Boletos de avión podrían subir de precio por el conflicto entre Rusia y Ucrania

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que ha disparado el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares, cifra que no se veía desde 2014, pondrá presión sobre el sector aéreo que se encuentra en fase de recuperación tras la pandemia de covid-19.

Al subir el precio del petróleo subirá su derivado, la turbosina; por ende, las aerolíneas tendrán que elevar los precios de sus boletos”, indicó Carlos López Jones, director de Consultoría en Tendencias Económicas y Financieras.

El especialista recordó que Rusia es uno de los principales productores de petróleo, por lo que los precios altos podrían permanecer durante la primavera y el verano. “Es probable que se tengan precios altos por lo menos de tres a seis meses”, advirtió.

López Jones explicó que también es probable que por el conflicto, las compañías aéreas, incluidas las mexicanas, tengan una menor demanda de pasajeros y por ende el sector ralentice su recuperación, pues se sumaría el factor de la inflación.

Habría que ver si no hay algún ciberataque a alguna instalación en occidente que genere temor entre los pasajeros de que se puedan ver afectadas aeronaves o aeropuertos”.

Por su parte, Fernando Gómez Suarez, consultor en aviación, explicó que el impacto en los costos operativos de las aerolíneas será importante toda vez que proyectaban para este año que el precio del barril de petróleo rondaría entre los 75 y 80 dólares.

El diferencial es muy grande. Al principio, la aerolínea absorberá el impacto mientras le autorizan incrementar la tarifa pues después será absorbido por el pasajero”.

VETOS AÉREOS

Como parte de las reacciones a la guerra, el gobierno de Reino Unido decidió vetar a la aerolínea rusa Aeroflot. Mientras que Delta Air Lines también suspendió el acuerdo de código compartido que tenía con esa empresa.

Además, países como Canadá, Alemania, Italia, Francia, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia, Dinamarca, España, Islandia, Eslovenia, Rumania, Bulgaria, República Checa, Reino Unido, Letonia y Lituania, entre otros, decidieron cerrar sus espacios aéreos para los aviones rusos.