HOSPITALES, A PUNTO DEL COLAPSO Y NO HAY MÉDICOS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

HOSPITALES, A PUNTO DEL COLAPSO Y NO HAY MÉDICOS

La realidad es dolorosa y la gente o mucha de ésta, sigue sin entenderlo ni apoyar los tantos llamados que realizan médicos que están en la primera línea de la lucha contra el  Covid 19, mientras los hospitales están a punto del colapso, los 50 mil médicos contratados concluyeron su contratación el último mes de septiembre y los especialistas, son contados y no son precisamente expertos en el manejo de un paciente contagiado.

                México es quizá el único país, donde la falta de médicos generales, sino que también no hay los suficientes galenos en las especialidades como las clasifica la medicina y cuyo saldo alcanza cifras escalofriantes. Numerosos de los hombres de bata blanca han perdido la vida en el frente de batalla contra la pandemia y que se sepa, difícilmente una institución pública se responsabiliza de ver por sus cónyuges, parejas e hijos menores de edad.

                Es una verdadera tragedia, que están viviendo decenas de hogares, donde un solo médico presta servicios en los nosocomios públicos y privados, en el área covid, porque  en el resto, de tantas enfermedades como presenta el universo de éstas, las están desapareciendo y el desabasto de medicamentos prácticamente es absoluto.

                En este momento, hay un clamor que se generaliza a lo largo y ancho del país, en el sentido de que los hospitales públicos y privados, están atiborrados de pacientes contagiados.

                Lo anterior, sin contar que el grueso de especialistas, ajenos a la epidemia, igual, enfrenta a una gran cantidad de menores y adultos enfermos no precisamente del coronavirus, sino del resto de enfermedades, porque existe un gran vacío de espacios, camas libres y quirófanos en los hospitales y de profesionales de bata blanca, con conocimientos en el trato y cuidados de contagiados, como ocurre con uno o dos, si acaso, y que están a cargo de 40 pacientes, por cada jornada de ocho horas.

                Los médicos generales contratados para atender la primera línea de la enfermedad, ya terminaron sus contratos, los cuales firmaron por seis meses, pero se asegura que ninguno obtuvo plaza para continuar atendiendo pacientes, lo cual, puede resultar de consecuencias catastrofistas, porque de antemano es sabido en los hospitales, que hay pacientes de otras enfermedades, y que deben seguir siendo atendidos por especialistas ajenos a la pandemia.

Se sabe que hay médicos especialistas, con licencia, para no acudir a sus respectivos centros de trabajo y otros tantos, encuentran poco menos que incongruente que se pretenda ubicarlos en un frente desconocido aun para aquellos, en la trinchera donde se atiende a contagiados de Covid. Una maniobra de estas dimensiones, podría acarrear males mayúsculos, sin duda, porque arrojaría más pacientes, el abandono de otros miles con males diferentes y que haya más galenos expuestos a que puedan perder la vida.

                A la catástrofe que asoma en este país, por la cantidad de contagiados del coronavirus, se suma la falta de médicos especialistas y de los galenos contratados por un periodo de seis meses, ya no están, no obstante, su desconocimiento, jugaron un papel importante, en el combate a esta peligrosa enfermedad.

                En nosocomios públicos, se aprecia objetivamente el paso lento de uno o dos médicos, que cuidan de sus pacientes contagiados, 40 para ser más precisos en jornadas extenuantes de ocho horas, sin descanso y exponiendo también aquellos su salud y la propia vida, como ha ocurrido con varios centenares de decesos, a los cuales ya nadie recuerda, menos en linderos de las instituciones y siglas públicas, en las que hicieron entrega de su profesionalismo y vocación de servir a los demás, ni duda. Esperemos.

PARTIDOS POLÍTICOS EN VERACRUZ, GUARDAN UN CELOSO HERMETISMO

                A diferencia de otras entidades del interior del país, en donde se eligen ya candidatos de Morena en principio con ex priistas a gubernaturas y algunas diputaciones federales, sobre tierras veracruzanas, el grueso de partidos políticos guarda un gran hermetismo, que algunos lo califican de silencio absoluto, para no errar el tiro a la hora de anunciar quienes serán sus abanderados a ocupar las diputaciones federales, que corresponden al estado de Veracruz y los elegidos para competir por las curules locales.

                Sin que exista un partido político que muestre a toda marcha una ideología, los morenistas consideran que estarán en actitud de ganar de todas-todas. Algunos inclusive, aseguran que dicho movimiento imita al PRI en muchas de sus tácticas para incorporar a sus filas a ex socios del viejo régimen, que pudieran conquistar la simpatía de una buena parte del electorado, con rumbo a la próxima elección del 2021.

                Es más, la alianza que acaban de jurarse los partidos políticos PRD, PRI y PAN continúa seguramente analizando nombres, trayectorias y potenciales abanderados suyos, en una elección a la que los ciudadanos veracruzanos, suelen no darle la importancia que reclamaría un ejercicio auténticamente democrático.

                No hay que olvidar, que el pueblo veracruzano de siempre ha mostrado una singular reticencia ante procesos electorales, salvo obviamente en las tres competiciones en que se presentó como candidato presidencial, el político tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

                Por otro lado, analistas y actores políticos que siempre ganaron chambas políticas, con colores del PRI recuerdan y hasta se gastan bromas, al recordar que hubo competiciones en las que alcaldes ganaron con 700 votos registrados en su favor en las urnas electorales, como sucedió en memorables contiendas por la presidencia municipal de Xalapa.

 Asimismo, refieren diversas voces que las votaciones de padres conscriptos federales, a los cuales, ya con la chamba en sus bolsillos, jamás vieron de regreso a sus distritos electorales y menos que los memoricen, por alguna acción que favoreciera a sus representados ante la cámara baja al Congreso de la Unión.

                Empero, el invierno está por llegar y con este el final del año más terrible de muchos otros que los mexicanos han tenido que enfrentar, y la famosa alianza o amasiato de los supuestos partidos políticos fuertes, ningún nombre de futuros candidatos de ese amasiato partidario, han soltado con rumbo tomar parte en las elecciones más voluminosas del próximo año 2021.

                Algunos malvados, aseguran que esto se debe a que el resto de siglas partidarias, se integra con la morralla o se visten de morenistas, alentados por el proyecto de un partido que representa en este momento, el poder central del México convulso.

                Por supuesto, que PT y PVEM, si fueran solos, uno independiente del otro, no garantizan ninguna expectativa de triunfo, en un primer plano de la contienda electoral que viene. Ahora bien, se anuncia que habrá algo así como diez partidos políticos más, a los cuales la ciudadanía ignora quiénes son, pero que podrá ver en el juego político del año entrante, como también a las mayorías ciudadana, una elección intermedia, poco o nada le atrae. Al tiempo.

LA MUCHEDUMBRE EN LA CALLE, ENTRE LA BASURA Y ABANDONO

                Un buen proyecto que cayó por la borda, era el de separar las basuras y que el camión de la limpia pública haría su recolección puntualmente, conforme a un calendario extendido por la autoridad municipal y al que se plegarían servidores públicos y la gente sencilla del pueblo, para darle el cabal cumplimiento.

                Esto no se da, y las consecuencias parecieran a manera de reto para la institución pública local, o mete manos al asunto que es de salud pública, o se le desborda como suele ocurrir con el presunto control a base de convencimiento para que la gente no se concentre de manera tumultuosa, en las calles como sucede en gran parte del casco histórico de la otrora Atenas veracruzana.

                Es la hora para marcar las grandes decisiones, sin atenerse a los ismos políticos ni intereses de partidos políticos.

                Xalapa, la otrora ciudad de la cultura y las flores, tanto que se le asemejó con la ciudad de Cuernavaca, del estado de Morelos, también conocida ciudad de la eterna primavera se derrumbó prácticamente en los últimos 20 años. Si bien hubo ediles que mostraron una acción distinta en su forma de actuar políticamente, no permitiéndoles los excesos ni el bandidaje, otros, se aliaron al importa-madrismo, en que incurrieron los grupos mafiosos, al grado de que la ex Atenas se fuera por el callejón de lo entendible en ningún sentido.

                De tal suerte, que ahora los xalapeños auténticos, se muestren recelosos de cara a los procesos electorales, porque el común considera que le han fallado los políticos a su ciudad.

                Instan áreas del poder público, para evitarse las aglomeraciones y se preserven las acciones más apremiantes y contener el avance del coronavirus y, gran parte de la sociedad civil, hace caso omiso a esos apuntamientos.

                En tanto, las calles, barrios, colonias y congregaciones lucen lamentables condiciones de limpieza, higiene y cuidados ante la embestida de los millones de bacterias y virus que las asaltan. Nomás recorra usted tres calles del casco histórico de la capital veracruzana, y podrá percatarse que las montañas de basuras siguen propalándose, sin que haya un control definitivo, y que tampoco se dé cumplimiento a la tan traída propuesta de separar los desechos y demás porquerías que generan los habitantes de la ciudad, en cantidades que se acercan a las 400 toneladas diarias.

                Por desgracia, la falta de auténticos líderes políticos, provoca la desatención y el abandono en que se encuentra gran parte de los ciudadanos, una mayoría aplastante llegó un día a la capital para asentarse de manera definitiva, en franco menosprecio a la población que aquí nació y dio lugar a la generación de una ciudad, que fue radicalmente distinta, ordenada, limpia, aireada y repleta de una bellísima vegetación.

                Hoy la arropa la basura, el abandono, el cierre de negocios por miles y de bibliotecas y librerías que cerraron sus puertas porque la lectura de los buenos libros, también se fue a pique. Es todo.