LA INSEGURIDAD SE APODERA DEL SUR DE LA ENTIDAD

  • Nuestro más sentido pésame y solidaridad y amistad fraterna, en ocasión del momento de duelo que enfrenta nuestro director general José Luis Poceros Domínguez, y sus demás familiares, y que sus seres queridos, que iniciaron su partida a una mejor vida, descansen en paz.

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

LA INSEGURIDAD SE APODERA DEL SUR DE LA ENTIDAD

                Hay un clamor generalizado  de miedo, zozobra y fundados temores, porque la inseguridad es la constante sobre territorio de cuando menos  una docena de municipalidades.

                Ya había transcurrido un cierto tiempo, en que la vida de los vecinos del sur disfrutaban de alguna tranquilidad, pero cuando  a sus terruños llegan elementos de las distintas policías y el propio director de Seguridad Pública, seguramente se debe a que la situación encara una verdadera crisis que debe ser sofocada.

                Y es que en esta  ocasión son policías las víctimas mortales, en los ataques armados en su contra. El rastreo que hicieron por aire y tierra los guardianes del orden público cimbraron en serio a los habitantes  de Acayucan, por ejemplo, en donde cuentan que las balaceras se repiten una y otra vez.

                El tema de la inseguridad en nuestras ciudades, no puede ser ocultado. Se trata de la violencia que se amplía a los sectores más vulnerables y en el medio rural y ganadero, la gente escapa a sus labores habituales, porque sufren el constante amago de los grupos  también  condicionados para atacar, destruir y afirmar la anarquía.

                Los alcaldes poco o nada hacen. Estos, se encuentran  bajo refugio seguro, bajo el pretexto de que el  Covid  está al acecho y sus  vidas inclusive  corren un severo riesgo. No pregunte usted por el resto de sus comunas, porque los regidores y síndicos, de plano  abandonaron hace seis meses sus oficinas  administrativas. Así que numerosas municipalidades se asemejan a las tierras sin dueño ni orden alguno.

                Tampoco las  carreteras del sur, son seguras, no obstante que se encuentran instalados numerosos retenes policiacos. Vecinos sobre todo de Acayucan, comentan acerca de las desapariciones forzadas de taxistas, entre otros,  a los cuales se les confunde  constantemente como  agentes que llevan y traen información a los grupos delincuenciales.

                Líderes sociales están ausentes de las problemáticas que confrontan obreros y trabajadores de las fábricas y los importantes centros cementeros de la zona sur, debido a que la violencia puede asomar en cualquier momento. El temor  se  profundiza sobre todo en los sectores más endebles, que integran las mayorías de  los habitantes.

                Muchos se preguntan, en dónde se han metido los ediles municipales, porque los diputados federales y locales, en franca rebeldía, han dejado  sus puestos de mando burocrático, al grado de que se asegura en  la calle y los espacios donde más se reúnen sus vecinos, que a la fecha sigue siendo un misterio  cuales son los veracruzanos que aspiran a contender el próximo año de 2021, por alguna de las curules federales que le corresponden al estado de Veracruz.

                Es menos,  la ciudadanía  que  muestra algún interés en nominar a los tiradores a las presidencias municipales, que administrarán los ayuntamientos  dentro de poco más de dos años.  Y es que los actuales ediles, o una mayoría de éstos, atemorizados por la inseguridad y la ola violenta, prefieren refugiarse en sus moradas, desde donde giran sus órdenes políticas y administrativas, pero según cuentan los malvados con una ausencia casi total por servir a sus coterráneos.

MILES VAN Y VIENEN AL DÍA SOBRE REVOLUCIÓN, ABASOLO Y CLAVIJERO

                Entre miles de personas que van y vienen sobre tres calles céntricas, no encuentra ninguna explicación que  convenza al análisis frio, sobre todo cuando  asoma narices  el coronavirus y que dicho amontonamiento de gente va de un lado a otro, pero sin saberse hacia donde se dirige, porque las oficinas públicas mantienen estricto control de ingresantes  en aras de brindarles protección en contra del contagio.

                Cuestionados algunos de esos peatones, que todos los días realizan verdaderas suertes de torero, para evitar  que los atropelle alguno de los osados automovilistas, camioneros, autobuseros y taxistas, que gustan de imprimir fuertes velocidades a sus unidades automotrices, aprovechando la falta de semáforos y de agente de tránsito.

                El comercio establecido, se lamenta que sus ventas se han caído sobre todo en los tres últimos meses. Y los grupos de ambulantes que comienzan a tomar de nueva cuenta tramos de Abasolo, poeta Jesús Díaz, Clavijero y Revolución, igual sus regenteadores sostienen que  hay una gran ausencia de usuarios y consumidores de sus productos y baratijas, así como que deben estar alertas ante el acoso de los inspectores municipales, dedicados a ver por el área de la vendimia callejera.

                Sin embargo, el gentío abruma en un amplio sector de la ciudad, porque entre empujones, recordatorios del 10 de mayo, chiquillos vendiendo chícléts y dulces y mecapaleros y aseadores de calzado, y si usted les ´pregunta acerca del coronavirus, una mayoría no lee, no oye la radio ni ve la televisión y hasta considera que  la enfermedad no existe y que se trata de una treta inventada por los gobiernos para meter miedo a la población aquí y en el resto del país y el mundo.

                Xalapa es una ciudad, sin industrias, aquí no se produce más que desempleo, hambruna, colonias atestadas de vecinos de todos los rumbos de la entidad y las que en un pasado operaron como factorías que  incorporaban a una plantilla de obreros como fue Metálicas Galindo, Triplay Veracruz, las Fábricas de hilados y tejidos de San Bruno y El Dique, así como algunas empresas dedicadas a la venta y arreglo de neumáticos, que distinguió al empresario Ernesto Pérez Villarreal.

 A los  señores Chedraui y al rey del plástico Ricardo Ahued   Bardahuil, quienes  dan ocupación laboral a centenares de trabajadores, a través de sus consocios dedicados a la venta de productos de consumo básico y otros de uso en actividades domésticas.

Empero, la capital del estado carece de  espacios para el turismo, como son las ciudades  con mar, ríos y playas. Empero, el gentío, según se cuenta, que se agolpa en el ramal de arterias públicas  que desembocan en el corazón de la ciudad, es único, y accesible para los contagios, que una buena parte de esos  caminantes, creen sin ninguna conciencia, que son solo cuentos chinos, los que afirman su presencia, inclusive letal.

FRENTE AL REBROTE DEL VIRUS, LA CONCIENCIA DE CIUDADANOS

En México no habrá toque de queda.

El número de pacientes de coronavirus en varios de los estados del norte, como Nuevo León, Coahuila y Durango ha vuelto al  estado en que se registraron en los meses de marzo, abril y mayo, es decir, la creciente ola hizo que  esas entidades tuvieran que volver a  a aplicar el semáforo rojo.

Si la conciencia ciudadana se impone, podría asegurarse que las mayorías se eximirán de seguir acudiendo a los bares, cantinas, antros y otros establecimientos en los que se dan cita decenas de personas y familias completas.

Cierto es que el contagio, puede darse en cualquier punto de nuestras ciudades y que no  respeta a  nadie, ninguna clase social y económica, en su recorrido devastador la salud pública es su centro de atención, y  ante ninguna  potencia mundial se detiene, como está demostrada su presencia en la poderosa  república China  y en el vecino del norte, los estados  Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera de ayer recalcó que su régimen no  ordenará ni toque de queda ni obligará a nadie resguardarse en su vivienda, en lo que podría ser  un posible rebrote del coronavirus. Dijo que el pueblo es muy responsable y que así como lo hizo en los primeros meses de haberse registrado la pandemia, confinándose en sus viviendas para evitar contagiarse, así lo tendrían que hacer en esta nueva y presunta enconada de la epidemia.

En Xalapa, la autoridad sanitaria, igual  a través de la televisión  insta a la población a cuidarse y cuidar a los demás.

Los médicos, en distintos momentos han advertido de la gravedad que entraña la enfermedad y que están verdaderamente  bajo un constante agobio y cansancio, debido a que realizan jornadas exahustivas y en muchos casos, han perdido la vida. Es cierto que son héroes anónimos, pero en sus hogares hay enojo, indignación y una velada protesta, precisamente ante ciudadanos imprudentes.

En semanas anteriores, el casco de la ciudad, se  preservó seguramente de contagiar a sus  habitantes, a los peatones y oficinas de los gobiernos estatal y municipal, suspendiendo el paso de vehículos automotrices por las calles de Xalapeños Ilustres, doctor Lucio, la avenida Revolución, la calle de Enríquez y la calle de Zaragoza.

Un cerco que  fue aplicado en el horario matutino y vespertino. A nadie se restringió la entrada con acciones impuestas por los cuerpos de seguridad pública, pero se aisló al corazón de la capital, del resto de la municipalidad xalapeña.

Reiterativamente, se difunde la peligrosidad del coronavirus, que no cesa en su ataque a la humanidad de millones de personas en el planeta tierra.

Un virus que no respeta a ricos, poderosos políticos, gobernantes y a gente de los pueblos que conforman la sociedad mundial.

Y contra el cual, la solidaridad de ciudadanos, con nosocomios y médicos y enfermeras, será posible enfrentar con éxito y que toda esta  crisis que dejará el 2020, solamente eso sea, una aventura y un mal recuerdo, que por otro lado, igual, quizá mostró a la humanidad que su incorporación a una nueva normalidad  tiene que ser distinta, porque  aquel pasado, ya no volverá. Es todo.