XALALA SIGUE SIENDO REHÉN DE UN TAXI CARO, MALOLIENTE Y RIESGOSO

  • “En los momentos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento”: Albert Einstein

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

XALALA SIGUE SIENDO REHÉN DE UN TAXI CARO, MALOLIENTE Y RIESGOSO

La única declaración válida de la anterior administración municipal, fue aquella cuando el señor Hipólito Rodríguez dijo que Xalapa era rehén de los taxistas, pero no hizo nada para solucionar el caos vial, la anarquía en los servicios de transporte humano y mucho menos propuso y llevó a cabo las tantas promesas de campaña en el sentido de ofrecer un taxi y un autobús urbano confortable, barato, limpio y justo.

                Todavía al iniciar este siglo, Xalapa, apenas rebasaba los dos mil taxis, pero con el penúltimo régimen priista la situación del servicio en cuestión aumentó hasta en 18 mil taxis rodando anárquicamente por las calles de la ciudad.

                La escena se volvió caótica, debido a que Xalapa es una ciudad surgida de la improvisación, ninguna autoridad reguló su crecimiento poblacional, ni fijó un diagnóstico sobre colonias, barrios, calles y avenidas que tendría con el paso de los años.

                Rafael Téllez Muñoz, alto funcionario del gobierno de don Rafael Murillo Vidal, en aquellos ayeres hacía pronósticos reservados, porque si lo escuchaban sus jefes, quizá lo habrían cesado de sus funciones oficiales, pero advertía que así como se había construido el fraccionamiento Veracruz, tendría que hacerse en el porvenir, porque de lo contrario, en 50 años más la capital bien podría colapsar.

                Quienes pudieron testificar lo anterior, fingieron como que no lo escucharon, pues eran también funcionarios de las áreas de obras públicas y comunicaciones. Inclusive, un ingeniero civil, simpaticón, bajo de estatura, que se mofó de Téllez Muñoz, diciendo que éste desvariaba porque Xalapa no tendría tal crecimiento demográfico. La población no rebasaba los 70 mil habitantes en ese momento y el número de colonias se contaba sumando si acaso los dedos de las dos manos.

                Los servicios de transporte de pasajeros, los cubría   totalmente la cooperativa de camioneros del servicio urbano, con sus autobuses en colores verde, los de primera clase y rojo los de segunda, sus conductores solían ser respetables caballeros, entrenados para conducir las pesadas unidades, amén de gozar de un don de gentes en la atención a los usuarios, todo sin prisas ni mordaces bromas que ahora hacen muchos choferes de sus clientelas.

                El taxi, era comparado hasta con lo mejor que se prestaba también en la ciudad de México. Automóviles de modelos importantes como Ford, Chevrolet, Valiant, Dodge y sus conductores, personajes que conocían la ciudad, como la palma de su mano, corridas sostenidas por tarifas que satisfacían lo mismo al burócrata, que al académico y al estudiante. Sus bases eran conocidas como sitios de alquiler y había cuatro en el centro, otro en Avila Camacho y uno más en la avenida Revolución, cerca de la antigua terminal de autobuses de la Flecha Roja, actualmente AU.

                Los últimos alcaldes priistas de la ciudad Elizabeth Morales y Américo Zúñíga, pretendieron darle un giro al taxi, con la aplicación de programas como “yo leo en taxi” y formar un cuadro de diez conductores bilingues, por aquello que algunas veces llegan gringos a Xalapa, pero en ambos proyectos fracasaron. La mafia del taxi no lo permitió y desde entonces se acentuó la existencia de un servicio improvisado, pésimo, maloliente y con choferes mayoritariamente de alto riesgo para la seguridad de los usuarios.

 El radiotaxi, pudo ser la solución, pero los conflictos internos, están por desollar definitivamente el negocio y una de las actividades necesarias para una parte de la población, pero que no se avista por donde pueda recomponerse en beneficio de aquella. Esperemos.

RESTAURANTES Y ESCUELAS DEBEN ABRIRSE A LA VENTILACIÓN, PARA EVITAR EL CORONAVIRUS

Abrirse a las banquetas y mitad de las arterias públicas, como en las ciudades mejor urbanizadas del país, es la meta de los restauranteros y los edificios que prestan servicios escolares a los niños y adolescentes, preferentemente, con miras a evitar los contagios de las epidemias que llegaron para quedarse, porque su final no se le ve por ningún costado y en ninguno de los países donde inclusive se generó esta pesadilla para la humanidad completa.

Sin embargo, instalarse en las banquetas, en Xalapa, hasta los propios restauranteros se les antoja como un propósito poco menos que imposible. Debe tomarse en cuenta que las calles de la capital del estado, son cortas, angostas, la mayoría carece inclusive de banquetas y el asfalto de su arroyo de circulación vehicular apenas es el necesario para el tránsito de vehículos de motor.

La idea descabellada del pasado alcalde de la ciudad, de tratar de imponer los parquímetros en calles estratégicas como la avenida Murillo Vidal, por fortuna no se instaló, además, para los xalapeños y los ciudadanos que están de paso por la ciudad, los policías viales y los operativos de las grúas, se convirtieron en una experiencia de brutales consecuencias, porque más que regularizar u ordenar el tránsito, se dieron vuelo atracando y robando a sus víctimas.

Es decir, conforme a lo dicho anteriormente, y que lo difunde el común sobre la arteria pública, la transformación prometida del tránsito vehicular y peatonal, el uso de banquetas y la ventilación exigible en restaurantes, fondas y demás giros dedicados a ganar clientelas, cuando el sector salud acusa que las grandes concentraciones lo único que atraen es el virus que puede ser mortal para la vida de los seres humanos, sigue siendo una propuesta incumplida.

Hace unos días, el abogado Francisco Luis Sardiñas Salgado, (a) “El coño loco”, director de protección civil municipal, soltó una declaración que en boca de ex funcionarios públicos priistas, se difundió a lo largo de este nuevo siglo XXI, al volver a sentenciar que: “No vamos a permitir más construcciones en las zonas de alto riesgo”. En verdad, los xalapeños esperan que esto no sea más que una puntada repetitiva de las fallidas administraciones del pasado inmediato y el mediato también.

Por otro lado, volver a clases en una gran mayoría de planteles de todos los ciclos educativos, puede ser muy expuesto para la salud de los estudiantes, habida cuenta de que sus planteles carecen de puertas y ventanales bien ventilados, como lo exhiben aulas de numerosas escuelas aquí y en las municipalidades aledañas a esta capital. Al tiempo.

EN DÓNDE ESTÁN LOS ESTUDIANTES QUE A LA VEZ SE CAPACITAN LABORALMENTE

Estos días podría advertirse que son diferentes para los jóvenes en comparación aquellos años felices del pueblo veracruzano, en los que un joven estudiaba y trabajaba a la vez, ya que ahora con las becas-trabajo, se dice que están recibiendo, hay centenares formándose en alguna actividad laboral, la que combinan asistiendo a la escuela de enseñanza media, media-superior o inclusive la propia universidad pública.

Una anécdota que vale la pena recordar, aquí en Xalapa, cuando todavía había fábricas o talleres textileros, como la fábrica de Metálicas Galindo, con resonancia nacional, por las puertas y otras herramientas, diseñadas y elaboradas en fierro, las cuales distribuía a todos los confines del estado de Veracruz y el país, y paralelamente, abriría puertas también la fábrica de triplay Veracruz, con instalaciones propias sobre la avenida 20 de Noviembre, frente a la iglesita católica de la Piedad.

Corría el año 64-65 cuando el gerente o administrador de la firma mencionada, hizo una invitación inédita, consistente en contratar a un centenar de jóvenes estudiantes de preparatoria o la universidad, para emplearse en tareas de carpintería y ebanistería, pues la firma en cuestión se encargaría de elaborar las primeras puertas del estadio Azteca, que se había inaugurado en la capital del país.

Se dice que la invitación que hizo don Próspero Herrera, el administrador de la fábrica de puertas de madera fue inédita porque era la primera y única ocasión que en cien años una firma empresarial hiciera a un grupo de estudiantes, porque es sabido, que los comerciantes, generalmente ayer y ahora, rehúyen a contratarlos por desconfianza, o la experiencia les dictaba que podían ser maleantes disfrazados o porros.

Conservadoramente, fueron 50 estudiantes, los contratados por don Próspero, para encargarse de la fabricación de puertas de madera, actividad, que todos aquellos abrazaron con singular entusiasmo y muestras de querer aprender un oficio, como finalmente, lo habrían logrado todos ellos.

A la distancia y con el paso del tiempo, aquellos jóvenes  aprendices de carpinteros y ebanistas, siguieron asistiendo a las escuelas  de sus preferencias y 9 de cada 10 inclusive, alcanzó desarrollarse  en aulas universitarias, obteniendo  un título profesional, el cual ejercen varios de ellos hasta nuestros días, con salvedad de aquellos que disfrutan ya de sus merecidas jubilaciones y son pensionistas, y otros más, a los que se recuerda con respeto y afecto, porque emprendieron ya el viaje sin retorno.

Recuerdos de aquella Xalapa, un espacio para la cultura, la educación y las buenas costumbres y, por supuesto, la exquisitez de los trabajos que los obreros realizaban desde sus fábricas de hilos y tejidos de San Bruno y el Dique y que junto con las fábricas de “Metálicas Galindo” y la fábrica de Triplay Veracruz, dieran lustre, fama y distinción a la capital del estado aquí y en el resto del país, y por qué no, en lugares del extranjero. Es todo.