El Pentágono ya puede identificar personas por sus latidos y no es ciencia ficción

El reconocimiento facial o las huellas dactilares ya no son suficientes para identificar a la población y el Pentágono tiene un dispositivo para reconocerlas por sus latidos.

A pesar de que la frecuencia cardiaca de las personas se encuentra dentro de un rango promedio, cada individuo tiene latidos únicos.

Al igual que el iris de la retina y las huellas dactilares, el corazón es un órgano con el que se podrían identificar personas y se podría hacer a distancia.

Desde hace tiempo, las Fuerzas Especiales de Estados Unidos trabajan en dispositivos para reconocer personas a lo lejos.

Según un reporte oficial, un supuesto terrorista de ISIS fue identificado gracias a un método que reconoce la manera de caminar de las personas. Sin embargo, el modo de andar, al igual que las caras, no son rasgos necesariamente distintivos. Pero los latidos sí lo son.

Es por eso que las Fuerzas Especiales pidieron al Pentágono desarrollar un dispositivo para identificar gente a distancia sin necesidad de ver su cara.

Según un reporte del MIT, el Pentágono desarrolló Jetson, un dispositivo infrarrojo que funciona a 200 metros de distancia y es capaz de registrar la firma cardíaca de una persona, incluso encima de la ropa.

Los sensores infrarrojos usualmente son utilizados en la medicina para detectar el pulso de los pacientes. La luz infrarroja cambia gracias al flujo sanguíneo.

Una compañía de seguridad canadiense ya utilizaba las firmas cardíacas para identificación con un sistema de pulseras que registran el pulso como alternativa de las huellas dactilares.

Jetson partió de esos funcionamientos pero mejoró la técnica, ya que utiliza un sistema conocido como vibrometría láser para para detectar el movimiento de la superficie causado por los latidos del corazón.

El aparato del Pentágono usa un dispositivo que usualmente sirve para verificar vibraciones a distancia, como el funcionamiento de las turbinas eólicas.

Jetson también fue equipado con un cardán especial que fija un punto láser invisible sobre un objetivo fijo y es de un cuarto de tamaño que los lásers comunes.

El dispositivo detecta la firma cardíaca encima de prendas como una camisa, una playera o una chamarra delgada, pero no funciona con ropa más gruesa como un abrigo.

Jetson tarda alrededor de 30 segundos en dar una respuesta de identificación, así que por el momento solo funciona con sujetos sentados o quietos, pero no caminando.

De acuerdo con los desarrolladores del dispositivo, la firma cardíaca es mucho más efectiva que el reconocimiento facial, pues tiene una precisión del 95% y podría mejorarse.

Wenyao Xu, un investigador de la Universidad estatal de Nueva York, también desarrolló un sensor cardíaco, pero solo funciona a 20 metros y funciona con un radar.

Al igual que el Pentágono, Xu cree que la biometría cardíaca es más estable y precisa que la facial, a pesar de no contar con un dispositivo tan sofisticado como Jetson.

La desventaja de las firmas cardíacas es que todavía no se tiene una base de datos como en el caso de las caras o las huellas dactilares, pero con el tiempo se podrían crear bibliotecas de ellas.

El reconocimiento de latidos podría tener usos más que militares o de seguridad, pues también podría ser utilizado por la medicina para identificar afecciones cardíacas de manera remota.

Los hospitales también podrían monitorear el ritmo cardíaco de los pacientes sin necesidad de conectarlos a un monitor.