
¿Habrá que volar otra vez, pero esta vez en desnudez?
Volantinear sin coraza seguro
¿O nadar mares en ahogo?
Nuestras alas cortas no germinan suficiente
Aunque creamos ser colibríes
Las maquinas nos cuentan los aleteos
Juzgan insuficientes los movimientos
Debemos patear dioses que nos han quedado grandes o chicos
Marchitando abrazos…con condenas puras y patéticas de miedo
Nuestro destierro no será de superiores que buscan aires altos
uñas llenas de humedad negra
ojos cerrados
Brotes pechos palpitares
Crujido de brazos tensos habitándose
Hemos de nacer desde un vuelo rasante que encalle en muros que nos rompan,
pero nos anuden
rocas rotas
pidiéndonos ser magma
el calor solo puede ser desde el abrazo.