Daniel Krauze retrata la jungla del poder político

  • En Tenebra el autor aborda la problemática de la corrupción.

CIUDAD DE MÉXICO.

Una mirada a la sociedad mexicana corrupta, sin valores y a la deriva, al oscuro juego de su política, a la selva del poder donde no sirven la verdad ni el periodismo honesto, al mundo de excesos, vicios y humillaciones del hombre contemporáneo. Eso ofrece la nueva novela de Daniel Krauze (1982), Tenebra (Planeta).

En México nos gusta creer que la corrupción es algo que ocurre en las cúpulas del poder, muy lejos de nosotros, y que los ciudadanos  no tenemos cola que nos pisen”, afirma el escritor en entrevista.

Quería explorar hasta qué punto la sociedad también es cómplice de esta corrupción; porque, si bien podemos no robar, toleramos a aquellos que sabemos que son corruptos o delincuentes y somos amigos de gente que hizo dinero de manera chueca”, agrega.

El novelista y cuentista entrega, tras seis años de investigación y ocho de no publicar, la historia de Julio Rangel y Martín Ferrer, contada en primera persona a lo largo de 456 páginas. “Son dos personajes, uno de tez oscura y otro güero, que terminan siendo muy parecidos, a pesar de que uno nació rico y ahora es pobre, y el otro nació pobre y ahora es rico”.

Explica que “por lo menos la mitad de la novela, es decir, uno de los dos personajes se mueve en el mundo de la política de los últimos años del presidente Peña Nieto; es un operador que trabaja para un senador del PRI”.

El también guionista detalla que la idea nació en 2014. “En algunas reuniones escuché datos de gente que había trabajado con políticos poderosos. Platicaban lo que ocurría en ese mundo en lo oscurito, y me indignó tanto que decidí escribir una novela. El shock es el combustible que necesito para escribir”.

 El autor de Cuervos, Fiebre y Fallas de origen buscó que sus protagonistas reflejen la historia de venganza que hay en el pasado de los políticos mexicanos del siglo XX. “Una herida en la infancia, un pasado que deben redimir, la muerte de un padre, una familia que perdió todo, una muerte desafortunada”.

Y concluye que “sigue habiendo toda la tenebra del planeta en la política y en el poder actuales”.