ACADÉMICOS DE PERIODISMO, INSTABAN A SUS ALUMNOS A ABRAZAR EL OFICIO CON VOCACIÓN
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60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVERA
ACADÉMICOS DE PERIODISMO, INSTABAN A SUS ALUMNOS A ABRAZAR EL OFICIO CON VOCACIÓN
Los académicos encargados de impartir la cátedra en los años 66-69 llamaban a que sus alumnos abrazaran el oficio con una singular vocación y entrega, porque un ejercicio como este no hacía ricos a ninguno y si en cambio, era diferente al resto de las profesiones contempladas en la legislación mexicana, porque no todos entendían que la libertad de expresión es compatible con un sistema democrático y que lo contrario, sería una dictadura.
En aquellos años, el grueso de los jóvenes y los padres de éstos, desconocían en cierto modo en qué consistiría estudiar una carrera en un país, donde poco se leía y sigue en la misma línea, y por otro lado, que para las aspiraciones de sus futuros actores ya como periodistas, debían saber que se trataba de un ejercicio, entre los menos remunerados salarialmente en comparación a ese resto de actividades profesionales.
Por supuesto eran numerosas las dudas y reflexiones que se hacían las primeras generaciones de estudiantes que acudieron a las aulas de la facultad de periodismo, convertida en una carrera profesional, con asignaturas que cursar y concluirla para poder obtener el honroso título de licenciado en periodismo, después lo cambiaron, pero la esencia es la misma.
Armando Correa Gana, un extraordinario maestro, especialista en historia del arte, ante la inquietud de sus jóvenes alumnos, algunos de los cuales no sabían a ciencia cierta, porque estaban allí, les respondía con esto: estudian una excelente profesión, pero el que quiera el éxito económico, antes que ganar un nombre en la sociedad, está en tiempo de cambiarse y estudiar entonces odontología, ingeniería o cualquiera otra que les garantice la obtención de mayores ganancias.
Nadie más dijo algo que contradijera el dicho del maestro, la generación salió ilesa de ese mundillo de dudas, cuando no se acierta a ver cuál sería el porvenir de cada uno de aquellos aspirantes a ser periodistas, como la mayoría lo haría en la vida real, hasta los días que corren, sabedores de que solamente los capitanes de las empresas periodísticas, quizá se hicieron ricos, pero aquellos el olor a la tinta y el papel, la máquina mecánica y posteriormente la computadora, ha sido su vida, no obstante que los dividendos económicos y financieros, sean los mismos que cuando arrancó en un oficio, que no profesión, más peligroso, argumentan los expertos en este país, a diferencia de lo que ocurre en otras naciones del mundo civilizado.
El periodismo de profesionales forjados en las aulas universitarias, se estrellaba en aquellos años y días, frente a los geniales periodistas hechos en la batalla diaria, como fue y viene a la memoria, un extraordinario viejo tunde-teclas, don Vicente Lunagómez, a la sazón director de un diario, que llevaba por nombre “El Tema de Hoy”, con oficinas en las calles de Revolución y Abasolo, prensa y linotipos propios y oficinas igualmente atestadas de periódicos y libros.
Don Vicente, generalmente vestía de impecable traje y moñito cubriendo el cuello de su camisa blanca, y lo que llamaba la atención es que su periódico no contaba con reporteros, a las 5 de la tarde, esperaba el arribo de boleritos y barrenderos, los cuales le llevaban los datos de hechos que aquellos habían presenciado en la calle y que el director del diario, convertía en notas a las cuales aquel les daba forma y que publicaba al día siguiente. Y así años, con un singular número de lectores en su favor. A aquellos niños y adolescentes, les hacía entrega de unas cuantas monedas por las informaciones que le allegaban en su casa editorial.
LA HISTORIA JUZGARÁ A LA ANTERIOR GESTION MUNICIPAL COMO LA PEOR EN LOS ÚLTIMOS CIEN AÑOS EN XALAPA
Cuanto cinismo, pero en la última semana ya de salida el alcalde Hipólito Rodríguez , hizo llegar a las redacciones periodísticas un lotecito de libros, que nadie lee, por cuanto a lo que en materia editorial su cuerpo edilicio le autorizó en su oportunidad, pero ninguno que abordara la constante de problemáticas que el entonces aspirante a alcalde dijo que arreglaría, pero que ya en funciones de tres años nunca siquiera intentó recomponer de los vicios heredados por otras administraciones anteriores.
Obviamente nadie y menos un político va a convencer a un electorado convencido del fracaso en que incurrió al sufragar colectivamente en su oportunidad por todos los candidatos de un movimiento político, pensando que el resto de suspirantes por huesos públicos tenían el arrastre en la conciencia popular, que hizo triunfar en los comicios de 2018, al actual presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Xalapa a diferencia de las capitales de los estados más próximos, como son las entidades de Puebla, Tlaxcala, estado de México o Villahermosa, Tabasco, en el sureste de la república, por favor, nada que ver. Los rezagos, abandono y la falta de servicios públicos de calidad, lo condenarían en repetidas ocasiones el senador Dante Delgado y el ex dirigente estatal del PRI Héctor Yunes Landa, así como los miles de ciudadanos, que todavía en el café rumian porque el voto que entregaron en aquella ocasión, lo hicieron debido el hartazgo producido por los políticos de siempre en las áreas del poder público y valía la pena votar hasta por un desconocido.
Los pendientes que heredó la comuna anterior al alcalde Ricardo Ahued Bardahuil, son todos, iniciando con la confianza perdida y la desesperanza de un pueblo, en relación con la obra nunca concluida tras de haberla prometido al arrancar sus gestiones administrativas, primero al anunciar que haría pagar los adeudos y demás cuentas sin rendir, del antecesor suyo, el priista Américo Zúñiga y la constante de demandas y señalamientos a los saqueos acostumbrados por parte de perversos servidores públicos con los recursos y los asaltos tarifarios que cometieron desde la CMAS.
Empero, la esperanza renace, pero los retos parecieran ser monumentales, porque van desde la pésima calidad de los servicios de agua, alcantarillado y otros ligados al mencionado sector. El cobro por adelantado que anualmente hace la CMAS a sus usuarios, no convence ni es recíproco en su atención al público consumidor, porque en más de 22 fraccionamientos habitacionales, los tandeos siguen siendo la norma en la entrega del vital líquido, cada tercer día, como la recolección de basuras.
La ciudad continúa padeciendo los miles de baches en sus calles y avenidas y el acoso de los operativos de las grúas, los policías viales y otros elementos de seguridad pública, no disminuyen y son más los ciudadanos atracados y condenados a tener que sobrevivir, a la defensiva y peor aún en las actuales condiciones, cuando la ley, fue reformada para perseguir por ultrajes a la autoridad a los ciudadanos, cuando debiera ocurrir al contrario, que el común de los afectados con políticas públicas, como toda democracia lo exige, fueran los gobernados quienes puedan presentar las denuncias de rigor en contra de los malos servidores públicos.
LA LABOR QUE REALIZAN LOS MÉDICOS Y ENFERMERAS DEL ANTIGUO HOSPITAL DEL CEM, ES PATRIOTICA
Solamente quienes han tenido que reclutarse como pacientes o familiares de éstos, pueden dar fe del trabajo incansable, humano, sensible y delicado que realizan los médicos generales y especialistas, junto con el cuerpo de enfermeras y trabajadores administrativos del hospital que vio la luz primera gracias a la orden para que fuera construido por el gobernador Fernando Gutiérrez Barrios.
Xalapa, a estas horas, se vería en verdaderos aprietos para atender a una fila enorme de pacientes atacados por el virus de la covid 19 y ahora por las variantes, como omicrón y otras que circulan en el ambiente citadino.
Médicos que generosamente entregan su profesionalismo, vocación de querer salvar vidas y curar a otros tantos enfermos de las distintas especialidades, y que para todas hay los profesionales, no obstante que les falten equipos, camas, jeringas quirófanos instrumentales y medicamentos porque el desabasto en su farmacia, no es un mito, encierra una terrible realidad, para el común de familiares de su enfermos, que debe salir corriendo a la farmacia más próxima, haber, si encuentra la medicina de patente, que le encargó el galeno que asiste con mirada a veces de desaliento a su enfermo.
El año pasado, segundo en que se registró la afluencia de pacientes de covid, igual, médicos queridos y respetados perdieron la vida en la lucha contra la enfermedad, quizá porque les faltaron equipos de protección a sus humanidades y a que los medicamentos escasearon, para dar el tratamiento a sus pacientes y que salieran lo más pronto posible de sus cuartos de curaciones y aislamiento, como sucedió en la clínica del ISSSTE, la cual prácticamente, abandonó la atención del resto de pacientes con otras enfermedades, porque los infectados atestaron sus raquíticas instalaciones y los especialistas, tampoco los cuenta en cantidad suficiente, para ver por sus pabellones respectivos.
Empero, volviendo al antiguo CEM, cabe destacarlo porque un día, se registró un accidente de tránsito en que se vio involucrado un autobús de pasajeros foráneos, sobre la carretera entre las municipalidades de la Joya y Acajete, con una cauda de cuando menos 30 lesionados graves, los cuales fueron trasladados en ambulancias de la Cruz Roja y otras a las instalaciones del hospital civil “Dr. Luis F. Nachón”.
Los lesionados, en medio de sus hayes de dolor, la sangre escurriendo por sus cuerpos y las ropas raídas, fueron visitados por el gobernador Gutiérrez Barrios, personaje que se impresionó con tal estado de cosas, que de inmediato giró la orden para que se construyera otro hospital, porque el espectáculo era grotesco, los 28 o 30 lesionados, no alcanzaron camas, así que fueron acostados en el suelo, de los distintos pasillos del inmueble, amén de que solo había un quirófano y por ende, la carencia de médicos, era más que visible.
Así fue como nació el antiguo CEM, ahora CAEV, en cuyos interiores un cuerpo de médicos altamente calificados, todos los días, las 24 horas, ejercen su juramento hipocrático con singular lealtad y cariño a sus pacientes. Enhorabuena. Es todo.