Desvanece las arrugas en tu rostro con una sencilla mascarilla de bicarbonato

*Los ingredientes naturales pueden ser grandes aliados para el cuidado de la piel y preservar la belleza. El bicarbonato de sodio puede usarse para desvanecer las arrugas y retrasar el envejecimiento. Estas mascarillas te ayudarán a lograrlo, sólo debes ser constante.

¿Por qué surgen las arrugas?

Las arrugas son un signo natural del envejecimiento. Aunque no representan ningún tipo de riesgo para la salud, pueden afectar la apariencia, por lo que muchas personas prefieren hacer de todo para minimizarlas.

Se trata de un efecto causado por la pérdida de la elasticidad en la piel, y su aparición puede estar determinada por la genética, ciertos hábitos (como fumar) o no usar protector solar.

Si las arrugas ya comienzan a hacerse visibles en tu rostro, estas mascarillas naturales, cuyo ingrediente principal es el bicarbonato de sodio, te ayudarán a tener una piel tersa y firme.

El bicarbonato también ayuda a restaurar y purificar la piel, eliminar bacterias y minimizar algunas imperfecciones como las manchas solares. Así puedes utilizarlo.

1 Mascarilla de bicarbonato y aceite de coco

Necesitas:

1 cucharada de bicarbonato de sodio.

1 cucharada de aceite de coco.

Preparación:

En un recipiente limpio, agrega el aceite de coco líquido. Poco a poco, incorpora el bicarbonato de sodio y revuelve con ayuda de una cuchara hasta que quede una pasta uniforme.

Modo de uso:

Aplica en tu rostro y cuello con una brocha o con ayuda de tus dedos. Haz movimientos circulares mientras la colocas. Deja actuar de 15 a 20 minutos y retira con agua fría. Úsala una vez a la semana.

Beneficios:

La hidratación es clave para combatir las arrugas, y ésta será la función que tenga el segundo ingrediente de esta mascarilla: nuestro amigo, el aceite de coco.

2 Mascarilla exfoliante

Necesitas:

3 cucharadas de bicarbonato de sodio.

30 ml de agua mineral.

Jugo de 1/2 limón.

4 gotas de aceite de oliva, almendras o lavanda (el que prefieras).

Preparación:

Primero coloca el bicarbonato en un plato, vierte el agua y revuelve hasta conseguir una pasta. Exprime el limón en la mezcla. Finalmente, agrega las gotas del aceite de tu elección. Utiliza una vez cada dos semanas.

Modo de uso:

Coloca la mascarilla sobre el rostro limpio y seco. Espera 15 minutos para que haga efecto y enjuaga con agua tibia. Utiliza una vez cada 2 semanas.

Beneficios:

El bicarbonato de sodio y el jugo de limón eliminarán las células muertas y toxinas de la piel. Mientras que el agua mineral y el aceite guardarán la hidratación en el cutis.

3 Mascarilla suavizante

Necesitas:

2 cucharadas de bicarbonato de sodio.

1 bolsa de té de manzanilla.

1/2 taza de agua.

2 cucharadas de avena en copos.

1 cucharada de miel.

Preparación:

Prepara la infusión de manzanilla como lo harías normalmente, sin agregarle nada. Mientras tanto, desintegra los copos de avena, puede ser a mano o en la licuadora. En un recipiente, coloca el bicarbonato, la miel y la avena, asegúrate de que se incorporen. Agrega la infusión de manzanilla cuando esté tibia y hazlo poco a poco.

Modo de uso:

Lava tu cara y cuando esté ligeramente húmeda, aplica la mascarilla con ligeros toques. Enfócate en las áreas más grasas de tu rostro, como la zona T. Deja actuar durante 20 minutos y retira con agua tibia o fría. Repite una vez por semana.

Beneficios:

Además de minimizar las arrugas, esta mascarilla te dejará una piel suave y resplandeciente. Es ideal para relajarte después de un día ajetreado.

Antes de usar cualquiera de estas mascarillas, coloca un poco de la mezcla sobre tu antebrazo para revisar si existe alguna reacción alérgica. No olvides colocar tu crema hidratante preferida después de retirarlas.