Tribulaciones desde la pandemia…

Luigi Vampa

Muchas veces los días fueron 24 horas; de soledad, de júbilo, fueron besos y susurros, fueron ilusiones y desengaños; y esos días se hicieron años coloridos como arcoíris, años de fuego y de cenizas, años grises, nublados  con llovizna, años soleados y ufanos, años de correr con los brazos abiertos con la cara al viento, buscando cumplir nuestros sueños.

Hoy, las horas no tienen cabida en un reloj o un calendario, 24, 48, 72, qué más da. Solo es tiempo que pasa sin propósito, más murmullos que besos, más desengaños que anhelos, solo cenizas sin fuego; años lejanos, años vacíos sin estíos, solo otoños y letargos, años de dormir sueños y soñar que mañana quizás despertaremos.

Estoy tan cansado que ya no siento los días; ya no siento los años…