La rotura de quiste ovárico puede ser muy dolorosa y sus síntomas son silenciosos

Más allá de la higiene diaria y atención que le das a tu zona íntima durante tu periodo, tal vez no piensas mucho sobre lo que pasa en tu vagina, útero y ovarios. No obstante, es importante conocer la serie de procesos que suceden en tu aparato sexual durante tu ciclo menstrual.

Existe un proceso en particular que ocurre en el cuerpo de algunas mujeres, que crea pequeñas bolsitas llenas de líquido o tejido sobre los ovarios, las cuales reciben el nombre de quistes ováricos. Te explicamos un poco más sobre ellos y las complicaciones que pueden existir si se rompen.

Quiste ovárico

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés) explica que los quistes ováricos son sacos o pequeñas bolsas llenas de líquido o de otro tejido que se forman en el ovario. Estos quistes suelen ser bastante comunes en algunas mujeres y la mayoría de ellos son benignos, es decir, no son cancerosos.

Los quistes más comunes se llaman funcionales y comprenden dos tipos de quistes: los foliculares y los del cuerpo lúteo. Los quistes foliculares se forman cuando el folículo –estructura encargada de liberar un óvulo cada mes– no se abre para liberar el óvulo. Estos quistes suelen estar rellenos de líquido.

Por otro lado, el quiste del cuerpo lúteo se forma cuando el folículo, una vez que liberó el óvulo, se sella y comienza a llenarse de líquidos, entre ellos sangre.

De acuerdo con Mayo Clinic, los quistes funcionales generalmente son inofensivos. No causan graves molestias, a lo mucho pueden provocar un dolor leve en la parte inferior del vientre. Además, la mayoría de ellos desaparecen sin tratamiento al cabo de 6 a 8 semanas, e incluso varios de ellos ni siquiera presentan ningún tipo de síntoma o dolor en tu cuerpo.

Rotura de quiste ovárico

En general, los quistes funcionales son inofensivos; no obstante, existen otro tipo de quistes que pueden crecer mucho y causar ciertas complicaciones como la torsión ovárica (el ovario se gira o se mueve de su posición original) o rotura de quiste ovárico.

Estos quistes pueden ser teratomas, que contienen tejidos como piel o cabello; cistoadenomas, llenos de un líquido acuoso o mucoso y que se forman en la superficie del ovario, o endometriomas, formados con tejido endometrial, es decir, con el tejido que recubre el útero.

A diferencia de la torsión ovárica, la cual necesita cirugía para extirpar el quiste y destorsionar el ovario, cuando se presenta una rotura de quiste de ovario el bisturí no siempre es necesario.

De acuerdo con la Universidad de California en San Diego, una rotura de quiste puede causar un cierto dolor que únicamente se controla con analgésicos, es decir, con medicamentos para calmar las molestias (aunque también hay roturas de quiste que no presentan ningún tipo de síntoma o dolor).

No obstante, en algunos otros casos, una visita al hospital es necesaria. El Centro Médico de la Universidad Rochester explica que son raros los casos donde la rotura de un quiste necesita cirugía, pero el procedimiento quirúrgico es necesario cuando la rotura del quiste provoca una hemorragia interna.

En general, los quistes ováricos no se rompen. Sin embargo, una actividad física intensa -como tener relaciones sexuales- puede provocar su ruptura.

La ruptura de un quiste ovárico puede presentan síntomas como dolor agudo en un lado de la parte inferior del vientre, hinchazón, fiebre, vómito, sangrado vaginal, pesadez y debilidad. En caso de presentar esta sintomatología, es necesario que acudas con un médico.