UN HUEVAZO HA SIDO LO MÁS VIOLENTO

Por EL TLACUILO

UN HUEVAZO HA SIDO LO MÁS VIOLENTO

Muy lejano está el año 2012 en que Adela Micha fue invitada por la UPAV a dar una plática en el Auditorio Sebastián Lerdo de Tejada del Congreso de Veracruz, eran tiempos preelectorales y la periodista apoyaba abiertamente a Peña Nieto, por lo que causó polvareda su visita.

Esa mañana, mientras disertaba con su característico estilo, desde las últimas butacas dos “tiradores solitarios” sacaron unos huevos de gallina de entre sus ropas e hicieron un tiro cada uno, directos contra Adela Micha, solamente acertaron uno, para después salir huyendo por la puerta de servicio, ante la inoperancia (para variar) de los vigilantes de la Legislatura; los jóvenes atravesaron el jardín y brincaron la barda trasera, después de eso no les vieron ni el polvo.

Más adelante fueron detenidos por la policía y se identificaron como del Movimiento #YoSoy132.

Fuera de ese no recordamos ningún otro acto violento, salvo la toma de las instalaciones por parte de los diputados de Morena en la Legislatura pasada, que más bien fue bloqueo porque nunca ingresaron al edificio.

Por eso, ante la paz que ha imperado siempre en el edificio de Encanto, nos preguntamos ¿Por qué lo tienen cercado con “serpentina de navajas” tipo zona de guerra?

CONGRESO TIPO BÚNKER 

Fue durante la presidencia del maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo (+) cuando el edificio del Congreso fue cercado como si se tratara de un búnker de guerra; quizás el momento (y solamente decimos que quizás) lo ameritaba; después de que existió un álgido desencuentro entre el maestro Callejas y el Capitán Tormenta, cuando el entonces Secretario de Seguridad blindó con barricadas de policías el edificio, mismos que le impidieron el paso al maestro, que con sobrada razón se encabronijó. El chistecito le debe haber costado un buen regaño a don Arturo, que tenía fama de vengativo. La elucubración solamente tiene el propósito de tratar de entender el porqué un edificio público fue aislado con materiales tan agresivos utilizados en zonas de guerra o ante levantamientos civiles violentos.

Durante el reinado de Sergio el Bailador no nos extrañó en absoluto que “el alambre de púas” no fuera retirado, pues obedecía a un estilo de gobierno totalitario; pero después de casi dos años de que el mando está en manos de Cazarín, que presume ser cercano al pueblo, sí nos sorprende que el Congreso siga luciendo como prisión de alta seguridad; es más, si las navajas son para que no se escapen los diputados, tampoco funcionan, porque se les peló el Chabelote y todavía no lo encuentran.

PÚAS PARA EVITAR JÓVENES ASESINOS

La justificación en su momento de la colocación de navajas alrededor de la barda del Congreso local fue para protegerse de las manifestaciones de los jóvenes por el caso Ayotzinapa; así lo dijo con toda la brutalidad de que era capaz el diputado Juan René Chiunti Hernández, al asegurar que era para “jalar las riendas a los jóvenes para evitar que después se conviertan en asesinos o delincuentes”; hermoso discurso, por desgracia sigue sostenido con cada metro lineal del alambrado de púas que corona la barda perimetral del Congreso de los veracruzanos.

En ese momento la izquierda, a través de Fidel Robles Guadarrama (+), calificó de primitivo y reptil tal pensamiento; sin embargo ahora los diputados de Morena conservan en alto la primitiva barda. ¿Para protegerse de quiénes? Quizás de ellos mismos.

Ahora que hubo actos de vandalismo tendrán mayor justificación para seguir atrincherados.

En la política la forma es fondo y el hecho de que el Congreso siga cercado de manera tan agresiva solamente puede leerse como que los diputados “Cazarines” no han entendido que son generadores del cambio, no PAN o PRI con lo mismo. ¿Blindarse del pueblo? ¡Válgame Dios!

MARCHA MADE IN CHILANGOLANDIA

Y llegaron los anarquistas chilangos a Xalapa. En Veracruz como en Guadalajara también tenemos nuestro caso de aparente brutalidad policiaca, sucedió hace un mes cuando el joven Carlos Andrés Navarro falleció en los separos de la cárcel de San José; el diagnóstico médico registra que fue de un infarto, mientras sus familiares acusan que fue debido a una supuesta golpiza que le dieron los policías.

El caldo de cultivo ahí estaba, propicio para la manifestación violenta de ayer comandada por grupos chilangos.

Los comercios sufrieron daños millonarios, así lo reporta la CANACINTRA, si de por sí andan ya tocados los empresarios por el aislamiento de la pandemia, la destrucción a sus locales viene a ponerle un clavo más a su cruz.

Quedó en evidencia una vez más que Política Regional está acéfala, pues la infiltración de grupos semi profesionales de la violencia debió haber sido detectada y desactivada desde antes de la marcha. 

Desde Palacio, el Gobernador Cuitláhuac García advierte que los responsables de los actos vandálicos serán obligados a pagar los daños. También dio acuse de recibo y se comprometió a corregir excesos policiacos.

NO VINO LA ESTRELLA

Por más que buscamos el día de ayer para pedirle su autógrafo a la señora Candelaria Ochoa, no la encontramos.

La titular de la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres participó en la marcha en Guadalajara, por lo que esperábamos el día de ayer su distinguida presencia.

Ya más en serio, la señora Candelaria comprometió al gobierno federal al marchar en Guadalajara.

En lo personal existen dos figuras públicas que respetamos por su compromiso en favor de las mujeres, son Mónica Mendoza y Yadira Hidalgo, por lo que pedimos su opinión; Mónica comentó brevemente “que no nos podemos apartar de la responsabilidad pública que desempeñamos”; mientras que Yadira dijo estar desinformada del tema por motivos de salud, deseamos su pronta recuperación.

TRAEN COLA QUE LES PISEN

Desde cualquier ángulo que veamos las manifestaciones que se están llevando a cabo en diversas entidades no son expresiones populares sanas; es evidente que existe mano negra detrás de ellas y que van por objetivos perfectamente definidos; consideramos que los incitadores están aprovechándose del carácter naturalmente rebelde de los jóvenes para sacar raja política, con la intención evidente de que los gobiernos en algún momento se enganchen y recurran a la represión policiaca, para entonces justificarse y convertir las fogatas en un gran incendio.

Todos, como sociedad, sentimos empatía por las personas que han participado de manera espontánea y para defender un ideal de una sociedad más justa; pero repudiamos a los incitadores profesionales, sicarios de las marchas, que viven de hacer esos shows y vinieron a mostrar un rostro que no pertenece a los veracruzanos.