EL CIUDADANO

“CUANDO CREÍAMOS QUE TENÍAMOS TODAS LAS RESPUESTAS, DE PRONTO, CAMBIARON TODAS LAS PREGUNTAS”. MARIO BENEDETTI

Hola Amable lector, lo saludo cordialmente este  jueves 12 de mayo del 2022, y deseo expresarle desde mi punto de vista y de forma respetuosa, que la vida tiene sus principios y que posiblemente intentemos cambiar, pero actividad imposible, pues la naturaleza siempre se impone y contra ella poco se puede hacer, es por ello que los entes que sobreviven son aquellos que se pueden adaptar a las circunstancias que la vida ofrece.

Cuando un pequeño va a cumplir años y planeamos hacerle una “fiesta para que la pase bien y se divierta”, nosotros los adultos empezamos a diseñar lo que será su fiesta le compramos una piñata y en ocasiones le preguntamos que piñata le gustaría que le obsequiáramos, pudiera ser por ejemplo una “Mimí”, o una “princesa”, o un “Spiderman”, o un “chavo del 8”, algo que a él o ella le agrade; El día de la “fiesta para que la pase bien y se divierta”, colgamos su piñata con su personaje favorito e invitamos a todos los niños que tundan a palos esa piñata que “algo” representa para nuestro festejado y los incitamos a que la destruyan a golpes, aunque llore el niño o niña y si protesta lo tildamos de egoísta y que no tiene la actitud correcta para que todos disfruten de esa fiesta y celebramos que violentamente destruyan “su piñata”, sin importarnos que sienta el menor y siguiendo con esa “fiesta para que la pase bien y se divierta” llegamos al momento del pastel en donde le cantamos las mañanitas y después de apagar las velitas, viene el coro de “mordida, mordida” y le embarramos al niño o niña la cara en el pastel a punto de ahogarse y nos reímos de él, tomando incluso trozos de pastel para lanzarlos como bestias unos a otros y vemos las risas de los enajenados y si el festejado llora o se queja, lo juzgamos de amargado o de que tiene una mala actitud y la fiesta continúa con o sin festejado, que es lo que menos importa, la mayoría de los adultos se embriagan a los ojos de los niños y en ocasiones acaban violentándose unos a otros.

En verdad, como podemos extrañarnos que nuestros jóvenes sean violentos, si en esta pequeña recreación que les he hecho, existe tanta violencia que les estamos enseñando que hay que “destruir” lo que amamos para que nuestros seres queridos “nos acepten”. En verdad como podemos extrañarnos que nuestros hijos hagan pedazos su vida si nosotros les damos lecciones de “autodestrucción”. En verdad como le reclamamos a las “autoridades” que no nos cuidan dándonos seguridad y libertad, mientras que en nuestros hogares humillamos y les faltamos al respeto en la dignidad de nuestros hijos al denigrar y destruir su autoestima y embarrarles la cara de pastel, cuando en realidad somos nosotros quienes deberíamos protegerlos, hacerlos crecer seguros y con su dignidad íntegra. Nos estamos destruyendo y poco nos importa porque es más fácil hacer lo que hace la mayoría y como adultos hemos perdido el valor de revelarnos ante lo que evidentemente está mal, pero lo toleramos para no ser repudiados por los demás. Recuerde entonces que lo Bueno une, suma y multiplica y siempre construye y lo malo por el contrario separa, resta y divide y siempre destruye, encontrar la diferencia no es tarea difícil, lo difícil es hacer lo correcto siempre y a ello se le llama integridad, pues bien, amable lector lo invito a reflexionar e ir en la búsqueda de ser un ciudadano profesional y ser feliz y si no podemos ser felices, dejar que otros lo sean, espero que esa celebración del día de la madre haya sido inspiradora para honrar a quien ha dado todo por nosotros. Hasta la próxima.