Una genio atormentada; novela devela los demonios de la poeta Pita Amor

  • La escritora Sandra Frid, recreó la vida de la también actriz y modelo en la obra Los demonios de mi cuerpo (Planeta), que se presentará en la librería Gandhi Mauricio Achar

La poeta, actriz y modelo Pita Amor (1918-2000) tuvo ataques de pánico durante su infancia; como la menor de siete hermanos, se sintió siempre relegada, pues sus padres no tenían tiempo para ella; niña rebelde, resintió la debacle económica de los Amor, que perdieron todo con la Revolución; desde joven se fue a vivir con un ganadero de 60 años, con el que nunca se casó; a los 41 años tuvo un hijo, Manuel, quien nunca vivió con ella, sino con su hermana, en cuya casa murió ahogado.

Estos son algunos de los demonios que enfrentó una de las escritoras mexicanas más brillantes del siglo XX; quien, además de incursionar en el cine y el teatro, fue también modelo de fotógrafos y pintores destacados, entre ellos Diego Rivera, Juan Soriano y Raúl Anguiano.

Mujer controversial por su forma de ser y su modo de vida, tenía una personalidad avasalladora y no se dejaba dominar por nadie, era amante de los reflectores y sumamente histriónica. Por esta razón, la escritora Sandra Frid (1959) se enamoró de Pita y recreó su vida en la novela Los demonios de mi cuerpo (Planeta), que se presentará el 7 de julio, a las 19:00 horas, en la librería Gandhi Mauricio Achar. La narradora regia comenta en entrevista que puso énfasis en los Amor.

Había que empezar por descubrir quién era Pita, por eso la escribí de una manera lineal; porque, para comprender quién fue ella, hay que comprender su pasado, saber de dónde viene, porque eso influyó mucho en su después”.

Detalla que los Amor era una familia rica, de abolengo. “El padre, Emmanuel Amor Subervielle, era dueño de una de las haciendas más grandes de Morelos. Perdieron todo con la Revolución.

Y, hundido en la tristeza y la depresión, se refugió en su biblioteca escribiendo poesía. Y la madre, Carolina Schmidtlein García Teruel, siguió fingiendo que eran una familia de mucho poder económico; empezó a vender objetos en el Monte de Piedad para seguir sosteniendo esa casona de 40 habitaciones, y al ejército de sirvientes que tenían”, narra.

Quien estudió Filosofía en la Universidad Anáhuac dice que descubrió algo importante. “Ella sufría de ataques de pánico. Leí en su autobiografía que se tiraba al piso, pataleaba y sentía que se iba a morir. Me di cuenta gracias a una mujer que padecía ataques de pánico y me dijo que sentía que se asfixiaba y creía que se iba morir. No era berrinche, pero nadie la comprendía. Y sí era muy rebelde. Todo esto hace de Guadalupe Amor lo que fue”.

Señala que Pita tuvo muchos claroscuros. “Tuvo una relación larga con el ganadero y criador de toros José Madrazo, quien le dio todos los lujos con los que siempre soñó.

Pita se fue a vivir con él muy chica. Él le puso un departamento, tuvieron una relación de muchos años, pero nunca se casaron. Ambos sabían que cada uno tenía otras relaciones.

Empezó a salir con otros hombres. Se embarazó hacia los 40 años. El niño no era de Madrazo, aunque él le ofreció su apellido y ella no lo aceptó. El niño Manuel nunca vivió con ella, sino con su hermana Carolina. Y murió ahogado a los dos años. Esto sí marcó a Pita, estuvo internada y deprimida. Mucho tiempo no se supo de ella. Y luego resurgió, hacia los años 70, y volvió a escribir y a publicar”, indica.

Frid decidió no incluir en la novela que la poeta legendaria terminó sus días en medio de la pobreza, que vivió en el estacionamiento de un edificio. “Yo respeto mucho a mis personajes. Y quise que de ella se recordarán sus poemas brillantes sobre Dios, el amor, los animales y la muerte”.