EL MAGNATE CONSERVADOR VS. JOE BIDEN, EL DEMÓCRATA

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

EL MAGNATE CONSERVADOR VS. JOE BIDEN, EL DEMÓCRATA

En los Estados Unidos arranca de hecho la campaña que promete ser un tanto reñida y con numerosos actos de agresividad, sobre todo por parte del magnate que no creía llegar a ser presidente, pero que en un momento de debilidad el cuadro de políticos del partido demócrata perdió a manos del poderoso hombre del  billete verde y llegó a la Casa Blanca.

                Ahora depende de los respectivos equipos de campaña, que su gallo vaya a conquistar el voto de los gringos.

                La contienda no será fácil, dado que uno de los púgiles del cuadrilátero de la batalla electoral gusta de ser rijoso, distinto a cuantos políticos han ocupado la tribuna en suelo yanqui, para expresar un discurso o llamar a sufragar en las urnas electorales, por su candidato.

                Estados Unidos ya no es la potencia que muchos siguen creyendo. Los tigres del mundo asiático estarán atentísimos al cómo se va a desarrollar esta nueva contienda para Trump, la primera por el voto yanqui, del ex vicepresidente con Barack Obama.

                Trump, es todo un personaje, cuyo manejo en el discurso suele hacerlo con un singular sello de ser radical. El gobierno mexicano, ha optado por reservarse cualquier opinión en torno a la contienda del coloso vecino del norte, no obstante que el abanderado del partido Republicano insiste en cerrar la frontera con México.

                También ha repetido insistentemente que  el muro lo pagará el país azteca, que sacará a los indocumentados mexicanos de suelo norteamericano, que les eximirá a indocumentados que reciban servicio médico y educación gratuitos y pone el dedo en la llaga purulenta que representa el flujo impresionante de drogas enervantes, que cruzan por territorio de México para llegar al consumo de los gringos de manera pavorosa.

                En síntesis, en esta nueva campaña de Donald Trump, el temor de los aztecas a que cumpla su rosario de amenazas, queda muy lejos de verse cumplida. Son cuestiones que suelen engañosamente manejar los candidatos en cualquier parte del mundo, con el afán de convencer a un electorado que ve más hacia los hombres, que a reflexionar sobre la existencia de los partidos políticos.

                El país campeón de la democracia, se alista a presentar una campaña que para los ojos de espectadores gringos y foráneos está muy clara. Los demócratas tratarán de vender a través de la persona de Joe  Biden, la imagen y el recuerdo de Barack Obama, como el líder bueno que fue, pero inexperto al arribar a la Casa Blanca, como su inquilino y,  en el caso de Trump, los norteamericanos lo conocen perfectamente como un personaje duro, sin escrúpulos, belicoso, mentiroso, engañoso  y testarudo a más no poder, pero bien visto por los blancos de la unión americana.

                La expectativa de los mexicanos de aquí y de quienes radican en las ciudades gringas, es que gane a ciegas Joe  Biden, no obstante que los aztecas que se fueron a radicar hace medio siglo a sus tierras, están severamente comprometidos con el señor Trump. E inclusive, consideran analistas que es más desconfiable lo que en un momento pudiera  hacer de los mexicanos viviendo en suelo yanqui, el ex vicepresidente Biden, quien se ha cuidado hasta el extremo de definir cómo sería su trato hacia México, en caso de llegar a la Casa Blanca como su principal huésped.

                Muchos lo olvidan, pero sí de deportados aztecas se trata, con Barack Obama la cifra fue muy superior a la que ostenta Trump, en ese contexto, lo cual confirma que sea uno u otro, ni la menor  duda de que México y Estados Unidos vayan a seguir siendo vecinos distantes, jamás hermanos, por favor.

SIN SOLUCIÓN, TANTO GENTIO Y LA CONTAMINACIÓN EN ESTA CAPITAL

                Todas las administraciones municipales cuando llegan a sus oficinas, en el estreno de su ejercicio administrativo, se lamentan de un Xalapa repleto de gente por doquiera, de la cual se carece la menor información de qué hace, hacia dónde se dirige cuando repleta o congestiona las calles de la ciudad y el colmo que se ignore el porqué de una circulación calculada en miles de automovilistas, cuando no hay calles para su aparcamiento y los estacionamientos públicos, se caen sin carros que resguardar, sobre todo en estos días de pandemia y crisis económica.

                En las administraciones de Elizabeth Morales y Américo Zúñiga, inclusive trajeron a expertos urbanistas nacionales y extranjeros, con la indicación de que dieran una solución al panorama a todas luces de convertirse la ciudad, en un aparatoso espectáculo, propio de las rancherías sin ningún control para dirigir su tránsito vehicular, ordenar su crecimiento demográfico y evitar las construcciones que más afean que embellecen el rostro sobre todo que debiera presentar la capital del estado de Veracruz.

                Por supuesto, que todas fueron buenas intenciones, que a la postre concluían con que esos expertos tuvieron que retornar a sus lugares de origen, cargarse con los billetes del erario público municipal, pero con la pena-advertían algunos- de que les faltó tiempo para dilucidar sobre la propuesta de un plan que permitiera a la ciudad desfogar sus calles y transformarlas en rúas  junto con sus parques en espacios para el confort de las familias.

                Nada de esto se dio. Y para fortuna de los ediles, se llegaba el término de sus gestiones y volteaban la página que en algunos casos, no les permitió-si tuvieron algún pudor-como quiera conciliar el sueño por largo tiempo posterior a su gestión edilicia. Seguramente, nada es fácil, pero más como decirle a la ciudadanía que no se pudo, que el cambio prometido solo quedó en una buena intención, pero que los tiempos y las necesidades se lo impidieron.

                Ahora con la pandemia, menos los condominios prometidos y acabar con la ciudad rehén de los taxistas como se dijo, menos aún resolver la constante de marchas, protestas públicas y tomas de la plaza Lerdo, las pintas en el viaducto del parque Juárez y la cascada de tóxicos, ruidos, lo que le da a la capital uno de los primeros lugares en el país, en lo que corresponde a contaminación del medio ambiente.

                Todo como en el pasado, sigue igual. El cambio antes, la transformación ahora, que en duda. Esperemos.

EL 2 DE OCTUBRE NUNCA VA A OLVIDARSE EN MÉXICO

                Con esta fecha,  se cumple otro año más de la barbarie cometida por el gobierno federal en contra de los estudiantes.

                El 68 marcó la diferencia entre el país posrevolucionario y el régimen presidencialista, no obstante que ya habían ocurrido en este país, dos movilizaciones sociales también de relevante trascendencia como fue la protesta de médicos y la de ferrocarrileros. En ambos sucesos, el régimen persiguió, golpeó, encarceló y se ofreció como tal, virulento, criminal y prepotente.

                Cuando se recuerda el 68, se alude generalmente a la mayor masacre ocurrida en el país, después del estallido revolucionario de 1910 y poco se cita lo que ocurrió en la provincia del México convulso, no obstante que la gresca igual alcanzó entidades del interior, como fue la veracruzana.

                Xalapa llevaba semanas y varios meses de ser parte del conflicto. Lo que se pedía en el movimiento, podría advertirse ahora como un anhelo de niños, como era el hecho de que el poder público dejara de ejercer con sadismo y violencia.

                Aquí la gente entendió perfectamente el movimiento estudiantil, apoyándolo y empujándolo a que continuara exigiendo al régimen un mínimo de libertades con la garantía de  que nadie más fuera perseguido, detenido, torturado y encarcelado.

                Sin embargo, tras semanas de lucha estudiantil, mítines, manifestaciones de protesta, a las que se sumaron académicos, intelectuales, amas de casa y un resto de la población en general, la lucha en esta provincia sufría la arremetida del gobernador Fernando López Arias y su secretario de gobierno Rómulo Campillo Reynaud.

                Las plazas Lerdo de esta ciudad y el zócalo del puerto de Veracruz, lucieron con llenos completos. Líderes, profesores, estudiantes y gente del pueblo, elevarían sus voces para condenar el vasallaje con que irrumpía el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz.

                En esta localidad, el amago con acabar de manera brutal el movimiento, lo encabezó López Arias y su cuerpo de granaderos y los elementos  de la feroz dirección general de servicios especiales.

                Amagaba el gobernador López Arias con detener y consignar ante autoridades judiciales la protesta estudiantil y advertía voz en cuello, que debía sumarse al pedido del régimen federal, porque se trataba de un atentado contra el país, con fiera enconada desde el exterior de México. Cosa de todos sabida como un invento del calenturiento cerebro de los miembros del gabinete y cuerpos policiacos de la administración priista federal.

                El resultado o consecuencia, fue la andanada bélica contra estudiantes, que solamente habían elevado su voz, para pedir lo mínimo en un supuesto régimen democrático.

                Xalapa, sus estudiantes y profesores, igual, se sumaron al coro de la protesta, la única que el pueblo hasta ese entonces había saludado y vitoreado como justa y válida. Es Todo.