El guajolote en mole: inigualable

  • Por su costo, se va perdiendo una ancestral tradición.         

Amadeus Olivarex

Martínez de la torre, Ver.

El guajolote en mole es una tradición ancestral inigualable que, debido al costo de una de esas aves, también va perdiendo presencia, pues se cotizan en alrededor de mil pesos, “ya llegadito y con escobillo en el pecho”, se ofrece.

Ha sido el plato principal en bautizos, bodas, en recepciones a políticos o funcionarios públicos; la pierna para el compadre; la pechuga para el más comelón; y la sabrosa “papada “del también llamado “totol”, para el invitado especial; ya ni se diga en alerón, servido en arroz y acompañado de tortilla echa a mano, en comal y con leña de alguna variedad de cítrico.

En la celebración del Día de Muertos pudo verse a personas que cargaron con su “totol”, manteniendo viva tradición tan especial, porque se va convirtiendo el guajalote en una especie en extinción, no únicamente por su precio, sino porque a las nuevas generaciones ya les gusta ni probar esa carne, tampoco la de “gallina de rancho”, bien maiceada, al igual que rechazan el consumo de tales huevos, dando preferencia a las aves y sus huevos cultivados en granja.