Juan Márquez “El Grifo”, tremendo pelotero

*Me quedé entre tercera y home de llegar a El Águila de Veracruz

*Posee el récord del jonrón más largo en el Parque Colón.

Por JOSÉ ABRAHAM ALCÁNTARA VARELA

Xalapa

Tremendo pelotero, con gran historia dentro del ancho mundo de la pelota caliente xalapeña a nivel nacional, a nada se quedó de haber cumplido su sueño de incursionar en la Liga Mexicana y con el equipo de sus amores, los Rojos de El Águila de Veracruz, sin embargo, posee un récord increíble por su gran poder con el “madero”.

“Simplemente me quedé a un paso, de tercera a home…, reconozco que me faltó valentía, pero estoy seguro que de haber jugado la primera base y no de pitcher, me hubiera quedado en El Águila, porque tenía grandes cualidades y sobre todo, respondía muy bien como cuarto bate, la muestra está que tengo el récord del jonrón más largo en el Parque Colón y en el campo “Bello”, señaló a este medio deportivo Juan Márquez Sánchez “El Grifo”.

“El Grifo” Márquez nació en el año de 1947 en La Hacienda de Las Ánimas, de esta ciudad capital, quien empezaba a jugar al béisbol a la edad de los 15 años al lado de los hijos de Don Justo Fernández y del Dr. Rafael Sánchez, era una competencia sana por ser el mejor, ya que el que perdía pagaba los refrescos al término del partido.

El zurdo Juan Márquez, recuerda que su primer equipo fue en 5ª Fuerza en la Liga Xalapeña con Zapatería La Vencedora patrocinado por la dueña, la señora Raquel y su manager era el señor Rojas, consiguiendo su primer campeonato en la posición de pitcher y filder.

Fue el maestro Rojas quien le vio facultades y lo llevó a probar fortuna con Transportes Xalapa de Don Ricardo Suárez, uno de los mejores equipos del campeonato en Segunda Fuerza abierta, pero no dio el ancho, así que se regresó a Cuarta Fuerza con Mosaicos Muñoz dirigido por Carlos Muñoz de la región de El Dique.

A los 16 años ya contaba con mayor poder ofensivo, su siguiente equipo fue Triplay Veracruz en 4ª Fuerza “A”, allá en el campo donde está ahora la Comercial Mexicana, para eso ya había conseguido trabajo en la Secretaría Nacional de Paludismo (SENEP), aquí se coronó campeón bateador, relegando al segundo lugar a Carlos Serdán de Tierra Blanca.

Un año después, tenía que seguir trabajando en el campo para costear sus gastos, pero logró establecerse en Minatitlán con la empresa Reforzados del Istmo que hacía postes para la CFE, de ahí se incorporó con Cafeteros de Las Ánimas de Héctor Bruno, dueño de la Farmacia Pasteur.

En febrero de 1968, los visores de los Rojos de El Águila de Veracruz hicieron la invitación a todos los prospectos para un try-out que se llevaría a cabo un domingo en el Parque Veracruzano, “mis padres que eran campesinos, sólo me dieron para el pasaje, enfundado en un traje de béisbol y un guante derecho -era zurdo-, yo iba como pitcher pero llegué muy tarde a las prácticas cuando ya habían pasado como diez serpentineros, entonces Héctor Barneche que era el gerente de El Águila, me dijo: “¿Zurdo tú que juegas? -soy pitcher-, pues entonces espérate porque me vas a lanzar a mí, -convencí y después de esa prueba me citó a las 5 de la tarde de ese mismo día en el edificio Trigueros para firmar un contrato por $12.000.00, éste era el pase para incorporarme a los entrenamientos a mediados de febrero hasta el 29 de marzo con los equipos filiales Aguiluchos de León, Nogales Sonora y El Águila de Veracruz”.

“Fue el 27 de febrero cuando me llamaron para relevar un juego entre el equipo grande de El Águila ante Aguiluchos con quien jugué, pero sentí que me faltó valor porque nos estábamos enfrentando al “Borrego” Álvarez, “Chico” Rodríguez, Abelardo Calvo, Roberto Ortiz, “Jungla” Salinas, Marcelo Juárez, todos de mucho poder”.

“Francisco García de Las Puentes, que era mi cátcher, lo veía muy lejos, estaba muy descontrolado, no pude, así que por la tarde Vinicio García me pidió el uniforme y me dijo que mejor me regresara, tuve como compañeros del equipo a César Díaz, Saturnino y Porfirio Salomón, “La Gata” Fausto Ortiz, Pancho Lara, “Grillo” Elvira, “El Gallo” Jesús Saúl, entre otros”, narró Juan Márquez con el sentimiento entrecortado.

Los torneos iniciaban cada año, en la Liga Mexicana, Liga de Sonora y Central, con seis equipos en cada una de ellas, pero la oportunidad se le escapaba.

“Después de mi baja me incorporé con el equipo de la CFE en 3ª Fuerza, sin embargo, los manager de la Liga Azucarera, Felipe Girón y Eddi Gavilán, me pidieron me regresara a jugar aquí porque me veían poder a la ofensiva y así lo hice, ganando $325.00 a la semana, pero eso sí, tenía que entrenar y jugar en el fildeo y primera base, supervisados por Don Pablo Machado, que vigilaba que tuviéramos buenos dormitorios y bien alimentados, nuestro cocinero era Daniel Tostado de Puente Nacional”.

En ese tiempo llegaron Miguel Rodríguez y Goyo Rodríguez, que jugaban para los Cafeteros de Córdoba, Chucho Lagunes, César Díaz, Porfirio Ruiz se había ido a Nogales, Antonio López “La Toñota” de Coatepec con Tuzos de Guanajuato, Juventino Landa “El Colita”, Aureliano Rodríguez de Carrizal, Anselmo Peralta de Plan del Río, Apolinar Rizo de El Chico.

Después de esta aventura, a los 23 años “El Grifo” fue contratado como pitcher de lujo por el equipo CFE, manejado por Ernesto Landero Ortigosa y el Lic. Tomás López, para eso ya andaba entre las 88 y 90 millas, pero además tenía el cuarto orden al bate y para muestra fueron los 12 jonrones comprobados que disparó en el Parque Colón, entre ellos a Abel García de Veracruz, Enrique Rizo Márquez de Tabasco, Fernando Hernández, el más largo de todos, el cual pasó a media torre y cayó hasta la calle de Magnolia ante Cuauhtémoc “Fili” Durán, aquí el presidente de la AVB Antonio

Pérez Cabrera, lo reconoció con un trofeo.

En la tribuna estaba presente Porfirio Ruiz Anell, porque se le estaba haciendo un homenaje a “Fili” Durán.

“Otro jonrón lo conecté en el campo “Bello” que pasó la barda imaginaria y las gradas del Martín Pérez, arriba de los 380 pies y fue contra Jerónimo Muñoz “El Nene” de Paso La Milpa, jugando con Sabuesos del Lic. Vicente López Estrada y como coach fungía Alberto Sosa.

Fue dos veces campeón de pitcheo y sumó dos títulos de bateo Juan Márquez.

Entre otros equipos en los que jugó: UV, Transportes Xalapa Ánimas, Cafeteros de Las Ánimas, Gas de Xalapa, en la Liga de Los Tuxtlas, Liga Perote con Sierra de Agua, Colonia 20 de Noviembre, Acajete, Joya Chica, Banderilla con La Súper, en El Espinal, Águilas de El Coyolillo, El Jícaro, en el ‘82 fue campeón con Paso La Milpa al ganar la final a Actopan por 8-3.

Jugó para Rinconada, La Esperanza, Naranjos, Ídolos, Estación Palmar, La Estanzuela, Pacho, Teocelo, Las Puentes, San Marcos, Tecolotes de Seguridad Pública, Sistema de Seguridad, Xico, con Chilpotles durante 12 años y Chileros-Chilpotles.

Sin embargo, nunca jugó con Chileros de Xalapa, nombre que debe pertenecer al pueblo por ser de tradición y abolengo, porque los primeros jugadores lo formaron en el año de 1952-55 entre ellos Gustavo “Chato” Bello, Luis Bello, Ernesto Terán, Jorge Mayo, en la Liga Invernal, Serafín Ortega “El Cheras”, César Carbonell, Alberto Caraza “El Conejo”, entre otros, recuerda el buen “Grifo” Márquez.

“Fui recogebolas con el equipo Ánimas cuando Celerino Pérez Sánchez del Guayabalito, municipio de Puente Nacional, llegó como refuerzo en 1966 y después se adjudicó el Bate de Oro en la Liga Tabasqueña con la sucursal de Tigres del México, hasta arribar a Grandes Ligas con los Yankees de Nueva York”.

“Me quedé a 100 grados de valor, entre tercera y home de jugar en Liga Mexicana y mi sueño era llegar con El Águila de Veracruz porque tenía facultades, pero de haber jugado en la primera base te aseguro que sí me quedaba en ese equipo”.

“Mi satisfacción más grande fue haber sido seleccionado nacional en el año de 1978 representado a Veracruz en La Paz, Baja California, dirigidos por Evelio Brito y “El Bimbo” Villegas, ahí nos trajimos el cuarto lugar, en una final que perdimos con el Distrito Federal bajo el mando de Alonso Pérez González, no pudimos con el pitcheo de Joel Pillado y Emilio Juárez “El Indio”, terminó con esta charla Juan Márquez.

Por cierto, el apodo de “El Grifo” se debió a que cuando se enojaba y se quitaba la gorra, se le paraban los pelos de su cabeza, esto fue en un encuentro de Las Ánimas con los Fernández ante la Pomona, “no era precisamente porque fumara alguna sustancia extraña, tengo 73 años y no fumo ni un cigarro”.

A los 61 años se retiró de la actividad del béisbol y recientemente en el municipio de El Jícaro en un encuentro contra Cerro Gordo, le rindieron un merecido homenaje por su gran trayectoria, lanzó la primera bola y luego le hicieron entrega de un emotivo reconocimiento.

Otro recuerdo que guarda Juan Márquez jugando con el selectivo de Veracruz ante Cuba, fue el único que le pegó imparable al Conde, quien después fue pitcher estelar con Yankees y un juego que no se le olvida, la final añorada jugando con La Tinaja ante el Servicio Urbano en el “Colón, estaban tan confiados que perdieron y los mariachis callaron, cuando el pueblo ya tenía preparada la fiesta del festejo.

Juan Márquez también fue boxeador, ganándose el apodo de “El Macana”; así mismo fue subcampeón estatal de judo en el año de 1971 en 70-80 kg, el campeón fue Carlos Bignola y campeón en salvamento acuático.