Obispos piden programa estratégico para regreso a clases

  • Que parta de un diagnóstico serio, calificado y amplio, que recoja las realidades y las voces de la educación pública y privada.

Xalapa

Luego de que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunciara el inminente el regreso a clases presenciales, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un pronunciamiento con relación al próximo ciclo escolar 2021-2022.

Los Obispos, piden que: se garantice un Programa Estratégico General para el Regreso Presencial a la Comunidad Educativa, el próximo 30 de agosto, que parta de un diagnóstico serio, calificado y amplio, que recoja las realidades y las voces de la educación pública y privada, con especial atención a las dolorosas situaciones de inequidad, articulando una respuesta gradual y solidaria para todos.

Responder con toda la fuerza del Estado (sociedad y gobierno), ante esta crisis sanitaria, económica y educativa.

Abrir a la participación de la sociedad la implementación de la vacunación (académicos, empresarios y organismos intermedios), con el fin de alcanzar en menor tiempo una inmunidad de toda la sociedad.

Procurar el bienestar integral de todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes (educación, salud, seguridad, afecto, etc.) observando el principio constitucional del interés superior de la niñez.

Realizar un esfuerzo en el presupuesto para apoyar al sector público y privado de la educación, y así garantizar protocolos en donde se reconozca la realidad de cada centro. Igualmente, se incorpore una real participación de la comunidad educativa. Así mismo se hace un llamado a toda la sociedad en la corresponsabilidad de los centros educativos para que impulsen las prudentes actividades educativas.

Poner al servicio de la niñez los medios pedagógicos, tecnológicos e instrumentales para el regreso a clase.

Finalmente, y no menos importante, responder al desafío de la reconversión física y social, de cada comunidad escolar, a través de la generación de un Pacto Educativo Local, entre directivos, maestros, padres de familia, estudiantes, comunidad en general, incluyendo autoridades civiles, académicos, asociaciones religiosas (en una sana laicidad positiva y constructiva), entre otros.