LAVADEROS: Por EL TLACUILO

QUE SÍ REPARTAN DESPENSAS LOS DIPUTADOS

No es malo que los diputados y todos los aspirantes a algo “medren” con la pandemia; es más, seríamos mezquinos si quisiéramos impedírselos dada la enorme necesidad del momento.

Si reparten despensas mucho mejor, pues muchas otras cosas pueden esperar pero el sustento diario no.

Si ellos en sus tenebras hacen listas, piden copias de credenciales y hacen todo lo posible para tener localizables a los beneficiados de su bondad, está bien; total, ya está comprobado que el elector una vez que le dan su boleta vota por quien se le hinchan los ojos.

Es más, si quieren los señores diputados, al más puro estilo europeo salimos a los balcones, ventanas y puertas de nuestras casas para aplaudirles, son unos héroes.

Lo que sí está feo es que pretendan hacer el bien con despensas ajenas, “gestionadas” ante el DIF estatal, porque en primer lugar ellos ganan lo suficiente como para pagarlas de su bolsillo; en segundo, deben sufragar de su peculio sus aspiraciones personales; además, ya está asentado en la ley que los únicos funcionarios que pueden repartir las despensas oficiales son los del DIF; así que no sean tacaños, el que quiera azul celeste, que le cueste.

GRILLONOVELA MORENA

¿Recuerda usted las grandes telenovelas en donde los protagonistas son la familia completa?; por mencionar algunas famosas están “El premio mayor”, en donde la familia sortea el hecho de volverse millonarios de la noche a la mañana; o la clásica “Cuna de Lobos” en la que Catalina Creel encabeza una fraternidad llena de insidia y traición; ya si nos agringamos un poco, ahí está “Dallas”, ahí se libra una guerra fratricida por el poder.  

Bueno, pues en Veracruz estamos inmersos en una trama de ese calibre; en donde durante el capítulo del día de ayer Magdaleno Rosales, Consejero nacional del Comité de Morena, pide la renuncia por faltas a la moral del patriarca de nuestros protagonistas, Gonzalo Vicencio Flores; mientras que los seguidores de la Familia siguen engallados.  

No se pierda los siguientes capítulos: ¿Cuál será el destino del hijo Pacheco? ¿Quién se quedó con el coche? ¿Podrá la poderosa madre recién corrida recomponerse? ¿Güicho Domínguez Vicencio habrá ahorrado para su campaña? No deje de seguir la trama de esta impactante grillonovela.  

MÁS MALO QUE TELESO

Magdalena Rosales criticó duramente a los protagonistas de nuestra “grillonovela Cuna de bobos”; los acusó de manchar el nombre de Morena con actos de nepotismo, corrupción, desvíos de recursos públicos y con el escándalo protagonizado por el hijo.  

Recordó también que Vicencio agredió a golpes a Sembradores de AMLO en Tantoyuca.  

Aunque Magdaleno fue enfático y mostró dotes histriónicas de villano a la altura de “Teleso”, no creemos que su solicitud preocupe mucho a nuestro Güicho Domínguez, pues parecería que solicitar que quiten al dirigente es parte de los usos y costumbres de los Morenos veracruzanos; lo pidieron así múltiples veces con Manuel Huerta, cuando fue secretario de partido, pero le hicieron lo que el viento a Juárez.

TODAVÍA MUEVEN LA PATITA

El matrimonio protagonista de nuestra “grillonovela”, émulos de Bonnie & Clyde es añejo; ya tenía el dedo encima, tanto así que a principios de marzo, diputados federales de MORENA cansados de tantos excesos financieros, pidieron al gobernador la destitución de la titular de la Secretaría de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Guadalupe Argüelles Lozano, a quien señalaron de hacer trabajo político desde la dependencia en favor de su esposo Gonzalo Vicencio que, como ya dijimos, funge hasta la fecha como secretario general de esa fuerza política en el estado.

Y mire usted, pareció que no hizo mella la solicitud, pero la ex poderosa secretaria no terminó el mes en el cargo; seguramente sí influyo la grilla de los diputados; pero más el resbalón de su “nenuco”.

Se las puso para que la batearan.

DE BACHES Y HOYANCOS

El amigo Alberto Morales hizo un atento llamado para que se les avise a las autoridades competentes del mal estado del puente que sale de Xalapa a Banderilla; y es que la carpeta está llena de baches, los hoyancos cada vez son más anchos y profundos.

Circular ese tramo entre Finanzas y Banderilla es un verdadero riesgo, pues no falta el automovilista que por librar los cráteres se frena o hace piruetas con el volante arriesgando a los vehículos que lo rodean; ya ni se diga si llueve y se encharca; si la circula parece que va usted en carreta, no en coche, por los zangoloteos provocados por los boquetes.  

Bien por el llamado de Beto Gato; aunque tratándose de las autoridades de la capital, el emplazamiento debe de ser a “las autoridades incompetentes” no a las competentes.  

¡SEGUNDA LLAMADA!  

Preocupa que el presidente de México utilice el mismo micrófono y el mismo atril que sus secretarios invitados a las mañaneras, es increíble que teniendo tanto equipo el gobierno federal, no cuiden “los utileros” que cada quien tenga su micrófono para que no se vayan pasando el único micro ensalivado.  

Si observamos el video de la conferencia en donde participó el director de Profeco, Ricardo Sheffield, podemos notar que así fue, además no se guardó la sana distancia entre AMLO y Sheffield.

Lo preocupante es que horas después el titular de Profeco dio positivo de Covid-19.

Es evidente que el presidente fue expuesto a un riesgo de contagio y que los encargados de la logística de las conferencias deben de replantearse si la manera clásica en que están haciendo las cosas es la correcta, pues no están tomando en cuenta que estamos ante una emergencia de salud, en la que el mexicano más cuidado debe de ser López Obrador.