¿Granitos en los pezones? No los revientes: te explicamos qué son

Los pezones y la areola que los rodea probablemente son de esas partes del cuerpo a las que realmente no les prestamos la atención que se merecen en el día a día.

No obstante, en ocasiones, le prestamos un especial interés cuando notamos unos granitos o bolitas sobre la areola.

El primer pensamiento que puedes tener es que se trata de un barro o granito de grasa, como los que te salen en el rostro. Aunque tu primer impulso sea intentar reventarlo, por favor no lo hagas.

Estas protuberancias redondeadas realmente no son granitos de ese estilo, más bien son una parte de unas glándulas conocidas como glándulas areolares o de Montgomery.

Glándulas y tubérculos de Montgomery

Las glándulas de Montgomery tienen un papel importante en la salud de tus boobs, ya que tienen la función principal de producir una sustancia aceitosa que ayuda a que tus pezones se mantengan suaves e hidratados.

Las pequeñas bolitas que se ven en la superficie de la areola –y en algunos casos incluso sobre el pezón– son una parte de estas glándulas y son comúnmente conocidas como tubérculos de Montgomery.

Cuando estás embarazada los tubérculos de Montgomery suelen notarse más debido a los cambios hormonales. Además, una vez que das a luz, son clave durante la lactancia.

Científicos aseguran que la sustancia aceitosa que producen tiene un olor que anima a los bebés a alimentarse y les ayuda a localizar el pezón. Además, de acuerdo con los expertos de Healthline dicha secreción tiene propiedades antibacterianas que evitan que la leche materna se contamine antes de que el bebé la consuma.

Los tubérculos de Montgomery no sólo son más evidentes durante el embarazo o lactancia. Así que si los has notado en tu cuerpo sin estar esperando a un bebé, no te preocupes.

Los cambios hormonales del ciclo menstrual, de la pubertad o incluso el estrés pueden provocar que sean más visibles. Además, cuando el el pezón se estimula pueden apreciarse más.

En realidad, todas las mujeres tienen tubérculos de Montgomery en sus senos. No obstante, la cantidad y tamaño de los mismos varía para cada persona.

En las embarazadas, cuando es más fácil notarlos, se pueden contar entre dos hasta casi 30 tubérculos por pezón, o incluso más.

Lo mejor que puedes hacer es dejarlos en paz. De acuerdo con Cindy Cobb, enfermera especializada en salud de la mujer, los tubérculos de Montgomery son inofensivos por lo que no debes intentar exprimirlos, en caso de que lo hagas puedes tener consecuencias graves.

En caso de que estas protuberancias naturales presenten enrojecimiento o hinchazón dolorosa debes consultar a tu médico, ya que es posible que estés sufriendo una infección, muy probablemente ocasionada por hongos.