El espacio poético de Ely Núñez

Francisco Hernández, poeta veracruzano

FRANCISCO HERNÁNDEZ nació en San Andrés Tuxtla (México), en 1946. Allí pasó sus primeros años de vida; posteriormente, cuando contaba con 20 años de edad, se mudó al Distrito Federal con el fin de estudiar publicidad. En este período comenzó a escribir poesía, a la que dedicaba completamente sus ratos libres.

En su lírica puede encontrarse un fuerte interés por plasmar sus sentires respecto al desencanto por el mundo. Además tiene muchos poemas de amor con un enfoque erótico; otros sobre la muerte, la palabra y la poesía. Ciertos elementos como el mar, el cuerpo femenino, el delirio y la luz, se repiten en varias ocasiones y podrían mencionarse como ejes por el que transcurre su discurso.

Existen algunas obras escritas por Hernández que aparecen bajo el seudónimo de Mardonio Sinta, que según se ha estudiado, se trata de un heterónimo del autor.

Los textos de Francisco Hernández suelen ser breves. Los temas abordados en su obra son el desencanto por el mundo, el amor-erotismo y la violencia, sobre todo, además del tiempo, la muerte, la palabra y, más raramente, la poesía. Estos temas se articulan por medio de motivos recurrentes en la obra: agua (mar, lluvia, río), sueño-enfermedad (delirio), cuerpo-mujer, el viaje, la luz. También pueden destacarse el empleo del humor, así como de estrategias y lenguaje importados de campos como la publicidad, el cine y la televisión, en una parte de su obra, ya que otra parte (los libros premiados, de corte «neo-romántico») se caracterizan por una visión trágica de la existencia.

Asimismo es notable su cultivo del «retrato poético» de personas, paisajes, obras plásticas, visuales o musicales, que parece no tener parangón en la literatura mexicana. Este ejercicio que privilegia la vista ha dado como resultado un tipo particular de texto cuya estructura es fija: las poetografías. Se trata de textos ecfrásticos muy breves que no llegan a la página de extensión, escritos en endecasílabos asonantes dispuestos como si fuesen prosa, y lo normal es que partan de alguna fotografía.

Algo de la producción de Francisco Hernández se halla publicado bajo el nombre de Mardonio Sinta, supuesto heterónimo. Éste es un jaranero veracruzano que escribe coplas octosilábicas en estrofas rimadas. Entre los libros atribuidos a Mardonio Sinta están: Coplas a barlovento (1993), Una roja invasión de hormigas blancas (1994) y ¿Quién me quita lo cantado? (1999)

MAR DE FONDO

Paura no tiene cono: tiene un molusco arroz entre las piernas, un coral palpitante, un fruto que perfuma mis vísceras y el aliento de los tiburones.

Cuentan que fue muy bella en su primera infancia. Dicen que su pelo servía de faro en noches de tormenta y que su lengua salvó a más de una tripulación consumida por el escorbuto.

Hay tonos de su piel que destrozan las redes.

Sus pezones señalan a quienes van a perecer ahogados.

En su culo profundo anidan cormoranes.

Ella es el premio con que sueñan arponeros mutilados, buzos dementes y gavieros incógnitos.

Gélida su espalda cuelga del cuello. Y su efigie picotea mis labios abandonados en la playa.