El espacio poético de Ely Núñez

MIGUEL BLANCO MÚZQUIZ, poeta mexicoestadounidense

MIGUEL BLANCO MÚZQUIZ (n. Múzquiz, Coahuila y Texas, 12 de septiembre de 1814 – f. México, D. F., 10 de abril de 1900). Fue un abogado y militar mexicano. Fue Secretario de Guerra y Marina con el presidente Benito Juárez, pues fue quien recibió el parte oficial de la Batalla de Puebla.

Siendo hijo de Víctor Blanco, ex gobernador de Coahuila y Texas, y de María Josefa Múzquiz, Miguel Blanco realizó sus estudios básicos en su ciudad natal, a su vez que participó en las luchas contra los indios, y posteriormente se trasladó a la Ciudad de México donde obtuvo el título de abogado, sin embargo, su principal vocación fue la carrera militar, tomando las armas en 1847 para combatir la invasión de Estados Unidos, en la que dirigió a un grupo de norteños para repeler a los invasores en la Loma de los Indios, cerca de Monclova, en la que obtuvo el grado de coronel.

En 1855 en unión a Santiago Vidaurri se alzó en armas secundando el Plan de Ayutla y debido a ello el presidente Juan Álvarez lo designó para el cargo de comandante militar de Mazatlán, Sinaloa. Posteriormente Vidaurri lo designó secretario de Gobierno para los asuntos de Coahuila.

Durante la Guerra de Reforma combatió en los estados San Luis Potosí, Zacatecas y Jalisco, apoyando con sus tropas a las fuerzas de Santos Degollado, el 11 de enero de 1858 fue ascendido a coronel y el 4 de junio del mismo año a General de brigada, en el mes de octubre intentó atacar la Ciudad de México pero fue rechazado retornando a Jalisco y Guanajuato. El 22 de diciembre de 1860 participó en la Batalla de Calpulalpan en la que se dio el definitivo triunfo de los liberales sobre los conservadores.

LA MARIMBA

En su forma hay algo de arpa,

y se antoja,

que si fuera roja,

acaso tuviera la de un corazón.

El bosque sombrío le dio su madera

y la selva entera de cauces y nidos,

le dio la canción.

Las marimbas tienen el alma sonora del

 bosque nativo; en sus tubos canta

su canción divina de la aurora,

cuando tras los montes el sol se levanta;

su amor y su pena suspira el quetzal,

el cenzontle indiano sus quejas exala

y es rumor de besos y temblor de ala

y agua que entre guijas y flores resbala

como una encantada sierpe de cristal.