Localizan vestigios de la Colonia en el Panteón de San Fernando

  • Expertas del INAH hallaron una serie entierros del siglo XIX y cerámica vinculada con la ceremonia del Fuego Nuevo.

CIUDAD DE MÉXICO.

Investigadoras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportaron ayer la recuperación de 17 entierros de la época Colonial, detectados durante una inspección en las inmediaciones del Panteón de San Fernando de la CDMX.

De acuerdo con la coordinadora de las excavaciones arqueológicas, Nancy Domínguez Rosas, y el antropólogo físico Eduardo García Flores, adscritos a la Dirección de Salvamento Arqueológico, dichos entierros se localizaron bajo el piso de la acera frontal del panteón durante la supervisión de las labores que efectúa personal de la Secretaría de Obras y Servicios de la capital, para la introducción de cableado eléctrico.

Para la colocación del ducto maestro, detalló, fue necesario levantar la piedra braza que cubre la banqueta en el tramo de la calle Héroes a la Plaza San Fernando, en donde aparecieron los entierros a profundidades de 27 a 80 centímetros.

Los entierros, abundó la experta, contenían los restos removidos de varios individuos inhumados dentro del recinto funerario, cuya extensión original en el siglo XIX abarcaba hasta la calle San Fernando.

En días pasados, Domínguez Rosas también reportó, a unos pasos de esta zona, el hallazgo de un basurero prehispánico, del cual recuperaron materiales prehispánicos y coloniales.

Se trata de malacates para hilar, navajillas y raspadores de obsidiana verde del Cerro de las Navajas (en Hidalgo), sellos, figurillas antropomorfas, cajetes, molcajetes y demás cerámica asociada a las fases Azteca III (1430-1500 dC) y Azteca IV (1500-1521 dC).

Durante las labores de supervisión iniciadas desde mayo pasado, detalló la experta, en las inmediaciones del Templo de San Hipólito, se han localizado basureros que datan de la época prehispánica.

Así como restos de pisos y muros del otrora complejo conventual, y una gran cantidad de vestigios arqueológicos de los periodos de contacto, colonial, decimonónico y del siglo XX.

Además, revelaron que parte de los materiales obtenidos proceden de basureros prehispánicos relacionados con la ceremonia del Fuego Nuevo.

Dicha ceremonia marcaba la conclusión de un ciclo de 52 años y el inicio de otro en el calendario mesoamericano, momento en que los mexicas se deshacían de lo viejo para dar espacio a lo nuevo.

Por último, destacaron el descubrimiento de un piso relacionado con el conjunto conventual de San Hipólito, uno de los primeros edificios coloniales de Ciudad de México donde Bernardino Álvarez fundaría el primer hospital psiquiátrico de América Latina, en 1567.

Sin embargo, durante el Porfiriato, alrededor de 1890, todo este complejo se vio reducido a una cuarta parte de su extensión original.