VECINOS DE 5 DE FEBRERO LANZAN UN SOS ANTE ACOSO DE INFLUENZA

60 SEGUNDOS

RAÚL GONZÁLEZ RIVERA  

VECINOS DE 5 DE FEBRERO LANZAN UN SOS ANTE ACOSO DE INFLUENZA  

La maleza rodea al Panteón Antiguo de la ciudad y los vecinos temen ser contagiados de influenza debido a las nubes del mosquito transmisor de la enfermedad, que viene a sumarse al ataque que sigue incidiendo del coronavirus en el país y el resto del mundo.

El viejo panteón, durante algún tiempo estuvo bajo la amenaza de ser destruido y en su lugar sería construido un parque público, por aquello de que un recinto en donde descansan restos humanos de miles de seres humanos, metido en el corazón de la ciudad, da una imagen para el cuestionamiento de quienes lo consideran innecesario.

En el curso del siglo XIX y principios del siglo XX, el Panteón Antiguo sería el recinto último para el descanso eterno de los auténticos xalapeños.

Allí descansa el prócer de la educación, don Enrique C. Rébsamen, y otros distinguidos xalapeños, no obstante que ya existía el panteón de Palo Verde en inmediaciones de Las Ánimas.

Y durante los primeros 50 ó 60 años del pasado siglo XX, la visita de familiares de quienes allí descansaban, era copiosa en los Días de Muertos, una verdadera fiesta entre lo cívico y lo religioso.

Sin embargo, un día, el régimen municipal, seguramente siguiendo instrucciones del gobierno estatal que estaba a cargo del economista Agustín Acosta Lagunes, hizo circular en un boletín de prensa que sería destruido el Panteón Antiguo, que se localiza en el crucero que conforman las calles 5 de Febrero, 20 de Noviembre y Landero y Coss, y que en su lugar se edificaría un parque para la recreación familiar.

En el mismo informe se anunciaría, a manera de petición, que los deudos de seres cuyo descanso eterno lo tenían precisamente en el antiguo cementerio, procedieran a solicitar su exhumación y que se les trasladara a alguno de los cementerios, como era el de Palo Verde o el Panteón Xalapeño, lo que al conocer esta especie provocó en gran parte de la sociedad  enojo, indignación y rechazo.

Seguramente la autoridad municipal escuchó al pueblo y dio marcha atrás al proyecto, que dejaría a Xalapa sin la existencia de su cementerio emblemático.

Obviamente, numerosas familias hicieron lo suyo, sacando de sus mausoleos y tumbas los restos de sus difuntos, pero hubo también otras más que no lo hicieron y allí continúan como fieles testigos de que su recinto sagrado continúa vigente, aunque sin estar abierto a la sepultura de más restos de seres humanos.

Con el paso de los años, la alcaldesa Elizabeth Morales García y el alcalde Américo Zúñiga Martínez celebraron la fiesta anual de los muertos en los interiores del mencionado panteón, con afluencia de varios miles de familias de la ciudad y otras tantas procedentes de diversas entidades del interior del país.

Empero, la maleza va hundiendo a la vista el panteón, sus tumbas y mausoleos, lo que aterra a los vecinos de varias colonias aledañas al mencionado recinto, por la amenaza que del mosquito transmisor de dengue y la influenza, las dos enfermedades que junto con el coronavirus mantienen con el Jesús en los labios a millones de compatriotas. 

BIEN VISTO, QUE METAN AL REDIL A LAS GRÚAS Y SUS OPERATIVOS

En una ciudad como Xalapa, con calles angostas, cortas, de subidas y bajadas y viviendas sin contar con un aparcamiento vehicular suyo, los operativos que llevan a cabo las grúas resultan molestos, vergonzosos y de verdaderos asaltantes, enfundados con la mascarilla de que están ayudando a descongestionar las arterias públicas y volverlas transitables para el grueso de los seres humanos.

La alcaldesa Elizabeth Morales, de plano se negaba a ordenar que las grúas ingresaran a las calles para levantar automóviles supuestamente mal estacionados, porque lo aclaraba a su vez, que Xalapa carece de una regulación ad-hoc con el crecimiento demográfico que auguraba la ciudad, en los primeros años del siglo XX. 

Tampoco los estacionamientos públicos son suficientes y difícilmente alguno de estos negocios ofrece espacios amplios, bien cuidados y que garanticen al automovilista que resguardarán su vehículo tanto de posibles siniestros que pudieran ocurrir en dichos lugares, o que los rateros entren y asalten a sus cuidadores, llevándose las unidades bajo su resguardo. 

Desde hace ya varias administraciones municipales y estatales del pasado inmediato, el estacionamiento vehicular está prohibido para los automovilistas particulares, lo que les coloca en un verdadero viacrucis, porque no saben hacia dónde encaminar pasos y resguardar sus automóviles, en tanto, por caso, las arterias que conforman el centro de la capital sirven de aparcamiento para los automóviles y camionetas a cargo de funcionarios públicos. 

Si un automovilista del común se atreve a aparcar su vehículo, inmediatamente aparece el servicio de grúas, carga con éste y con todo conductor muchas veces, porque sabe este último que si permite que se lleven su unidad, lo más seguro es que cuando vaya a recogerla del corralón al que fue llevada, lo más seguro es que haya sufrido un parcial o total desmantelamiento, del cual nadie de la empresa de grúas se responsabiliza y mucho menos paga su reparación respectiva. 

La llamada Atenas veracruzana, según los políticos, tiene en el manejo del tránsito vehicular por sus calles y avenidas un gran compromiso, que debiera sustentarse en un régimen de la educación vial y que ésta incluya precisamente el reordenamiento del estacionamiento en nuestras arterias públicas.

Y por otro lado, se tendría que buscar la alternativa de contar en la ciudad, con estacionamientos públicos adecuados y funcionales, los cuales no se tienen, y que sus tarifas no las apliquen sus explotadores a placer, sino que alguna instancia municipal los regule y reglamente, además de que los obligue a cobrar justamente lo que se debe en una ciudad donde predominan  burócratas de medio pelo, académicos y estudiantes.

La 4T sigue sin dar color en lo que hace al menos en este renglón, que bien valdría la pena que se modernizara, pero además que deje de operar por la libre, atracando a los automovilistas y sus clientelas, como son los que caen sus redes al realizar rondines de supuesta vigilancia y levantamiento de vehículos en calles y avenidas, que de manera anticipada pareciera que estuvieran destinadas a los operativos de las firmas dueñas de las grúas, para realizar los atracos de que cotidianamente se quejan y lamentan los automovilistas locales. Esperemos.

MC Y PRD TIENEN LA OPORTUNIDAD DE JUGAR EN SERIO POR LAS CURULES

Si Movimiento Ciudadano y el Partido de la Revolución Democrática quieren, están frente a la posibilidad de contender en serio por las 15 gubernaturas y las  diputaciones federales, en los próximos comicios electorales que tendrán lugar en este país el próximo año de 2021.

El PRI, júrelo usted que está recibiendo la lluvia de palos particularmente por parte de sus propios correligionarios.

Hay diez gobernadores del pasado que o están presos en alguno de los reclusorios del país o se encuentran huyendo de las fauces del poder judicial, acusados de cometer actos que encuadran en el rubro de la delincuencia organizada, otros ilícitos de los denominados de cuello blanco y por supuesto, los que se dedicaron a saquear los fondos públicos de sus propias entidades.

De que hay priistas con gran valía, seguramente, pero en dónde están, que guardan silencio absoluto y siguen sin salir en defensa de su máximo jefe, el ex presidente Enrique Peña Nieto, o en favor de la señora Rosario Robles Berlanga con menos asegunes que aclarar que el señor Emilio Lozoya y a la que han negado hasta en cuatro ocasiones los amparos solicitados a la justicia federal, para poder defenderse desde la comodidad de su propia residencia.

En Veracruz, Héctor Yunes Landa goza de presencia, disfruta de buena imagen como socio tricolor, ya ha sido senador de la república, ahora es diputado federal, fue dirigente estatal del PRI y anteriormente ha sido subsecretario de gobierno en dos sexenios, de los cuales salió limpio de ser involucrado en actividades de corrupción.

Yunes Landa fue el único que desde la trinchera priista exigió al ex gobernador Javier Duarte se entregara a las autoridades judiciales y respondiera por una denuncia presentada en su contra, que lo encontraba culpable de haber provocado un faltante que rebasaba los cien mil millones de pesos de la caja de caudales del estado de Veracruz.

Le pedía que aclarara la grave acusación que provocaba necesariamente un mayor empobrecimiento de los ciudadanos veracruzanos y de que un millón de trabajadores prácticamente huyera del país por falta de oportunidades, hacia los Estados Unidos de Norteamérica.

Por cuanto a presencia, Movimiento Ciudadano la mantiene viva, gracias al trabajo personal del también legislador federal y líder Dante Delgado Rannauro, acaba de fijar su postura de cara a los gobiernos federal y estatal de Veracruz, lo que se sobreentiende como un arranque de actuaciones por su parte, con vistas a presentar candidatos a las 15 gubernaturas que serán sometidas al escrutinio popular el año entrante de 2021 y por supuesto las curules ante la cámara baja al Congreso de la Unión.

Dante como gobernador de Veracruz realizó el mayor número de obras y servicios materiales en beneficio de los veracruzanos, según se cuenta, a la par de cuanto brindó el sexenio de Acosta Lagunes en la entidad.

Si el PRI se hundió y nadie de sus correligionarios lo defiende, ni hablar y, por cuanto al PAN, éste enfrenta una feroz batalla con los hombres que ostentan el poder central, lo que le mantendrá bastante abstraído de poder participar con alguna certidumbre en la próxima contienda electoral en la lucha por curules y gubernaturas. Esto dicen los malvados. Al tiempo. Es todo.