MURIÓ EL GENIO DE LA NOVELA NEGRA, FRANCISCO HAGHENBECK

  • Referente imprescindible de la trama policiaca y de la gráfica, inspiró la serie Diablero; falleció ayer a los 56 años, de covid-19.

Falleció ayer el narrador, guionista e historietista mexicano Francisco Haghenbeck (1965-2021), autor de una prolífica obra literaria y referente imprescindible del género policiaco.

Creador incansable de novela gráfica, en 2018, su novela El diablo me obligó fue adaptada por la plataforma de streaming Netflix bajo el título Diablero, dirigida por José Manuel Cravioto.

Hacia las 13:00 horas, amigos y familiares informaron el deceso del autor de Trago amargo y Por un puñado de balas , quien falleció a causa de covid-19, luego de permanecer varios días hospitalizado.

Haghenbeck también es autor de El código nazi (2008), El libro secreto de Frida Kahlo (2009), La primavera del mal (2013) y Querubines en el infierno (2015).

También fue coescritor y cocreador de cómics como Crimson y autor de Alternation, y es el único mexicano que ha escrito una versión de Superman para DC Comics.

UN DÍA TRISTE

Luego de que se conociera la noticia, escritores como Martín Solares, Bernardo Fernández Bef y Tanya Huntington expresaron sus condolencias en redes sociales.

Es un día muy triste para la literatura negra escrita desde México y disfrutada en todo el mundo. Falleció el gran Francisco Haghenbeck. Creador de uno de los detectives más excéntricos y divertidos que hayan surgido aquí: Sunny Pascal, norteamericano radicado en México”, expresó Martín Solares.

Y agregó: “Por su talento para sustituir cocteles y crimen por romance y recetas, Trago amargo, la primera aventura de Sunny, es una obra maestra del género escrito en español: el equivalente en literatura policial de Como agua para chocolate. Adiós, Paco. Nos duele tu partida”.

Bernardo Fernández lo definió como “un narrador todoterreno que lo mismo escribió novela policiaca que fantasía, cómics que literatura juvenil. Ha sido el único mexicano que escribió un guion para Superman”.

Y lamentó que dejara en el tintero una nueva novela de Sunny Pascal y un cómic sobre Goyo Cárdenas.

Por su parte, la poeta y traductora Tanya Huntington recordó que desde antes de que le confiara la traducción de Trago amargo, eran buenos amigos.

La última vez que lo vi fue cuando me dio pases para el estreno de Coco, aquí en Bellas Artes, porque sabía que a mi hijo le iba a gustar. Buen viaje, querido Haghenbeck. Te extrañaremos”, expresó.

Y rememoró que durante su última correspondencia Haghenbeck la invitó a su casa en Tehuacán, Puebla.

“Me ilusionaba la idea de pasar un par de días allí, en Tehuacán, para hacer visita y retratar a los cactus locales”.

Por último, el escritor Hilario Peña destacó el legado de su obra.

Se nos adelantó Paquito. Talentosísimo amigo que siempre le plantó cara a la adversidad, sin perder nunca su capacidad de asombro ni la generosidad con sus colegas y lectores (…) Nos quedan sus maravillosos libros, para devorarlos y comentarlos”.

 CADÁVER EN LA MIRA

 En 2019, Haghenbeck charló con Excélsior sobre su visión de la novela negra y lo que refleja de manera inevitable.

La novela negra examina la descomposición de un país que se diseca y lo disecciona como si se tratara de un cadáver sobre la plancha del forense, en donde cada relato explora las causas de su defunción”, dijo.

En aquella charla recordó que, a principios del siglo XXI, existió un declive del género negro en México, mientras la novela histórica atravesaba un repunte estrepitoso.

Pero hubo eventos que propiciaron esa caída, como el ambiente político, la llegada de una falsa alternancia y la desilusión social, así como un fenómeno adverso del mundo”, expresó.

Y mientras el mercado internacional volteaba los ojos a un alud nórdico de novelas policiacas, como las de Stieg Larsson o Henning Mankell, la narrativa (mexicana) se obsesionó con los libros de índole histórica”, aseguró el autor que ha sido definido por Bernardo Esquinca como un narrador lleno de ironía y atrevimiento.

 Ningún género le es extraño a F.G. Haghenbeck. Su misión es romper las convenciones de la literatura mexicana con ironía y atrevimiento para entregarle al lector historias que lo estremecerán hasta los huesos”, aseguró.