ARRANCAN CLASES EN ESCUELAS Y FACULTADES DE LA UV

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

ARRANCAN CLASES EN ESCUELAS Y FACULTADES DE LA UV

Ya no habrá clases presenciales en las escuelas y facultades de la Universidad Veracruzana.

            Ya iniciaron a través de la imagen bonita de la televisión y junto con los educandos deberán apoyarlos sus progenitores, los académicos y ellos en lo personal, deberán asumir que la enseñanza bajo el nuevo sistema, al que empuja la pandemia del coronavirus, igual deberá forjar un nuevo profesional, con características diferentes al egresado tradicional del tiempo ya ido.

            Nomás imagine usted a un estudioso del Derecho, cuya carrera programáticamente es pura teoría, si va a realizarse a través del internet, que aburrido, acabará por dormirlo o sencillamente también como en el bachillerato, donde un importante porcentaje, sencillamente deserta, no para buscar otra especialidad, sino que deja definitivamente la expectativa de convertirse en un profesional.

            Y destacamos, el profesional del derecho, a diferencia del resto de actividades profesionales, tiene la enorme responsabilidad de coadyuvar con la transformación que está sufriendo el sistema de vida público nacional. El régimen de la 4t ya se los está pidiendo. Transformar es la meta del gobierno de turno, y por ende, reclama que la participación de los académicos, sea determinante.

            En un lapso de cambio, los profesores e intelectuales, tendrían que apoyar la transformación forjando un nuevo modelo de profesional, bajo los pilotes de la ética, la lógica, la matemática racional, la vocación y la entrega de un futuro servicio con auténtica solidaridad con el desvalido y ayuno de justicia.

            Cuando el régimen de la 4t quiso llevar a consulta ciudadana, la solicitud de castigo a los ex presidentes de la república, confió, creyó y concibió la idea de que con dicha aplicación, las mayorías aplastantes estarían de acuerdo, como también de que se castigue a los personajes en cuestión, si causaron un daño a la gran sociedad mexicana, lo demandó debido a lo pútrido que se encuentra gran parte del sistema de justicia en México.

            Y es aquí en el aula universitaria, en donde el académico deberá apoyar la formación de un jurista distinto al que fue en el pasado. Es decir, que tenga dominio de la teoría, pero sustancialmente que en los rubros de la justicia y la aplicación de la ley, sea lo suficientemente congruente y que sin distingos de ninguna especie, procure el establecimiento del estado de derecho, que tanto se le ha regateado al común de los mexicanos, tan solo por la preeminencia que gozan grupúsculos minoritarios, en detrimento de las mayorías aplastantes.

            A la falta de una genuina orientación vocacional, pretexto para que una mayoría de alumnos en leyes opten por cualquiera otro ejercicio, menos el de abogado postulante, al abandonar sus cursos semestrales, el académico del siglo XXI tendrá que adecuarse a los dictados de una pandemia, que se ignora cuánto tiempo va a durar entre los mexicanos, con la disposición de entregar a la sociedad un abogado convencido de que antes que todo, deberá servir a los demás.

VUELVE A LA CARGA DONALD TRUMP, CONTRA EL MEXICO DE LAS DROGAS

            Nadie hace caso ya de las advertencias o amenazas del magnate Donald Trump, no obstante que ésta si ayudan para generar la imagen de un país en el exterior corrupto, ladrón y traficante de drogas enervantes.

            En un comunicado que se ha difundido en toda la unión americana y el exterior, al candidato presidencial estadounidense gusta tomar al México apabullado, como su perilla favorita para lanzarle golpes, a sabiendas de que por parte de este país, no se cree que sea lo suficientemente la saña con que viene el presidente yanqui atacando a los mexicanos, sobre todo, porque se dice que anda en campaña y ni modo lanza golpes a diestra y siniestra.

            Sin embargo, no tiene otro adversario a quien tirarle golpes, más que a México. Lamentablemente, para los aztecas que habitan allá en suelo yanqui, los dardos venenosos que lanza Trump, impactan sobremanera, al grado de que en las calles de las ciudades gringas, los blancos suelen vociferar, cuestionar y amagar a los aztecas, con que son ratas que deben irse de su país.

            Sin embargo, una sola palabra jamás ha salido de la cancillería de Relaciones Exteriores, no que confronte pero sí que le diga a Trump, que con sus acechos y recordatorios en el sentido de que nuestro país es un importante fabricante de drogas enervantes, provoque el odio y rencor que enderezan los muchos yanquis, contra los aztecas, que habitan en las ciudades gringas, sobre todo.

            Los niños hijos de muchos  padres de familia que trabajan en los campos algodoneros norteamericanos, se preguntan, porqué de los insultos que eleva al aire el presidente del país más poderoso del mundo, si los aztecas le sirven al grueso de los blancos con absoluta garantía de que saben y trabajan con honestidad, extenuantes jornadas y devengan las pagas más bajas, que cualquiera de los gringos percibe, aún el menos socorrido con el billete verde.

            El gobierno mexicano, muestra cautela cada vez que Trump lanza este tipo de bravatas, las cuales muchas veces encuentran sustento y que el presidente yanqui, las argumenta poniéndoles un singular énfasis, al grado de que entre el grueso de mexicanos solamente genera odios y rencores, amén de otras lindezas nada gratas para los inmigrantes legales y no legales, que tienen que soportar todos los días el discurso feroz de un verdadero sátrapa.

            Se les dice a los aztecas de allá y de acá, que no hagan caso, que son cosas de campaña política, pero que México no va a pagar el muro y que si bien no debe ser el principal puente de acceso para la venta de las drogas enervantes, el problema se debe en buena medida, al enorme mercado que encuentra dicho tráfico en millones de jóvenes norteamericanos, ávidos de la vida fácil de los adictos, exhibiéndose como un ejemplo de tal consumo a los ojos del resto del mundo.

            Por supuesto, que son amagos de campaña, que nadie entiende, qué no dejan de hacer un señalamiento hasta mortífero, para el caso de que el magnate cumpliera su amenaza, en el caso de obligar a que México junto con el tío Sam, se decidan de una buena vez, por el combate al tráfico de drogas hacia su territorio. Si la constante es tratar de fastidiar a los mexicanos, bien lo consigue el criminal presidente norteamericano, como puede verse.

A UNOS DIAS DE RECORDARSE LA MATANZA ESTUDIANTIL DEL 68

            Días antes de la matanza del 68, no cesaban las manifestaciones de protesta que los estudiantes realizaban contra el mal gobierno, en cuanto a algunas tomas de decisión, que nada tenían que ver con problemas de soberanía afectada por el extranjero, pero si un movimiento que añoraba la libertad.

            El presidente Díaz Ordaz y su secretario de gobernación Luis Echeverría no aguantaron la arremetida estudiantil, acusándola de poner en riesgo la soberanía nacional, que optaron por ordenar la peor masacre de cuantas antes y después se hayan dado de la gesta revolucionaria de 1910.

            Los sinsabores de la matanza, todavía persisten en buena parte de la sociedad azteca, que apoyó como nunca un movimiento de estudiantes y académicos. La matanza como se sabe, quedó en la más absoluta impunidad.

            Durante los años posteriores ejercidos por el “presidencialismo exacervable”, ninguno de los jefes de estado quiso hacer la justicia. Todos egresados de las filas del priismo, no obstante que siempre estuvieron a la vista los autores intelectuales del ataque armado contra los estudiantes y por supuesto, los matones que intervinieron en esta jornada de la barbarie y por ningún concepto de un sistema o régimen democrático.

            Sin embargo, con el primer signo democrático para la vida nacional de este país, es decir, cuando el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León reconociera la derrota del viejo régimen a manos del albiazul Vicente Fox Quesada, igual, éste último, dejó de aprovechar la doble oportunidad que se presentaba ante sus ojos, una que era gobernar por un auténtico cambio y lo otro, que un “genocidio o los crímenes de lesa humanidad”, no  prescriben y consecuentemente, pudo haber llamado a rendir cuentas de la matanza del 68 a sus responsables, todavía vivos, como era sabido.

            El abogado penalista Juan Velázquez, fue suficiente pieza, para poder contrarrestar la intentona que quisieron iniciar los panistas para enjuiciar a don Luis Echeverría Álvarez, personaje a quien inclusive alcanzaron los tentáculos del poder judicial, para obligarse a rendir una declaración de la que se deslindaría de su participación en la gesta histórica, pero sin que sufriera rasguño alguno y menos que tuviera que ser ingresado en alguno de los reclusorios de la ciudad de México.

            El presidente Vicente Fox, abandonó el encono contra culpables de la matanza de estudiantes y dejó de perseguir también al ex presidente Echeverría y por ende a los criminales enfundados con la máscara de policías, asignados a la que fuera temible y temida dirección federal de seguridad.

            Así que la masacre estudiantil, si se vuelve a recordar en días de la pandemia por el coronavirus, tendría que insistirse porque a medio siglo, igual, merece ser recordada como una de las luchas estériles que el viejo régimen matando, perdió orgullo, honor y el reconocimiento del pueblo mexicano. Es todo.