Chuck Mangione: “Los Hijos de Sánchez”

José Eduardo Celis Ochoa Cordero

En ocasiones hay artistas que surgen cual si fueran un cohete hacia el espacio sideral pero por alguna razón no se pueden sostener en esas alturas y poco a poco van descendiendo hasta que se les pierde la pista.

Pero para fortuna nuestra su obra ha quedado plasmada en un buen número de álbumes que en un momento determinado han dado gratos momentos. También hay otros artistas que tienen la habilidad de tocar comercialmente hablando, pero esa característica de tocar comercialmente, no los demerita, al contrario, llega el momento que los llegas a extrañar cuando estás en alguno de los sitios en los que los escuchabas.

El personaje que abordaremos en esta acotación, tiene esas características mencionadas líneas arriba, pero le podemos agregar el ingrediente de ser “setentero”, es decir, pertenece a la generación de músicos tan prolíficos, vastos y diversos de los años 70’s.

Chuck Mangione llegó a ser una celebridad en el terreno musical artístico, su música, por momentos intencionadamente ligera, abordaba un pop melódico alegre, optimista y a veces edificante, sus discos llegaron a tener ventas millonarias, pero es probable que su magia se haya debido a sus profundas raíces jazzisticas las cuales lo llevaron a intentar ser un beboper, antes de ser una especie de jazzista de fusión, pero la crítica lo ubica en el subgénero del jazz denominado Smooth jazz el cual fusiona jazz con rhythm and blues, funk y pop, algunos de sus máximos exponentes ya han sido abordados en este espacio, como: Al Jarreau, Bob James, George Benson y Simple Red.

Regresando a lo del bebop, un beboper es un músico que -obviamente- toca bebop, estilo musical del jazz que se desarrolla en la década de los cuarenta del siglo XX, cuyos máximos exponentes principalmente fueron: Charlie Parker, Max Roach, Bud Powell, Thelonious Monk y Dizzy Gillespie: https://youtu.be/A5tRGMHfKrE

Obviamente cada uno de esos artistas tiene un sitio muy bien ganado en la historia del jazz y seguramente habrá un Cirrus Minor dedicado a varios de ellos en el futuro, pero por lo pronto en el sitio donde está la rola de Dizzy titulada “Manteca”, hallé este comentario de una de sus fans: “Tuve el placer de tocar este arreglo con Dizzy cuando estaba en la universidad. ¡Qué experiencia!”.

Dizzy Gillespie fue una gran influencia musical en Charles Frank Mangione, mejor conocido como Chuck Mangione, quien nació en la ciudad gaba de Rochester en el estado de Nueva York el 29 de noviembre de 1940, así que en un par de meses estará cumpliendo

la edad de 80 años; cuenta la leyenda que un afortunado día Dizzy le dio a Chuck una trompeta ‘updo’ como la suya, particularidad muy de Dizzy en su instrumento de viento.

Cuando Chuck llegó a la edad de 18 años comenzó a estudiar en la Eastman School of Music, de 1958 a 1963, recinto académico ubicado en su ciudad natal, el cual por cierto fue fundado en 1921 por George Eastman, dueño de la Eastman Kodak Company, empresa creadora de las legendarias cámaras y rollos Kodak que muchos de nosotros tuvimos en nuestra juventud.

Si tu mente, al igual que la mía te juega una travesura y en este momento estás pensando en Linda Eastman, o Linda Mc Cartney, te diré que al igual que yo estas cometiendo un error, en esta investigación encontré una nota de el clarin.com del 17 de septiembre de 2019 que dice lo siguiente: “…Una leyenda equivocada señalaba a Linda como la heredera del imperio fotográfico Eastman Kodak. El error tal vez surgió porque efectivamente provenía de una familia rica y también porque se dedicó a la fotografía…”.

Hay una parte en la vida de Chuck en que se dedicó a la docencia al figurar como director del Conjunto de Jazz de la Eastman School of Music, lo cual le permitió comenzar a destacar en el terreno musical, permitiéndole obtener un contrato de grabación con el sello Mercury Records para después obtener su primera nominación al Grammy.

Pero antes de ello, Chuck tuvo la oportunidad de tocar junto con su hermano mayor Gap (Gaspar) Mangione, quien es pianista y también ha destacado como jazzista; los hermanos Mangione formaron un conjunto de jazz denominado “The Jazz Brothers” y llegaron a grabar tres álbumes: https://youtu.be/F0gtCbRIBfo

Posteriormente Chuck comienza a tocar con otro gran jazzista, el baterista Art Blakey y sus Jazz Messengers, tocando la trompeta instrumento que previamente habían tocado en ese grupo: Clifford Brown, Kenny Dorham, Bill Hardman, Lee Morgan y Freddie Hubbard.

Algún tiempo después la figura de Chuck se comienza a consolidar como lider musical al tocar al lado de la Orquesta Filarmínoca de Rochester un importante concierto grabado en vivo y en directo llamado»Friends & Love» en cuyo setlist tocaron la rola «Hill Where the Lord Hides» de su autoría: https://youtu.be/JWxVccIk1c0

En el sitio donde está esa rola se encuentra el siguiente comentario que me pareció importante poner: “…Esto salió cuando yo estaba en el último año de la escuela secundaria…Entonces este tipo aparece tocando un cuerno que nadie reconocía frente a una orquesta sinfónica y procede a crear una detonación nuclear musical…Chuck Mangione entregó a una nueva generación un conjunto de nuevos conceptos musicales que eran inéditos para la época…”.

Este comentario te lo pongo porque como ya lo he dicho en otras acotaciones, hay alguna información importante -desde el punto de vista del columnista- digna de compartirse, en este caso, previamente hemos dicho que Chuck, tocaba la trompeta, pero en el video, vez claramente que ya no toca la trompeta, sino un instrumento de viento parecido que en alemán se llama flügelhorn (corno alado) y en español lo encontré traducido como fiscorno, este instrumento se dice que en sus orígenes fue concebido para convocar a los flancos de un ejército en batalla. Pues bien, lo frustrante es que no encontré -ni siquiera en su página oficial- el motivo por el cual Chuck se cambió de la trompeta al fiscorno, lo cierto es que a partir de ese momento, dicho instrumento de viento se convierte en la característica emblemática de Chuck Mangione.

Podemos afirmar que a partir de ese momento se inicia el ascenso meteorico de Chuck al estrellato, recibe premios y elogios por sus grabaciones, sus álbumes se venden muy bien e incluso una de sus rolas, Feels So Good, se sitúa al lado de «Michelle» de The Beatles como una melodía fácilmente reconocible, es decir, que con solo escuchar unos acordes, ya sabías de qué canción se trataba. 

Su discografía de álbumes de estudio, es la siguiente:

Chuck Mangione Quartet (1972)

Alive! 1972)

Land of Make Believe (1973)

Bellavia (1975)

Chase the Clouds Away (1975)

Encore (1975)

Main Squeeze (1976)

Feels So Good (1977)

An Evening of Magic, Live at the Hollywood Bowl (1978)

70 Miles Young (1978)

Children of Sanchez (1978)

Fun and Games (1979)

Tarantella (1980)

Love Notes (1982)

Journey to a Rainbow (1983)

Disguise (1984)

Save Tonight for Me (1986)

Live at the Village Gate (1987)

Eyes of the Veiled Temptress (1988)

Encore: Mangione Concerts (1991)

Live at the Village Gate, Vol. 2 (1995)

The Feeling’s Back (2000)

Everything for Love (2001)

Como te mencioné, a lo largo de su trayectoria Chuck ha sido multipremiado, en particular, ha sido nominado al Grammy en: 1971, 1972, 1974 (dos veces), 1975 (dos veces), 1976, 1978 (tres veces), 1979 y en 1980 (2 veces).

En el año de 1980 gana el grammy a Best Pop Instrumental Performance, por “Children of Sanchez). Y es precisamernte este álbum el que vamos a enfatizar en esta ocasión.

Children of Sanchez es un album doble de estudio lanzado al mercado en el año de 1978, es el soundtrack de la película homónima la cual a su vez está basada en un libro del mismo nombre escrito por un antropólogo gringo de nombre Oscar Lewis del año de 1961, mismo que fue traducido al español y publicado en nuestro país por el Fondo de Cultura Económica en el año de 1964, hasta donde la memoria me da, fue un verdadero escándalo su contenido, ya que de una gran forma retrató la situación de pobreza que vivía nuestro país por aquellos años, la cual desafortunadamente no ha mejorado.

Se trata de un álbum que a lo largo de 1h23’10” te lleva por un viaje de jazz, crossover jazz e easy listening jazz, de la siguiente manera:

Disc One

1.- «Children of Sanchez (Overture)» 14:10

2.- «Lullabye» 3:51

3.- «Fanfare» 1:05

4.- «Pilgrimage, Pt. 1» 2:58

5.- «Pilgrimage, Pt. 2» 2:37

6.- «Consuelo’s Love Theme» 17:02

Disc Two

1.- «Hot Consuelo» 4:04

2.- «Death Scene» 4:45

3.- «Market Place» 3:11

4.- «Echano» 2:37

5.- «Bellavia» 3:15

6.- «Lullabye (Vocal Version)» 3:40

7.- «Medley» 8:20

8.- «B’bye» 8:29

9.- «Children of Sanchez (Finale)» 3:06

La alineación de músicos que interviene en este álbum doble (en LP) es la siguiente: James Bradley Jr. – Drums; Dick Decker – French horn; Grant Geissman – Guitar; Chuck Mangione – Flugelhorn; Charles Meeks – Bass guitar; Jerry Peel – French horn; Don Potter – Vocals; Phyllis Hyman – Vocals; George Stimpson – French horn; Mayo Tiana – Trombone; Jeff Tyzik – Trumpet; Chris Vadala – Clarinet, flute, soprano sax, tenor sax; Brad Warnaar – French horn y Bill Reichenbach – Bass Trombone.

Para ir cerrando esta acotación, te comento dos asuntos, el primero de ellos, es que si tienes tiempo, te pongo el vínculo de la película, estelarizada por Anthony Queen (de origen mexicano), acompañado de varias estrellas fílmicas también connacionales nuestras como: Dolores del Río, Katy Jurado, Lucía Méndez, Ignacio López Tarso, Carmen Montejo, Héctor Bonilla, Helena Rojo y José Carlos Ruiz, tan solo por citarte a algunos de los actores que intervienen en el film: https://www.youtube.com/watch?v=x5YPKknPPL4

El segundo asunto, volviendo a lo del escándalo suscitado a raíz de la publicación del libro, es que el día 9 de febrero de 1965, el licenciado Luis Cataño Morlet quien en ese entonces era secretario de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en una conferencia condenó la obra como obscena y denigrante para nuestro país. Fue tal la indignación contagiada a sus escuchas, obviamente también miembros de dicha sociedad, quienes llegaron a acusar ante ante la Procuraduría General de la República al autor, a la obra y a la editorial.

Dicho organismo dio entrada a la demanda y para fortuna de la libertad de expresión dictaminó el 6 de abril de 1965, abstenerse de ejercer acción penal alguna, por no haber delito que perseguir: “…Proceder de otra manera —asienta el texto de la resolución— sería mucho más inquietante y lesivo a la libertad y al derecho que los actos y las palabras sobre las que pretendiera descansar y justificarse…”.

Queridos lectores, nos vemos en la siguiente edición y si gustan los invito a leer la versión completa de esta columna en todos los sitios virtuales en los que se publica.