El robo de limón empuja a citricultores a buscar armas de fuego

Amadeus Olivarex

Martínez de la Torre, Ver.

El actual alto precio del limón persa, está empujando a algunos citricultores a buscar armas de fuego, para defenderse del robo en sus huertas, según trasciende en redes sociales, lo que no comparten la totalidad de esa área de producción agrícola, pues desacreditan el uso de la violencia, como solución a tal problema, temporal, por cierto.

Algunos hombres del campo proponen la creación de trampas en la misma huerta, excavando hoyos y poniendo en el fondo de los mismos, estacas de madera, para tapar ese tipo de excavaciones con hojarasca y yerbas, de tal manera que caigan en esos hoyos, los ladrones de frutos.

Otras voces proponen atraparlos y cortarles las orejas, para marcarlos de por vida, pero igual surgen voces que opuestas al uso de métodos violentos, se encomienden los citricultores afectados por el robo de sus esperadas cosechas, ahora que tiene excelente buen precio, que oren y pidan a Dios por el cuidado de sus huertas.

Los consumidores de la lima persa, por su parte, van disminuyendo la compra de esa fruta, precisamente por el precio que es totalmente disparejo, pues en un centro comercial localizado camino al libramiento de la ciudad, se cotiza a 50 pesos el kilo y por cierto de mala calidad; en contrario, en algunos “changarritos”, en las tiendas de la esquina, se puede adquirir esa variedad de cítrico, en 20 pesos el kilo.