Sonrisa

Adán Navarro

Su diminuta sonrisa develó de golpe sólo una frase; ¡esta vez será distinto!

Insobornable una vez más se disfrazó de amor aquella cara, pero que en realidad no fue su cara, ni la distancia, ni el olvido y ni el vendaval de otoño que a destiempo eternizara esa emoción creciente, sobresaliente la mire mientras leía, acomplejado con su lozanía.

Había dejado de intentarlo, había previsto que en lo sucesivo el amor fuera un recuerdo…pero deseoso estaba de volver a transitar la gloria, por ella podía vencer a la misma muerte y tratando de creerse él mismo lo que acababa de decir… le envió este mensaje, que seguramente al verlo ella se lo apropió con la misma diminuta sonrisa insobornable.