Vacuna COVID-19: el FBI advierte sobre fraudes cibernéticos relacionados

  • Los delincuentes piden pagos o información personal a cambio de “acceso a la vacuna”.

Quizá el tema más relevante de este año es el de la COVID-19. En algunos casos, las noticias son esperanzadoras -como la de las vacunas que ya llegarán a México- pero, otras son de criminales queriendo aprovechar la delicada situación para cometer sus ilícitos. En este último sentido, recientemente se dio a conocer que el FBI y otras agencias federales advirtieron sobre nuevos esquemas de fraudes tecnológicos relacionados con las vacunas COVID-19.

En meses pasados, ya se había escuchado sobre cómo los cibercriminales querían lucrar con la esperanza de la gente al vender supuestas vacunas en la dark web, o aquellas estafas relacionadas con cubrebocas. Incluso, en Europa, los legisladores comenzaron a presionar a las empresas de ventas online para compartir más datos a fin de combatir a los comerciantes deshonestos que vendían productos falsos relacionados con el coronavirus.

Recientemente se agregó otra advertencia. El lunes 21 de diciembre el Buró Federal de Investigaciones (FBI); la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS-OIG); y los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) lanzaron un comunicado donde previenen a la población sobre varias estafas emergentes relacionadas con la vacuna de COVID-19.

Las agencias federales estadounidenses dijeron que han recibido quejas sobre “estafadores que utilizan el interés del público en las vacunas COVID-19” con el objetivo de “obtener información de identificación personal y dinero” a través de varias estratagemas. Por lo que continuarán trabajando para “hacer cumplir la ley e identificar las amenazas cibernéticas y el fraude en todas sus formas”.

Señales de alerta

Acorde al comunicado publicado en el sitio oficial del FBI, la gente debe conocer los indicadores de posible actividad fraudulenta para evitar caer víctimas de ellos. Algunos de estos indicios se citan a continuación:

– Ofertas de acceso temprano a una vacuna a cambio del pago de un depósito o cualquier otra tarifa

– Solicitudes de pagos para obtener la vacuna

– Requerir datos personales (como el nombre) para ponerlos en “una lista de espera para la vacuna COVID-19”

– Comerciantes que ofrecen vender y/o enviar la dosis de una vacuna – a nivel nacional o internacional – a cambio del pago de un depósito o tarifa.

Correos electrónicos, llamadas telefónicas o contacto personal no solicitado de quien dice ser de un consultorio médico, una compañía de seguros o un centro de vacunación COVID-19 que solicite información personal y/o médica a fin de “determinar elegibilidad para participar en ensayos clínicos u obtener la vacuna”

– Declaraciones de aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para una vacuna inverificable

– Anuncios de vacunas a través de redes sociales, correo electrónico, llamadas telefónicas, sitios web o de fuentes no solicitadas y/o desconocidas

– Personas que se comunican por teléfono o por correo electrónico para informarle que el gobierno o los funcionarios del gobierno requieren que reciba una vacuna COVID-19

¿Cómo protegerse?

Si bien estas estafas se han visto en los Estados Unidos, tanto el crimen como las malas noticias viajan rápido. Por lo tanto, no está de más seguir algunas recomendaciones que el FBI compartió en el mismo comunicado.

Algunas de estas recomendaciones incluyen: consultar a su médico de atención primaria antes de recibir cualquier vacuna; evitar compartir información personal o de salud con personas que no sean profesionales médicos conocidos y de confianza; consultar el sitio web del departamento de salud aplicable para obtener información actualizada sobre los canales de distribución de vacunas autorizados; y seguir las recomendaciones de profesionales médicos de confianza, entre otras medidas.

Además, como siempre, existen sugerencias generales para evitar ser víctima del cibercrimen. Por ejemplo, se recomienda verificar la ortografía de las direcciones URL o de correo electrónicos para asegurarse que sí sean legítimos; tener versiones actualizadas de sistemas operativos, aplicaciones, antivirus y antimalware; no abrir correos electrónicos, archivos adjuntos o enlaces de personas desconocidas; evitar proporcionar cualquier tipo de información personal y sensible por correo electrónico; activar la autentificación de dos pasos; y deshabilitar o eliminar las aplicaciones de software innecesarias.