Desatinocracia

Desatinocracia

Por Juan Baizabal

Iniciadas las campañas electorales federales más grises y sin gloria en el país, los candidatos compiten contra un panorama desalentador inimaginable, una pandemia sanitaria que ha causado daños colaterales en todos los estragos de la población.

A un año del “quédate en casa”, “guarda distancia”, “sanitízate”, parece que no hemos aprendido la lección, pero el gobierno mucho menos y ahora los partidos políticos no se quedan atrás, se perfilan en esta campal batalla sin o con una estrategia fallida.

Es claro que el electorado quiere soluciones, busca propuestas lógicas, su realidad es una lucha diaria, arriesgan su vida, desafían al Covid-19 por llevar qué comer a casa, viven una perfecta encrucijada, los asechan los precios elevados de la despensa básica, luz, agua, gas, internet, el transporte, la gasolina y por si fuera poca la recaudación de impuestos por parte del gobierno.

Sin embargo, el detalle no para aquí, hay que sumarle los gastos médicos de aquellas personas que se han contagiado y son sobrevivientes de Coronavirus, los gastos funerarios de quienes lamentablemente se nos han ido, la compra de antibióticos y medicamentos para la cura de cualquier otro padecimiento, exámenes clínicos, consultas médicas generales y de especialistas, debido al carente servicio de salud con que contamos.

Mientras esto pasa, los partidos políticos se aferran al poder, clavan sus garras al erario público, hacen pactos y alianzas impensables, cambian de bando y se suman a otra fuerza para preservar el registro. Al final ninguno se salva.

No hay una estrategia de campaña que abone a las demandas de la sociedad. Acuden a los señalamientos, regresan al pasado y le apuestan al divisionismo, no se percatan que el electorado ya conoce el circo, maroma y teatro. Se piden acciones concretas, la demagogia debe quedar atrás.

La población castiga, vota por convicción, pero también lo hace en contra, y nuestro estado es ejemplo de eso. En 2016, los veracruzanos votaron en contra del PRI, de esta manera el PAN tuvo su oportunidad, sin embargo, los errores de Miguel Ángel Yunes Linares, una administración que centró sus esfuerzos en la persecución de priistas y que se olvidó de su principal función, la de gobernar.

Para 2018, el fracaso panista era irreversible, y si le sumamos el efecto Andrés Manuel López Obrador, ya conocemos el resultado. MORENA llega a la gubernatura, la tercera alternancia de poder en Veracruz, un proceso único en el país.

¿Será que para este 2021 los veracruzanos castiguen al partido en el poder? Esta pregunta la podremos contestar el próximo seis de junio.

Juanhedezbay@hotmail.com

*Estudiante de Doctorado en Ciencias Políticas.

Maestro en Alta Dirección con Especialidad en Administración Pública.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación.