Cuando los ídolos están de regreso

  • La noble afición, así recuerda a Pulgarcito.
PULGARCITO, tenía todo para ser un tremendo ídolo.

Por JOSÉ ABRAHAM ALCÁNTARA VARELA

Cuánto vale el testimonio de la noble afición cuando habla de sus ídolos favoritos, resurgiéndolos a la luz, al recordar sus vivencias y grandes combates sobre el cuadrilátero, en este caso nos encargaremos de narrar el paso luchístico de un pequeño gigante que se convirtió rápidamente en una estrella de “La Legendaria” Arena Xalapa, El Pulgarcito.

Así es, como ya oportunamente lo habíamos adelantado, un esteta que brilló con luz propia en este rudo deporte del pancracio profesional y por iniciativa de la noble afición, aquí la primera parte de la historia luchística de Pulgarcito, un ídolo de baja estatura y poco tonelaje, pero con hambre de triunfo y un debut como pocos, en una segunda lucha estelar en medio de una lluvia de dinero sobre el cuadrilátero.

A continuación, los aficionados José Velasco y Carolino Aguilar nos comparten pasajes de Pulgarcito, el luchador orgullo de la Colonia 3 de Mayo:

“Doña Anita Herrera, hija de Don Rafael era la dueña de la Arena Xalapa y el promotor era Hiraclys Fenerly, cuando acudimos a presenciar lo que sería un encuentro de debut que marcó récord de asistencia, el cual nunca antes tuvo lugar un fenómeno de tal embergadura en el coloso de Sayago y Clavijero, en una de las plazas de mayor renombre a nivel nacional, nunca faltábamos a las funciones de los domingos de tradición y jueves estelares”.

“No cabía ni un alfiler y válgase decir con verdad, era una cartelera compuesta con un elenco de puro luchador local, los aficionados estaban formados desde las taquillas de la arena hasta El Árbol -ah, qué tiempos aquellos-, los vendedores en los pasillos, las revistas, muñecos y máscaras, la cortina de terciopelo que daba paso a la magia luchística…, por fin reaparecía por los pasillos el novato Pulgarcito, quien lucía un traje vistoso, nervioso y levantando los brazos se abría paso hacia el cuadrilátero, era el lanzamiento de Hiraclys Fenerly”.

“Era la segunda lucha, aquí Pulgarcito era acompañado por Pequeño Dragón frente a los rudazos de escándalo, Jonhy Rivera y El Canalla, haciendo que el respetable se levantara de sus butacas y ovacionara a los técnicos, quienes al término de la batalla se llevaron el triunfo, fueron premiados con palmas y una lluvia de dinero, dejando el ambiente calientito para la siguiente lucha”.

“Híjole, otra función que quedó bien marcada en nuestras mentes, fue en relevos de lujo, Pulgarcito que recibía su segunda oportunidad a lo grande, formaba pareja con El Forastero, para encarar a los rabiosos Perro Flores y El Morocho, para salir con la victoria a cuestas…, así nacía la nueva estrella de la lucha libre xalapeña, que brillaba con luz propia y pisando primero con el pie derecho, siendo premiado una vez más con monedas”.

Ya encarrerados, Don José Velasco y Carolino, recuerdan esa lucha semifinal de alarido entre Pulgarcito y el legendario Gavilán Ramírez, “los ídolos con su actuación, dejaron a la fanaticada con un buen sabor de boca y principalmente un joven novato que surcaba por los aires de manera relampagueante”.

“Por si fuera poco, Pulgarcito alternaba en las carteleras de los jueves de lujo, en donde aparecían las estrellas de la Empresa Mexicana (CMLL) como es el caso de Huracán Ramírez, El Matemático, Rayo de Jalisco, Dorrel Dixon, Los Brazos de Oro y Plata, Los Villanos, Dr. Coleman, Ángel Blanco, entre otros”.

“Cómo no mencionar esa lucha súper estrella que encabezaba un cartelón: ¡¡Máscara vs cabellera!!, entre Pulgarcito y Jonhy Rivera, quien a la postre se quedó pelón en el centro del ring, un luchón en donde nuestro ídolo fue sacado en hombros, pues no era para menos, ya que muchos lo ponían como segura víctima, que caería su capucha ante un tremendo rudo que sacaba a relucir toda clase de marrullerías con ayuda del réferi, pero el técnico mostró destreza y habilidad, jugándose el físico entre la vida y la muerte, con lances suicidas, ganándose el respeto y admiración de la exigente afición, que siempre lo alentó al triunfo, así surgía el consentido de los niños y grandes”.

“El promotor feliz, mientras nosotros como aficionados orgullosos de nuestro ídolo El Pulgarcito, quien se colocó como uno de los máximos exponentes de la lucha aérea por sus increíbles lances y escalofriantes vuelos suicidas dentro y fuera del cuadrilátero, pero rápidamente se ganaba rivales que seguramente buscaban frenar su carrera exitosa”.

He aquí el testimonio de estos nobles aficionados de hueso colorado a la lucha libre xalapeña por parte de estos dos aficionados de hueso colorado al llamado deporte de los costalazos, así que nos dimos a la tarea de buscar una entrevista con Pulgarcito, un gladiador en retiro, pero fiel amante de este deporte y que en breve daremos a conocer su trayectoria, esté pendiente estimado lector.

PULGARCITO y El Forastero, en plan estelar.