Jueza narra cómo fue torturada por la Policía tras ser detenida

  • En entrevista con López-Dóriga, aeguró que su aprehensión fue arbitraria y absurda, está temerosa por su vida y está consciente de que enfrenta un proceso nada sencillo; afirmó que Cuitláhuac «es ignorante, pues no reconoce los signos correctos de la tortura».
  • La jueza Angélica Sánchez, quien fue detenida ilegalmente y posteriormente liberada, narró cómo fue torturada presuntamente por elementos de la Policía y fue obligada a disparar.

#Xalapa

“Todavía estoy bastante temerosa, oculta por obvias razones, yo sé que lo que estoy enfrentando no es nada fácil, que personas muy poderosas pudieran atentar contra mi vida, pero gracias a Dios estoy bien, estoy acogida”, dijo.

¿Sigue siendo juez?

“Hasta este momento a mí no me han notificado nada, apenas el día de ayer pusieron en la puerta de mi domicilio una notificación donde me citaban para un procedimiento administrativo sancionador, o sea, después de la detención, entonces necesitan hacer el procedimiento sancionador y lo dejaron para que yo acudiera hoy al Tribunal Superior de Justicia a esa cita, lo cual evidentemente no fui, porque no confío en ellos, así fui citada el domingo por el secretario del Consejo, el licenciado Juan Víctor Pliego López, para que yo acudiera el día lunes a las 10 de la mañana, que él me iba a esperar en su oficina, con esa confianza yo salí de mi domicilio, pero desde ese momento ya me estaban dando seguimiento para poder detenerme”, explicó.

“Fue una detención tan arbitraria, tan errónea, tan absurda. Lo que dijeron los elementos policiacos, porque dijeron para empezar que yo iba circulando a exceso de velocidad. Yo soy una mujer de 57 años, cómo voy a ir en una bajada que desemboca en un área de muchísimo tráfico, iba yo detrás de un camión y otro vehículo, ¿cómo iba a ir a exceso de velocidad?, eso es absurdo, para empezar que iba yo circulando en sentido contrario cuando en esa bajada es una calle de dos sentidos, ellos me encontraron porque ellos sí venían subiendo yo venía bajando y se me atravesaron con su patrulla”, señaló.

“Cuando se me atravesaron con la patrulla yo bajé el cristal, como un error pero bueno, yo lo bajé porque pensé que me hubieran podido haber disparado, pero en ningún momento yo les dije que era jueza, no, en ningún momento, solo les dije ‘¿qué pasó, por qué me detienen así, vengo cometiendo un delito o qué?’ y me dijeron que me bajara del coche con leperadas y groserías, yo soy una mujer cristiana que palabras altisonantes no las acostumbro, mucho menos andar, como se dice, charoleando mi puesto, porque yo sé que no estamos en tiempos para eso”, narra.

Posterior a ello, la juez mencionó que una mujer la sacó de su vehículo y denunció que parte de sus pertenencias no le fueron entregadas.

“Una mujer muy grotesca me dijo que me bajara mientras yo le decía que mi teléfono, para poder grabarlos, mientras ellos me decían que soltara el teléfono, entonces la mujer metió la mano por dentro de mi coche, y como venía con seguros, jaló la puerta y me sacó a los jalones, yo le pedí mis cosas, mi bolsa y mi portafolios porque llevaba cosas importantes entre ellas mi teléfono, mis memorias USB, que me desaparecieron, y me dijeron que dejara allí las cosas. Ya que me vieron parada fuera del coche, me echaron una capucha a la cabeza y me treparon a una camioneta-patrulla y se fueron, uno de ellos en mi coche, porque yo los escuché que venían, se fueron rápido, incluso atravesándose camellones hasta llegar al cuartel de San José donde me tuvieron, hasta la 1 de la tarde, armando todo el informe policial homologado”.

Posteriormente, aseguró que la hicieron disparar un arma y la trasladaron hasta un lugar donde permaneció con la cabeza cubierta.

“Me hicieron disparar un arma dentro del cuartel de San José, donde me tuvieron privada de mi libertad, obviamente, sin tener ninguna orden de aprehensión porque no me demostraron nada, pues supuestamente esa era una detención en flagrancia, y como no me mostraron nada pues ellos tenían que armar todo su papeleo, en algún momento dado me tenían esposada, me tenían todo el tiempo con la cabeza tapada. En el lugar en donde me tuvieron, todo el tiempo me tuvieron con la cabeza cubierta, evidentemente, para que no pudiera yo identificar a los elementos, que entre ellos me di cuenta que eran los de operaciones especiales, es decir, como si yo hubiera sido la hermana del Chapo o no sé, y creo que ni a la hermana del Chapo le van a hacer eso, pero a mí sí, eran los de operaciones especiales, no era cualquier contingente el que acudió a detenerme”, dijo.

Tras señalar que fue torturada en el cuartel de San José y luego de que el gobernador Cuitláhuac García se pronunciara al respecto, la juzgadora aseveró que el mandatario «es ignorante, pues no reconoce los signos correctos de la tortura».

“Yo creo que el señor gobernador, tan ignorante del derecho, piensa que la tortura nada más son golpes y está muy equivocado, porque la tortura también puede ser psicológica, moral, las amenazas, la coacción, todo eso es violatorio de nuestras garantías individuales y eso fue lo que hicieron conmigo”, denunció.