VERACRUZ, ENTRE LOS ESTADOS DE GRAVE RIESGO PARA MEDICOS EN ZONAS RURALES

  • De tanto ahorrar en educación, nos hemos hecho millonarios  en ignorancia.

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

VERACRUZ, ENTRE LOS ESTADOS DE GRAVE RIESGO PARA MEDICOS EN ZONAS RURALES

En la conferencia de prensa  mañanera celebrada el último lunes desde palacio nacional, se expuso que los médicos  no aceptan ir a zonas rurales de varios estados, entre estos, Veracruz, no por falta de dar cumplimiento a su juramento hipocrático, sino fundamentalmente a que no existen condiciones d seguridad para brindar su consulta.

                Al problema que  representa la falta de hospitales, de camas y medicamentos, debe añadirse el acoso de la delincuencia en contra de los profesionales de la medicina, los cuales han tenido que afrontar la pérdida de médicos, las violaciones sexuales de médicos mujeres y las agresiones  a varios centenares de aquellos, en ejercicio de su carrera, pero con la agravante de la violencia en su contra.

                La Academia de médicos del país, ha advertido que en el país existe un número suficiente de galenos, al sumar alrededor de 300 mil en números redondos, de los cuales el 33 por ciento son especialistas, pero sin condiciones hacia el interior del país, para ejercer su profesión, ya no como asalariados de algún nosocomio, porque no lo hay y en el ejercicio privado, se exponen a sufrir agresiones, e inclusive el asesinato.

                El reportero, que  narró la serie de sucesos en que se ven involucrados los médicos cuando  van a trabajar en zona rural, pidió que el doctor Javier Alcocer, titular del sector salud, exhiba con cifras la cantidad de agresiones que han tenido que enfrentar los galenos, y que se diga cuánto se está haciendo para cuidarlos y que la vigilancia  de los cuerpos de seguridad pública, llegue realmente a las comunidades más apartadas del territorio azteca.

                También se puso de manifiesto, que el déficit que arrastra México en materia de salud pública, se debe a que en el llamado periodo neoliberal, se restringió el ingreso de aspirantes a cursar la carrera de medicina, más aún, se limitó  con un examen de admisión  a los médicos que aspiraban a cursar una especialidad.

                Por caso, se informó que en estados del sureste, como es la ciudad de Mérida, no hay en uno de los hospitales de IMSS bienestar un solo pediatra.

                Empero, el reportero insistió, que los médicos le habían pedido que informara de manera amplia que aquellos sí están dispuestos a trabajar en zonas apartadas del país, pero la inseguridad es tanta, que prefieren no ir a los lugares donde los asaltan, roban, maltratan y en el peor de los casos, los asesinan.

                En otro orden de ideas, en esta gran nación, lo que faltan  son hospitales y medicamentos al alcance de los pacientes que padecen enfermedades tradicionales, peor es el caso, de quienes requieren de medicina especializada, porque tienen que cubrir travesías de muchos kilómetros, para llegar a las entidades o la propia capital del país, en donde van a encontrar los tratamientos y la hospitalización, que en la provincia aun urbanizada, es imposible conseguir la atención que requiere un enfermo. Esperemos.

VOLVER A HACER PRODUCIR LA TIERRA, UN SUEÑO, EN AMPLIA ZONA DE LAS MANZANAS

                Pareciera más un sueño guajiro, pero no pocos alientan la expectativa de volver a hacer rendir la producción agropecuaria en amplia región del valle de Perote, la que quedó en despoblado precisamente cuando la firma del TLC, erradicó a los productores mexicanos de la explotación ganadera y la siembra de frutales y otros productos que conforman la dieta cotidiana de gran parte de la población.

                Los municipios de Perote, las Vigas, Altotonga, la Joya y Acajete,  viven  de milagro, porque la base del sustento de miles de sus habitantes, descansaba en la siembra y cultivo de frutas de consumo nacional en el pasado, como fueron la manzana, la pera, la ciruela, así como el maíz, el frijol, la producción de árboles, de pinos y otras especies.

                Con talleres  de carpintería, curtido de pieles de ganado vacuno y lanar, un grupo reducido de trabajadores ha conseguido la sobrevivencia de ellos y sus demás familiares. Sin embargo, el éxodo de habitantes de la zona fría de la región que conforman cuando menos doce municipios, marca el ayer y el ahora de los poblados, que fueron inmensamente productivos, en donde fluía el dinero debido a las transacciones que hacían los productores y las grandes cadenas del comercio organizado en el resto del país.

                Sin embargo,  hombres  y mujeres que con sus manos  hacían producir la tierra, ahora, externan su esperanza en que se vuelva a los orígenes,  consistente en sembrar la tierra para el auto-abasto alimentario, como fue hasta antes de que asumiera la presidencia de México, el señor Carlos Salinas de Gortari y firmara el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá.

                Al construir el gobernador Miguel Alemán Velasco, el libramiento que une a Perote con Xalapa, el poblado quedó a la deriva, porque ya el transporte público y de carga principalmente, prefieren cruzar por afuera de la municipalidad, amén de que el comercio, las construcciones, su rúa que cruza el centro del poblado, asemejan a la vieja fotografía en blanco y negro, porque siguen intocadas, no hay crecimiento y los cerros y la tierra productiva, ahora luce desierta.

                Los jóvenes de la región, y que salieron de sus lugares de origen, para estudiar en escuelas de Xalapa, Puebla y la ciudad de México, al concluir sus carreras profesionales, ya no vuelve ninguno a la tierra que los vio nacer. Los viejos prefieren recibir la pensión del régimen federal, así que grandes extensiones son abandonadas y las manzanas, peras y ciruelas ya no  producen.

                Por ende, las viejas familias que se quedaron en sus lugares  de residencia que siempre  han tenido, están a la espera, como lo apuntara en su momento don Leopoldo, uno de los tenderos más reconocidos del pueblo de las Vigas de Ramírez “ el paso del tiempo, porque no hay nada qué hacer, más que estar atentos de la última llamada”.

                Inclusive, la tala de pinos  que por temporada navideña, se venía haciendo en una vasta área propiedad de un ex funcionario de la antigua SARH y que atraía la visita de miles de familias para la adquisición de sus arbolitos, en los últimos años ha descendido notablemente, porque además, de necesitan años para ver que se vuelva la siembra y explotación de estas especies. Al tiempo.

LA COMIDA Y LOS CENTROS VACACIONALES EN CUBA, SON PARA TURISTAS EXTRANJEROS

                Todavía en los primeros años del actual siglo XXI, los cubanos de origen tenían una grave prohibición, por cuanto hace a la comida, ya que se las racionaban y los restaurantes y hoteles en centros de veraneo, estaban destinados solamente para el turismo extranjero, europeo preferentemente, pero los caribeños nones, ninguna posibilidad de  degustar un platillo a base de mariscos, menos que pudieran alojarse en alguna construcción, por caso en las playas de Varadero, como tampoco podían ingresar y comprar  en las tiendas, decían de corte internacional.

                 Cuando los viajeros de cualquiera de las ciudades mexicanas, preguntaban sobre los regalos que debían o podían llevar, para entregarlos a las jóvenes y los muchachos de cualquiera de las escuelas y facultades universitarias, se recomendaba que fueran prendas de vestir principalmente.

                Hacía los años de arranque del siglo XXI, la isla ofrecía  todo un escenario para la recreación  de sus viajeros, los cuales gustaban de viajar solos o con los amigos. Para estos últimos años, una mayoría de los diez millones de cubanos, ostentaba uno, dos o hasta tres títulos universitarios. Había camareras que atendían a los turistas en el hotel  “El Nacional”, las cuales estaban a la espera de una mejor oportunidad de empleo, porque ya habían estudiado la carrera de administración de empresas.

                Ni por  equivocación había un betunero o  aseador de calzado en la calle o los parques públicos y cuando alguien preguntaba por la existencia de alguno, la respuesta era disparada con valentía y mucha determinación. “Eres mexicano, eso se da en tu país, aquí la gente tiene dignidad, así que bolear zapatos, no es  de los cubanos.”

                En la “bodeguita de enmedio”, un bar clásico, al cual históricamente siempre llegaron los grandes artistas del cine europeo y azteca, en el año 2000 reservaban en uno de sus muros, la fotografía  del músico y poeta Agustín Lara y la música que se escuchaba en las ciudades caribeñas, correspondía a los clásicos actores, actrices y cantantes del cine de oro de  México.

                El comediante reconocido por excelencia azteca, fue en el siglo XX, Mario Moreno “Cantinflas” y los intérpretes Lola Beltrán, Pedro Infante, Jorge Negrete, cuando sobre territorio  nuestro, estaba inclusive en su apogeo estaba todavía la era de los roqueros César Costa, Alberto Vázquez, Enrique Guzmán, Angélica María, “la novia de México” y comenzaba entonces la caída de los tríos de Los Panchos, Los Dandys, Los Martínez Gil y las grandes orquestas que en diferentes años del siglo XX, deleitaron a las familias completas con su música bailable y canciones, todas, para enriquecimiento del espíritu de varias generaciones.

                Algo que atrajo la atención de viajeros mexicanos  en Cuba, en ese entonces, que en sus calles no había pordioseros ni cantantes ni mucho menos payasitos en los cruceros de sus amplias avenidas, asimismo, como testimonio de su reconocimiento al escritor Ernest Hemingway, los cubanos conservaban y mostraban como museo la casita en donde radicó  varios años, el intelectual norteamericano, para la visita del turismo extranjero en la isla.

Por cierto, en el patio de la vivienda construida  a base de maderas y tejas en su techo de dos aguas,  había siete pequeñas  tumbas, donde dormían el sueño eterno sus siete canes, con sus respectivas lápidas y los nombres de aquellos y que correspondían a los de poderosos políticos  nativos del imperio estadounidense. Esto a los cubanos provocó más gestos de solidaridad, con el autor del libro de aventuras “La cabaña del tío Tom”.

Hacia el final del siglo XX y principios del XXI, cualquiera de los caribeños citaba como héroes a dos mexicanos, a don Benito Juárez y a don Fernando Gutiérrez Barrios. Es todo.