Alcalde de Tatahuicapan “secuestra presa” y chantajea a Coatzacoalcos

  • Eusebio González Hernández, realiza un chantaje equiparable a un “cobro de piso”, al exigir el pago de 2 millones 300 mil pesos para no mantener “secuestrada” esta fuente de agua.

Coatzacoalcos

Incitados por su alcalde, pobladores de Tatahuicapan decidieron de manera unilateral y sin previo aviso, cerrar y soldar las válvulas de la presa El Yuribia la tarde de este domingo 31 de julio: lo que deja sin servicio de agua potable a más del 70 por ciento de la población en Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

El alcalde y los ejidatarios, decidieron tomar las instalaciones de la presa en la zona serrana del sur de Veracruz; incluso sacaron de manera violenta y por la fuerza a los trabajadores de operación de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), y posteriormente procedieron a cerrar y soldar las válvulas.

Con el cierre de válvulas de la presa El Yuribia, el presidente municipal de Tatahuicapan, Eusebio González Hernández, realiza un chantaje equiparable a un “cobro de piso”, al exigir el pago de 2 millones 300 mil pesos para no mantener “secuestrada” esta fuente de agua y no afectar a más de 800 mil habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.

Sin importarle dejar sin agua a hospitales, escuelas, hogares, Eusebio González incumplió los acuerdos con los municipios del sur ya que en minuta realizada el pasado 27 de mayo consta donde las autoridades municipales refrendaban su compromiso para saldar la parte que quedó pendiente para la obra hidráulica San Gabriel, la cual ya tiene un avance del 90%.

De acuerdo a la Constitución, el agua es un bien de la nación y no de un particular, por lo que no hay justificación legal ni moral, para que los ejidatarios se apoderen por intereses económicos personales.

Así mismo, la exigencia del pago de la obra San Gabriel no tiene tampoco razones legales ya que el mismo alcalde de Tatahuicapan, por cuenta propia le dio inicio, sin reportar montos ni conceptos, no se ha presentado en la mesa de diálogo con algún reporte, haciendo inviable la manera de solucionar el conflicto.