39% de adultos jóvenes en México padecen sobrepeso y obesidad: FMD

  • 500 gramos de carne roja a la semana es el máximo sugerido por especialistas en nutrición.

CIUDAD DE MÉXICO.

México llegó al Día Mundial de la Salud con el 39 % de su población entre 20 y 35 años con sobrepeso y obesidad, lo cual, traerá como consecuencia que en pocos años, se disparen los padecimientos cardio y cerebrovasculares, además de las enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cáncer, artritis y osteoporosis, aseguró en entrevista con Excélsior, Valentín Sánchez Pedraza, vocero de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD).

Añadió que a pesar de que es muy sencillo medir la cintura para saber si tenemos sobrepeso u obesidad, pocas personas consideran esta práctica, cuyo resultado está asociado con la grasa visceral que, a su vez, está relacionada con un mayor riesgo cardiovascular, metabólico y oncológico.

Más que el peso, en este caso lo importante es medir la grasa visceral que cubre los órganos. Para los mexicanos en hombres se recomienda que su cintura no exceda de los 90 centímetros y para las mujeres de 80 centímetros”, explicó.

El endocrinólogo añadió que el reto del sector salud es abordar el sobrepeso y la obesidad como enfermedades multifactoriales con alteraciones multiorgánicas, donde el cerebro juega un papel fundamental para evitar la ganancia de peso y grasa.

Explicó que cuando la parte del cerebro que asocia el alimento con el placer supera a la que regula el apetito, se produce un desequilibrio que trae como consecuencia un mayor consumo de azúcares.

Por lo anterior, Sánchez Pedraza dijo que es importante que desde el primer nivel de atención, distintos especialistas intervengan para lograr un verdadero control del sobrepeso y la obesidad, porque además, culturalmente en México, toda celebración se asocia con alimentos de alto contenido de carbohidratos.

Entonces uno diría que ganar peso o mayor porcentaje de grasa se traduce en que comes más y te mueves menos, pero no necesariamente es así.

Se consume el alimento y teóricamente se debería presentar la saciedad hasta que se requiera un mayor porcentaje de energía, pero esto no sucede porque quienes viven con sobrepeso y obesidad a pesar de que ya tienen su reserva energética cubierta, son personas que pueden seguir comiendo.

A veces decimos, ¿por qué? si acabo de comer y me ofrecen un postre, me lo como. La respuesta es que  en esta parte de la regulación del apetito, una parte del cerebro es la que dice que te falta energía, pero otra parte del cerebro es la que asocia el alimento con placer, gratificación o recompensa”, detalló.

RECOMIENDAN UTILIZAR EL PLATO PARA COMER SALUDABLE DE HARVARD

Consumir al día, 30 gramos de cualquier alimento procesado, como por ejemplo, jamón, salchichas, tocino o cecina, incrementa en un 18 % el riesgo de padecer cáncer de colon y recto, señaló a Excélsior, Melissa Tena, nutrióloga oncológica.

Se recomienda también reducir el consumo de carnes rojas de 350 gramos a no más de 500 gramos por semana, no solo para prevenir este tipo de cáncer, sino para evitar mayores riesgos de enfermedades cardio y cerebrovasculares”.

Melissa Tena, añadió que aprender a comer bien -descartando alimentos que son nocivos- es fundamental para evitar riesgos de padecer cualquier enfermedad crónico-degenerativa, incluyendo el cáncer.

Por lo cual, además de recomendar la práctica de ejercicio y de actividad física con las labores diarias de la casa, la nutrióloga sugirió tomar como referencia el plato para comer saludable creado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, que enseña a consumir alimentos en las cantidades adecuadas para beneficiar la salud.

Puedes poner esta ilustración pegada en tu refrigerador para que lo hagas diariamente. Se trata de un plato que divides en dos mitades, y una de estas mitades la llenas con verduras, dejando un pequeño espacio para frutas, entre más vegetales es mejor.

La otra mitad del plato, se divide en dos partes. Una cuarta parte se debe llenar con la proteína, como pescado, pollo o carne sin exceder de la proporción semanal y aquí se pueden incluir frijoles o algún otro tipo de leguminosas. Y la parte que resta se llena con cereales integrales”. explicó Melissa Tena