Veracruz, segundo lugar nacional en desnutrición

  • Fracasa estrategia del DIF Estatal.
  • ¿Dónde están los cientos de millones gastados en Asistencia Alimentaria y Atención a Población Vulnerable?

Xalapa
El fracaso en la estrategia para Asistencia Alimentaria, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Veracruz) a cargo de su directora general Rebeca Quintanar Barceló y de la directora de Atención a Población Vulnerable, Nítzia Araceli Guerrero Barrera, hija del Subsecretario de Finanzas y Administración, Eleazar Guerrero Pérez; ha quedado plenamente evidenciado y surge la pregunta: ¿Dónde están los cientos de millones gastados en Asistencia Alimentaria y Atención a Población Vulnerable?

El estado de Veracruz se ubica como segundo lugar a nivel nacional en casos de desnutrición, con casi 3 mil diagnósticos en lo que va de este 2021, sólos superado por el Estado de México cpn 4 mil 30 casos.
La cifra de Veracruz muestra un incremento con respecto a 2020, primer año de la pandemia causada por el virus SARS-Cov2 y que representó un aumento de casi mil casos al pasar de 2 mil 2 en ese año a 2 mil 937 en éste.
El comportamiento es consecuente con la advertencia que hizo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con relación al agravamiento de esta condición entre los veracruzanos a raíz de la pandemia.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, a nivel nacional este año se han sumado 37 mil 623 nuevos casos de desnutrición, casi 8 mil casos más que en 2020.
En el caso de Veracruz es la desnutrición leve la que más diagnósticos reporta con 2 mil 353, le sigue la moderada con 408 y la severa fue detectada en 176 personas durante este año.
Lo anterior es reflejo de que en Veracruz el 88 por ciento de los 8 millones 62 mil 579 veracruzanos no tiene acceso diario a la ingesta de frutas y verduras, alimentos indispensables para contar con una dieta equilibrada; además, casi el 60 por ciento no tiene seguridad alimentaria y diversa.
Esto quiere decir que en el estado la mayoría de la población no come adecuadamente, y esto se debe en buena medida a factores como el ingreso de la familia, ya que de acuerdo con el Coneval el 78 por ciento de la población ocupada tiene ingresos de apenas dos salarios mínimos.
Esto es, poco más de 3 mil 600 pesos para satisfacer sus necesidades como alimentación, salud, transportación, vivienda, entre otras.