Apuestan por frenar la piratería de libros y corregir la Ley General de Bibliotecas
|- El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana indicó que intentarán corregir la Ley General de Bibliotecas.
CIUDAD DE MÉXICO. Apuntalar el combate a la piratería, alcanzar la tasa cero a librerías y corregir la Ley General de Bibliotecas (LGB) son algunos de los temas que atenderá Hugo Setzer Letsche, nombrado hace unas semanas presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) para el periodo 2022-2024.
Uno de los temas que revisará Setzer desde Caniem es la polémica Ley General de Bibliotecas, publicada en julio de 2021, que derivó en una serie de amparos por parte de editores –incluido él mismo–, quienes criticaron el depósito legal de ejemplares en formato digital en las bibliotecas depositarias, las cuales carecen de protocolos de seguridad para su protección, resguardo y, por tanto, incrementar el problema de la piratería.
Me parece que no se hizo con cuidado la redacción de la ley, ya que incluye aspectos en contra del derecho de autor, lo cual se debe corregir, así que tenemos que trabajar con el Poder Legislativo para hacerlo”, expresó en entrevista con Excélsior el también director desde 1990 de la editorial El Manual Moderno.
Y agregó: “No es ningún secreto, pero nosotros nos amparamos en contra de esa ley, porque, así como está redactada, permite el uso discrecional de los archivos (libros) digitales y, de pronto, se pueden poner a disposición o hacer lo que sea con esos archivos, con lo cual no estamos de acuerdo”, aseveró.
Tengo entendido que hubo conversaciones serias y un buen diálogo con diferentes autoridades; y ahorita voy llegando, pero es importante darle continuidad, porque es algo que me interesa mucho”, explicó.
Setzer aseguró que el problema de la piratería es tan amplio como vigente y recordó el reciente acuerdo suscrito entre Caniem, Mercado Libre y Cempro para evitar la circulación de versiones ilegales de libros.
Ese tipo de convenios son importantes, porque de por sí traemos un dolor de cabeza con la circulación ilegal del PDF y de la piratería, pero (el caso de la Ley General de Bibliotecas) es todavía peor, porque legalizaría una cuestión de que aquí lo abrimos para que todo mundo lo vea y podríamos dejar de vender”.
Sobre el terreno de la piratería, Setzer lamentó la existencia de sitios como el de la Pirateca, que facilitan, de forma gratuita, la descarga de libros en formato PDF de editoriales como Acantilado, Sexto Piso, Almadía, Penguin Random House, entre otras.
(La Pirateca) es un dolor de cabeza, y funciona de manera totalmente ilegal. Es malo que exista y queremos trabajar con otros aliados, como Cempro, aunque también es un tema de percepción, ya que hay una falsa discusión entre el acceso a la información y el derecho de autor”, aseveró.
¿La existencia de estos sitios es algo tolerado? “¡No es algo tolerado! Es una acción ilegal y buscaremos ver las opciones en el terreno legal para actuar. No pueden tolerarse esas acciones de reproducir o subir a disposición del público contenidos completos que están protegidos por el derecho de autor”.
Setzer también insistió en la necesidad de establecer tasa cero a librerías y otros puntos de venta de libros. “Recientemente se volvió a desechar la tasa cero de IVA para las librerías, pero no quitamos el dedo del renglón, porque me parece que desvirtúa toda la buena intención de aplicar la tasa cero en los libros. El fomento a la lectura se desvirtúa restando esa posibilidad a los puntos de venta, los cuales de por sí tienen dificultades para salir adelante, y con el pago de IVA es aún más complicado”.
Por último, se refirió al comunicado que suscribió la FIL de Guadalajara, junto con otras 13 ferias del mundo, frente a la incursión de Rusia en Ucrania .
Puedo decir que (como Caniem) condenamos de manera enérgica la invasión rusa a Ucrania y, por otro lado, es interesante el comunicado que la FIL suscribió, pero se ha malinterpretado, porque éste no dice que tenga nada contra autores, editores y traductores rusos, sino contra las entidades del gobierno ruso, que es ahí donde está el problema.
La cosa no es contra el pueblo ruso, sino contra un gobierno dictatorial que está haciendo acciones que, francamente, no tienen cabida en el mundo del siglo XXI, es decir, no se trata de excluir ni mucho menos a la literatura rusa”, concluyó.