Por EL CIUDADANO
“PREGÚNTENSE, NO LO QUE SU PAÍS PUEDE HACER POR USTEDES, SINO LO QUE USTEDES PUEDEN HACER POR SU PAÍS”
John F. Kennedy
Es un enorme placer éste 20 de enero de 2022 saludar a nuestros amables lectores, recordándoles a manera de efemérides, el contenido del mensaje del discurso en la toma de posesión de John F. Kennedy hace tan sólo 61 años.
“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tú país”, sin duda es un gran mensaje de consciencia ciudadana y que los individuos debemos formularnos cada día al despertar, y no tan solo al hablar de nuestro país, sino al hablar de nuestra familia, nuestros vecinos, nuestros amigos y obligadamente de nuestro PLANETA y por qué no, hasta preguntarnos ¿Qué podemos hacer por nosotros mismos?
¿Qué podemos hacer nosotros como individuos?; En nuestro paso por esta vida, el ser pensante, el ser libre, implica que tomemos a cada momento, decisiones en base a nuestro libre albedrio, ¡qué maravilla! somos DUEÑOS DE NUESTRA DECISIÓN de que hacer y también de nuestro no hacer. El pasado no lo podemos cambiar, en cuanto al futuro podemos planearlo, pero jamás seremos dueños de ello, pues nuestra mente y acciones no tienen poder sobre lo que sucederá. En cuanto al presente, es acaso ese brevísimo instante que tenemos para decidir SI HACEMOS LO CORRECTO.
Están nuestras decisiones de no hacer nada, bajo el argumento de un mal entendido respeto, y que debemos dejar que las cosas sean como son, aunque en nuestra consciencia y de acuerdo a los principios heredados por nuestros ancestros, nos grite en nuestra mente que eso o aquello está mal y por temor a ser juzgados por los demás como irrespetuosos, no somos capaces de expresar nuestros puntos de vista. Recordemos que existe una ley no escrita pero que es infalible e inequívoca y me refiero a la ley de la CAUSALIDAD. Toda causa es producto de una acción, llámese un hacer o un no hacer, me refiero al actuar del humano que como resultado de ello tiene un efecto en el mundo exterior, positivo o negativo.
Respetar a los demás, no significa quedarse callado o inactivo ante su actuar, si estamos convencidos que aquello está mal, significa que, evidentemente con las palabras indicadas y habiendo reflexionado en el efecto que estas causarán, tenemos la responsabilidad como personas, de expresarnos y si es posible debatir nuestras ideas ya que nadie es poseedor de la verdad absoluta.
El silencio, es sabiduría cuando no tenemos algo bueno que decir, o no sabemos del tema, pero el silencio también es irresponsabilidad cuando tenemos la obligación ineludible de defender aquello en lo que creemos, no debemos guardar silencio cuando se afecta aquello que amamos. Debemos unificar nuestro pensamiento a nuestras palabras y estas a nuestro actuar, inspiremos a nuestros jóvenes en la búsqueda de un mundo mejor. Hasta la próxima.
